Como cada 27 de agosto, oyentes y hacedores del aire celebran a los locos de la azotea. El vínculo con el aire parece mantener la fuerza.
Demolidos, mutilados, reemplazados o simplemente olvidados, la ciudad esconde historias de construcciones que no se preservaron. En esta nota arquitectos e investigadores recuperaron el legado de la Buenos Aires que se esfumó.