Un momento de la filmación de Amén, Francisco Respondedavid herranz
Hay una escena de Amén, Francisco Responde que uno de sus directores, Màrius Sánchez, evoca con especial emoción. “Recuerdo vivir ese momento con las emociones a flor de piel”, comparte el director y guionista catalán, una de las mentes detrás del documental estrenado en 2023, donde el Papa Francisco conversa con 10 jóvenes sobre temas sensibles de lo más variados.
La escena que Sánchez destaca es la intervención de Juan Cuatrecasas, un joven español, de entonces 25 años, quien, con la voz quebrada y haciendo pausas para lograr ganarle a la emoción, relató su mayor trauma ante el Papa. “Fui a un colegio del Opus Dei en Bilbao. Allí, cuando tenía entre 11 y 12 años, sufrí abusos sexuales por parte de un numerario”, relató, y enseguida frenó para recuperar el aliento.
Con una carta del Vaticano en su mano, contó que el abusador fue condenado a 11 años de prisión, pena que finalmente fue rebajada a dos. Contó también que la Congregación para la Doctrina de la Fe —departamento de la Curia Romana encargado de los casos de abusos— tomó el caso, pero la causa canónica no avanzó, y que el profesor no solo nunca estuvo preso, sino que siguió trabajando.
“Mi pregunta creo que es evidente, ¿por qué tomaron esa decisión? Al día de hoy, que ya hay una sentencia firme y la Justicia ha reconocido los hechos, ustedes o la Iglesia como institución, ¿van a cambiar la postura o van a rectificar aquellas palabras?”, inquirió.
“Es uno de los momentos que me va a acompañar siempre -detalló Sánchez-. En ese entonces, Juan estaba muy frágil. Lo habíamos acompañado durante todo el proceso. El ver cómo se defendió, cómo explicó su historia, cómo en todo momento estaba a punto de romperse, pero no se rompe, fue muy emocionante”.
La respuesta del Papa fue repetida miles de veces en programas televisivos y hasta se volvió viral en las redes. Además de mostrarse consternado y de asegurarle que —tal como después efectivamente hizo— iba a seguir personalmente el caso, dijo sentir “mucho, mucho dolor” por este tipo de situaciones de abuso clerical.
“Es un drama el abuso de los menores, no solo en la Iglesia, sino en todas partes. En la Iglesia es más escandaloso porque donde precisamente tenés que cuidar a la gente, la destruís. El abusador, la abusadora destruyen a un chico. Y, si es una persona de Iglesia, es una hipocresía y una doble vida horrorosa”, sentenció.
Luego agradeció al joven por la valentía que tuvo al haber denunciado a su agresor.
“La política es limpiar, tolerancia cero. Esa es la política de la Iglesia ahora —agregó—. Esto ha empezado hace años, este trabajo de hablar claro y de poner disciplina en los seminarios y de castigar a los curas abusadores o a los laicos abusadores. Y estamos trabajando mucho. Está en proceso”.

“Pero no se ha cortado la cultura del abuso”, lo increpó otro participante, a lo que el Papa respondió: “Pero la cultura del abuso está por todos lados, lamentablemente. La Iglesia está tratando de que sus curas y sus monjas no abusen, y hoy día creo que es un ejemplo de lucha contra los abusos lo que se está haciendo en cada diócesis, en el Vaticano, etcétera”.
La participación de Cuatrecasas en este encuentro de jóvenes con el Papa fue una iniciativa de los directores del proyecto, Sánchez y el periodista español Jordi Évole. Ellos estuvieron detrás de la idea de hacer el documental y de la elección de los otros nueve jóvenes, entre ellos, una chica que vendía videos pornográficos a través de OnlyFans; una argentina católica que era militante a favor de la legalización del aborto; una ex monja decepcionada con la Iglesia, y una creyente que se define como ‘no binaria’, entre otros.
La productora a cargo del proyecto, Producciones del Barrio, realizó un casting, en el que participaron 200 jóvenes hispanohablantes. “Los 10 elegidos no son una muestra representativa de la juventud de todo el mundo. Lo que buscamos es que estuvieran representadas diferentes sensibilidades. Teníamos claro, además, que había algunos temas que queríamos tratar, detalla Sánchez.
Évole había entrevistado al Papa anteriormente y, fruto de la buena relación y la confianza que surgió entre ellos tras ese primer encuentro, años después decidió acercarse al Vaticano, junto a Sánchez, para proponerle al Sumo Pontífice realizar este film. “Él enseguida nos dijo que sí. Nos dijo que conversar con la gente joven formaba parte de su labor pastoral y que, por lo tanto, sentía que era algo que debía hacer”, detalló el cineasta.
También contó que Francisco no pidió saber de antemano las historias de los participantes.
“¿Quién ha muerto?”
Para evitar la solemnidad y el protocolo, se eligió no filmar en el Vaticano, sino en un edificio de coworking en el centro de Roma, al que el Papa accedió a través de un montacargas. Antes del comienzo del rodaje, cuenta Sanchez, la producción vivió momentos de intenso nerviosismo.

“Esto se grabó cuando el Covid-19 todavía era un impedimento real. Entonces, en el momento en el que nos dimos cuenta de que los 10 chavales ya habían atravesado océanos, que habían pasado los PCR y habían llegado, y que el Papa estaba de camino, hubo una emoción y unos nervios que se palpaban en el ambiente”, cuenta.
“Él hace una entrada muy buena. Entra al set y dice, ‘¿Quién ha muerto?’ Los chicos se ríen. Él se sienta y empieza: ‘a ver, ¿qué me vais a preguntar? Y de repente, todo empezó a fluir. Yo creo que él fue responsable de que la conversación fluyera tanto”, suma el codirector.
OnlyFans, porno y masturbación
“Yo soy Alejandra, me dedico a crear contenido explícito para adultos, o sea, más textual, pornografía —intervino la modelo colombiana María Alejandra Ramírez—. Lo hago en páginas de stream, o sea que es en vivo, y también tengo otra página que es alterna, que es como una red social donde subo los videos, los vendo. Realmente todo funciona a través de las redes sociales. ¿Conoce usted de eso?”, preguntó la joven.
El Papa destacó la riqueza que ofrecen los medios de comunicación e hizo una salvedad: “Hay que distinguir entre la riqueza de un medio y la moralidad, lo que hacés respecto de tu concepto de moralidad, ¿no es cierto? Si vos a través del medio vendés droga, por ejemplo, estás intoxicando a la juventud, estás haciendo daño, estás fomentando un delito, ¿no es cierto? Si vos, a través del medio, hacés contactos mafiosos para crear situaciones sociales, es inmoral. O sea, la moralidad de los medios depende de para qué los uses”, dijo.
Cuando la conversación entre los jóvenes participantes viró en torno a la moralidad de la pornografía y la masturbación, el Papa volvió a intervenir: “En este punto yo quisiera decir un criterio que nos va a evitar perdernos. El sexo es una de las cosas bellas que Dios dio a la persona humana. El expresarse sexualmente es una riqueza. Entonces, todo aquello que disminuya la real expresión sexual te disminuye a vos también, te parcializa y te empobrece esa riqueza, ¿no? O sea, el sexo tiene su dinámica, tiene su razón de ser. La expresión del amor es probablemente el punto central de la actividad sexual. Entonces, todo aquello que te lo tire para otro lado y que te lo saque de esa dirección, te disminuye la actividad sexual”, dijo.
Y agregó: “La catequesis sobre el sexo todavía está en pañales. Creo que los cristianos no siempre hemos tenido una catequesis madura sobre el sexo y es una de las cosas bellas que hizo Dios”.
Aborto
Uno de los recortes más difundidos del documental es aquel en que se ve a Milagros Acosta, oriunda de Santiago del Estero y perteneciente a la organización Católicas por el Derecho a Decidir”, acercarse hacia el Papa y entregarle un pañuelo verde, símbolo de la militancia a favor de la legalización del aborto en la Argentina.
“En el año 2019, yo era catequista, estaba con niños de 12 años. Estaba el debate del aborto, pero había algo que no me gustaba. ¿Por qué la Iglesia quería obstaculizar un derecho de una mujer? —preguntó la jóven—. Lo que yo pienso es que Jesús acompañaría a esa mujer, no la juzgaría como lo hacen en una misa, en una iglesia. Me ha tocado ir con compañeras que han pasado esta situación de aborto y que, en vez de enseñar el evangelio, los curas las están señalando y diciéndoles que son unas asesinas. Las tratan horrible cuando ellas van a la iglesia realmente a encontrar el amor de Dios, a escuchar la palabra”, dijo, antes de acercarse a Francisco para entregarle el pañuelo.
“Vos acentuaste mucho la comprensión a la mujer —le respondió Francisco—. En ese aspecto, a los curas siempre les digo que, cuando se acerca una persona en esa situación, con un cargo de conciencia, pues es dura la huella que deja un aborto en la mujer, que por favor no pregunten mucho y sean misericordiosos. Jesús recibe a todos. A uno, por más pecador que sea, por más que lo deje todo el mundo, el Señor no lo deja nunca”, dijo.
Luego siguió analizando la cuestión de fondo: “El problema del aborto hay que verlo científicamente y con cierta frialdad. Cualquier libro de embriología nos enseña que, al mes de la concepción, ya está delineado el ADN y están dibujados, entre comillas, todos los órganos. Está ahí. Por lo tanto, no es un montón de células que se juntaron, sino que es una vida humana sistematizada. O sea, la pregunta que hay que hacerse cuando se habla de la moralidad, de si es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema, es: ¿es lícito alquilar un sicario para que elimine una vida humana, para resolver un problema?”.
¿Mujeres en el sacerdocio?
La participante argentina también le preguntó a Francisco si creía que las mujeres deberían poder llegar al sacerdocio o al papado. “¿Qué impide que haya una mujer en su puesto?“, le preguntó también. La respuesta del Papa fue contundente:
“Hay un problema teológico, de constitución teológica. En la Iglesia hay dos líneas constituyentes, como dos principios. Entonces, en el ministerio están los hombres; en la maternalidad, mucho más importante todavía, están las mujeres. La promoción de la mujer va en la línea de su propia vocación de mujer, no en un machismo ministerial, ¿cierto? Si no, disminuiríamos a la mujer. La mujer tiene su función en la Iglesia porque la iglesia es mujer, no es ‘el iglesia’, es la iglesia. La iglesia es esposa, es la esposa de Cristo. No es el esposo, el esposo es Cristo. Esa es nuestra fe. Creo que la mujer hay que promoverla. En el Vaticano la vicegobernadora es una mujer», terminó.
Dejar los hábitos
Entre los participantes se encontraba también Lucía Zegarra, una exreligiosa peruana que, tras vivir varias crisis de fe durante su formación en un convento, decidió dejar los hábitos. “Creo que mi fe siempre nació desde el amor, desde la honestidad, desde una búsqueda muy sincera, desde este mensaje de ir hacia las personas. Ya no soy católica ni soy creyente. No sé qué existe; no sé qué no existe. Y en realidad estoy más tranquila, me siento más feliz”, comenzó.
“Creo que dentro de la Iglesia no solamente hay abuso sexual, sino que también hay abuso psicológico. Yo creo que la formación religiosa está basada en el abuso psicológico. Yo he vivido dentro de una casa de formación en la que se me prohibió ver a mi familia, en la que se me prohibió tener una comunicación con personas. Todos los mensajes, correos electrónicos, llamadas: estaba todo monitoreado. No tenía acceso a la información, no podía salir de la casa. Traté de luchar por mi fe de todas las formas que pude”, detalló, antes de lanzar su pregunta.

Y disparó: “Yo había conocido el amor de muchas formas, pero una vez que salí de la Iglesia, una vez que dejé de ser creyente, lo encontré de una forma más auténtica. Entonces me he preguntado desde una curiosidad muy genuina: ¿Qué es el amor para la iglesia? ¿De qué amor se habla cuando se habla desde la religión? Desde un Dios que ha sido construido en base a mucha violencia”.
El Papa la escuchó atentamente y luego le respondió: “Mira, la verdadera iglesia está en las periferias. En el centro hay gente buena, hay gente santa, pero también hay mucha corrupción, y eso hay que reconocerlo. Hay mucho daño en la institución eclesiástica, o sea, entre hombres y mujeres de Iglesia. Lo que vos decís del abuso de poder es verdad. Hay historias que yo conozco, y tuve que intervenir mandando inspecciones y disolviendo conventos donde había abuso de poder y religiosas que no podían llamar por teléfono a su familia, o sea lo que vos contás, un aislamiento total, un abuso de poder total, ¿no?”.

Y siguió: “A veces cuando uno está en situaciones como las que vos contaste, que te creo porque se da en la Iglesia, lamentablemente el acto más valiente es tomárselas, ¿no? Es decir, tomar distancia y ‘A tus tiendas, Israel. Este es un lugar malo, este es lugar de corrupción, este convento me deshumaniza. Vuelvo a donde salí a buscar la humanidad de mis raíces’. A mí no me escandaliza eso. A las cosas hay que llamarlas por su nombre y apellido. Pero no te quiero convencer para nada. Te respeto. En vos veo el dolor de tantas personas que han tenido que sufrir por estos abusos eclesiásticos”.
La reacción de Francisco al ver el documental
Sánchez recuerda con cariño la reacción de Francisco al ver el documental terminado. Él y Évole fueron personalmente al Vaticano para mostrárselo al Papa. Al llegar, conectaron su computadora a un televisor y se sentaron con él mientras lo veía, acompañado por Bruno, miembro de su equipo de seguridad.
No estaban seguros de cuál sería la reacción del Papa, dado que hay partes del documental que son “duras para el discurso católico”, como las secciones sobre aborto, abuso sexual y pornografía, donde hay cierta confrontación ideológica con los jóvenes participantes. Sin embargo, al terminar el documental, Francisco hizo un gesto como si se quitara un sombrero: “Está todo lo que tiene que estar, está representando lo que allí vivimos. Estoy muy satisfecho”, les dijo.
Fuente: María Nöllmann, La Nacion