La Casa Batlló vuelve a lucir como en tiempos de Gaudí
Tras más de tres años de trabajo, el emblemático edificio de Barcelona recuperó su fachada y patios traseros originales, tal como fue diseñada a comienzos del siglo XX
Barcelona celebró la recuperación de uno de sus íconos arquitectónicos: la Casa Batlló, obra cumbre de Antoni Gaudí y emblema del modernismo catalán, volvió a mostrar el aspecto original de su fachada y patios traseros tras un minucioso proceso de restauración.
Los trabajos, que se extendieron durante más de tres años, demandaron una inversión de aproximadamente US$4 millones y permitieron devolverle a la residencia su fisonomía tal como la concibió Gaudí a comienzos del siglo XX. Se restituyeron detalles ornamentales, vitrales y tonalidades de los revestimientos, respetando los materiales y técnicas de época.
Considerada Patrimonio Mundial por la UNESCO desde 2005, la Casa Batlló es una de las postales más visitadas de Barcelona y un símbolo del genio creativo de su autor, cuya obra sigue asombrando a visitantes de todo el mundo.
Situada en el Paseo de Gracia de Barcelona, lugar predilecto de la burguesía y los acaudalados industriales a inicios del siglo XX, la Casa Batlló es una de las obras más conocidas de Antoni Gaudí, artífice también del famoso templo de la Sagrada FamiliaMANAURE QUINTERO – AFPEl paso del tiempo, que incluyó los años de la Guerra Civil (1936-1939), cambios de propietarios y controvertidas reformas anteriores, habían alterado la apariencia que Gaudí había diseñado para la cara interior de este céntrico edificio, que en 1906 acabó de remodelar para el industrial catalán Josep BatllóMANAURE QUINTERO – AFPTambién se ha reproducido la pérgola en forma de parábola que había en el patio de la llamada planta noble, desaparecida en los años 1940, y se ha replicado el pavimento de suelo con «más de 85.000 teselas, hechas a mano una a una, tal y como era de origenMANAURE QUINTERO – AFPUn equipo de arquitectos, historiadores y artesanos trabajaron durante más de un año para recuperar las piezas perdidas de sus mosaicos o las ennegrecidas forjas de los balcones con vistas a uno de los característicos patios interiores del Ensanche barcelonésMANAURE QUINTERO – AFPEl equipo que se encargó de la restauración se llevó muchas sorpresas, como descubrir que el estuco de la fachada posterior era mucho más oscuro de lo que pensabanMANAURE QUINTERO – AFPEl patio es un espacio de relajación que Gaudí concibió como un oasis en la ciudad, realizado con cerámica, vidrio y otros materiales.MANAURE QUINTERO – AFPEsta restauración coincide además con el año en el que se celebra el 20 aniversario de la declaración de Casa Batlló como Patrimonio Mundial de la UnescoMANAURE QUINTERO – AFPLos trabajos, que se extendieron durante más de tres años, demandaron una inversión de aproximadamente US$4 millonesMANAURE QUINTERO – AFPEl edificio, que dejó de pertenecer a la familia Batlló en la década de 1950, es desde finales de los 1990 propiedad de la familia Bernat, descendientes del creador de los caramelos «Chupa Chups», que a partir del inicio de este siglo comenzó a abrirla al públicoMANAURE QUINTERO – AFPLa Casa Batlló pertenece a la etapa naturalista de Gaudí donde se inspiraba en las formas orgánicas de la naturalezaMANAURE QUINTERO – AFPLa carpintería ha vuelto a ser verde y los brillantes mosaicos, deteriorados por el tiempo, han recuperado el color y todas sus piezasMANAURE QUINTERO – AFPLa restauración fue llevada a cabo de forma paralela en Casa Batlló y en diferentes talleres artesanales con técnicas centenarias adaptadas a las exigencias actualesMANAURE QUINTERO – AFPLas rejas de hierro de los sinuosos balcones, diferentes a los de la famosa fachada principal, han pasado de ser negras por el óxido a recuperar el color crema originalMANAURE QUINTERO – AFPLa Casa Batlló recibió 1,9 millones de visitantes el año pasado, según sus propios datos, y es uno de los monumentos arquitectónicos más frecuentados de la turística BarcelonaMANAURE QUINTERO – AFP