Las herramientas de inteligencia artificial están transformando la industria del entretenimiento. El mismísimo Netflix está recurriendo a la IA para generar escenas o efectos especiales, en cuestión de segundos y sin injerencia humana, por ejemplo. Ahora, una empresa se animó a llevar el recurso al máximo de su capacidad.
El Fondo Alexa, creado en 2015 por Amazon para apoyar startups en sus primeras etapas, apostó por Fable Studio, empresa de medios liderada por Edward Saatchi, creadora de Showrunner. Si bien no se sabe cuál fue el monto de inversión de Amazon en Fable, la nueva plataforma fue descrita por sus propios creadores como: “el Netflix de IA”.
La aplicación está orientada a la creación de escenas o episodios completos, escritos desde cero, como también a reutilizar contenido preexistente. El foco está puesto en los creadores de contenido, a diferencia de las grandes plataformas como Netflix y Disney+: apuesta a un nicho que busque crear sus propias historias.
Para poder hacer uso de la plataforma, cada usuario debe iniciar sesión en un chat grupal de Discord, para poder acceder al contenido. Si lo que se busca es crear piezas originales, se debe pagar una membresía que va desde los US$10 a los US$40, según el nivel de herramientas que pretenda utilizar cada creador: desde crear o modificar escenas o episodios enteros, introducir personajes, controlar planos y tomas, hasta ser parte de historias completas en constante desarrollo.
Además, desde la misma empresa impulsan un sistema colaborativo donde es posible utilizar las creaciones de otros usuarios con una retribución del 40% de los ingresos generados por el uso de su pieza original.
“Me parece muy positivo que se abran nuevas posibilidades para que cualquier persona pueda crear contenido audiovisual sin depender de los grandes estudios, que históricamente concentraron los recursos, la distribución y la visibilidad. Esta tecnología podría democratizar la creación y permitir que muchas ideas que antes no llegaban a ver la luz tengan su espacio”, comentó a LA NACION Santiago Vespoli, experto en tecnología y cofundador de Erebant -consultora especializada en inteligencia artificial-.
Cómo funciona
El objetivo principal del programa es la creación de series animadas. Su motor se basa en un modelo de lenguaje denominado SHOW-1, entrenado con datos provenientes de diferentes series de televisión. Además, opera con un sistema similar al de GPT-4 para poder crear imágenes animadas desde cero, como también voces, diálogos y guiones originales.
A partir de una frase, un audio o una imagen de referencia, el sistema ya está capacitado para poder crear un episodio completo basado en las directivas del usuario.
A futuro, la plataforma está pensada para que se genere una fusión entre los creadores de contenido y las grandes empresas de la industria. El CEO de la empresa detrás de la plataforma afirmó que están en tratativas para que estudios de Hollywood les otorguen la propiedad intelectual de su contenido. De esa manera, los usuarios podrán intervenir como ellos quieran las grandes historias con todos los derechos de autor necesarios sin perjudicar a sus dueños originales.
“Sobresaturación” e impacto laboral
De esta manera, las nuevas tecnologías ponen en jaque a los creativos, que temen por la existencia de su profesión a largo plazo. Además del impacto potencial en la producción de series, la línea legal es borrosa, ya que estas tecnologías se nutren de obras protegidas por derechos de autor.
“Si los contenidos empiezan a generarse en base a métricas y tendencias de mercado podemos terminar con una sobresaturación de productos muy similares, diseñados para maximizar clics o retención, más que para contar algo original. Además, el impacto en trabajos creativos es innegable. Guionistas, actores, animadores y editores pueden verse desplazados o tener que adaptarse muy rápido a un nuevo entorno donde la IA hace buena parte del trabajo”, agregó Vespoli.
En plena tensión por las huelgas históricas del año pasado —donde la IA fue uno de los puntos más sensibles—, la empresa Fable sorprendió al estrenar un episodio de South Park generado íntegramente con IA, como muestra de las capacidades de su tecnología. Aunque muchos criticaron los defectos humorísticos del experimento, otros lo vieron como una señal de que pronto el público podrá tener un rol más activo, creando o personalizando sus propios contenidos.
“En el mediano plazo, esto puede abrir la puerta a la descentralización de la producción de contenidos. Podría ser muy interesante si la industria decide abrir ese juego, poniendo a disposición las plantillas de sus series para que la gente cree nuevas cosas. No creo que sea algo para todos, porque hay quienes solo quieren mirar, pero la dinámica podría cambiar mucho. Se bajan los costos, se puede producir en masa con muy poco esfuerzo, y se democratiza la tarea creativa”, opinó para LA NACION Augusto Alegre, especialista en inteligencia artificial.
Fuente: Ámbito