A los 21 años, Aigul Akhmetshina debutó como Carmen en la Opera Royal House de Londres y sacudió los cimientos del mundo de la lírica. Se convirtió en una de las voces más codiciadas de la escena actual, recorrió escenarios de Europa, Estados Unidos y Asia y recibió críticas y halagos en todo el mundo. Pero detrás de ese éxito fulgurante se esconde una biografía tan singular como inspiradora. ¿Quién es está cantante lírica oriunda de un pequeño pueblito de Rusia quien, si bien sufrió un accidente que casi le cuesta la vida, hoy se prepara para presentarse por primera vez en el Teatro Colón en el marco del Ciclo Aura? Aigul Akhmetshina charló con Time Out Buenos Aires acerca de sus difíciles comienzos, su pasión por interpretar distintos géneros y su entusiasmo por cantar tangos en suelo argentino.
Nacida en un pequeño pueblo ruso casi imposible de pronunciar y de ubicar en el mapa (Kirgiz-Miyaki) Aigul pasó sus primeros años como todas las niñas de su entorno entre canciones infantiles y juegos de improvisación, pero no fue hasta que vió una ópera por primera vez que todas las piezas del rompecabezas encajaron para ella y su destino quedó sellado. “La ópera es una de las formas de arte más complejas: une muchísimas disciplinas artísticas en una sola”, define con certeza y resalta la importancia del trabajo colectivo: “Me fascina el esfuerzo en equipo que hay detrás: esa enorme maquinaria que empieza a funcionar mucho antes de que se levante el telón. Cuando las energías de todas esas personas finalmente se unen en una función, el resultado es mágico”.
Aigul Akhmetshina y el accidente que cambió su vida para siempre
Tuvo un terrible accidente de auto que la dejó sin voz, con la idea de que su vida había terminado tal como la conocía, para inmediatamente enfrentarse al rechazo de la Academia Gnesin de Moscú, una de las instituciones más prestigiosas de Rusia. Por aquel entonces no podía entender por qué le sucedían tantas cosas malas a la vez, pero la forzada pausa finalmente fue un punto de inflexión: tan solo medio año después, firmó su primer contrato con la Royal Opera House de Londres y la vida le recordó que a veces el destino tiene sus propios planes. Mirando para atrás reflexiona: “Cada obstáculo al que me enfrenté me fortaleció y me brindó la experiencia de vida que ahora llevo conmigo. Como me dijo una vez Sir Antonio Pappano: ´Incluso de las malas experiencias, siempre hay un resultado positivo; solo hay que encontrar el ángulo adecuado´”.
Su debut como Carmen en la Opera Royal House con sólo 21 años la lanzó al estrellato del mundo de la lírica y guarda recuerdos maravillosos y grandes bastiones que la sostuvieron durante el proceso “Fue una experiencia extraordinaria, y no podría haberla vivido sola. Ya había participado en la producción como Mercedes, así que había observado la puesta en escena de Barry Kosky y me sentí conectada con ella. Cuando se presentó la oportunidad, supe que podía adentrarme en la historia. Pero, sobre todo, me cautivó la confianza y el apoyo de la familia de la Royal Opera House: el coro, los músicos, mis colegas del Programa de Jóvenes Artistas Jette Parker, mis amigos, mi familia. En el teatro, nunca brillas solo; siempre es el trabajo en equipo lo que permite que una persona destaque”.
Una artista sin fronteras musicales
A la hora de hablar de referentes, asegura que nunca podría elegir uno solo. En la lírica admira a figuras como Olga Borodina, Marilyn Horne, Teresa Berganza, Lorraine Hunt Lieberson, Dame Janet Baker, Jessye Norman, Luciano Pavarotti, Dmitri Hvorostovsky o Ruggero Raimondi, entre muchos otros. Pero también reconoce la influencia de artistas de géneros muy distintos, desde Lady Gaga, Depeche Mode, U2, Queen y Mark Ronson, hasta Samara Joy, Nile Rodgers, Ella Fitzgerald, Solomon Burke, Ray Charles, Tina Turner, Nina Simone o incluso Eminem. Y con humor agrega: “Parece que tengo un trastorno de personalidad (risas), pero en realidad estoy obsesionada con la música en todas sus formas”.
Debuta en el Teatro Colón con sabor a tango
Esta es la primera vez que pisará un escenario argentino, nada más ni nada menos que en el Teatro Colón y sus expectativas son altas “Tengo un presentimiento muy bueno. Siempre he querido visitar Latinoamérica: admiro su cultura, su música, su baile y la pasión con la que la gente vive y cuenta historias. He oído que el público argentino es increíblemente cálido y acogedor, y estoy ansiosa por subir al escenario del Teatro Colón para presentarme”.
Para deleitar al público local incluyó algunos tangos y confiesa: “Siempre me encantó la música argentina y a menudo la incluyo en mis recitales. Para mí, era impensable no cantar algunas de esas canciones. Son irresistibles de interpretar: tan llenas de color, pasión y amor por la vida. Y el público siempre responde de inmediato”.
Promete que su presentación va a ofrecer “mucha variedad y conexión». Por supuesto, habrá momentos destacados del repertorio de mezzosoprano. Pero también quería traer canciones rusas, que son parte de mi herencia, y honrar al público argentino cantando su música en su propio idioma. Sí, es arriesgado tocar piezas que se han interpretado innumerables veces, pero mi esperanza es simple: brindarles a todos una velada hermosa, una cálida bienvenida y que la música nos conecte”.
Cuándo y dónde: domingo 14 de Septiembre, Teatro Colón. Entradas, acá y acá.
PING PONG
Una ciudad que ames en el mundo: Londres porque allí es donde comenzó mi historia artística, es mi segundo hogar. Es una ciudad de infinita variedad, donde la historia y la vida moderna se fusionan y donde se puede encontrar cualquier forma de arte que te guste.
Un restaurante donde te gusta volver: Olivomare en Londres. Es un pequeño restaurante italiano que sirve los mejores espaguetis con bottarga. ¡Para chuparse los dedos!
Una comida de tu infancia: puré de patatas con chuletas, un plato sencillo pero lleno de recuerdos y confort.
Un lugar para descansar: en la montaña, aunque no suelo tener tiempo de ir. Pero incluso una pequeña caminata me ayuda a recargar energías.
Una canción que sea la banda sonora de tu vida: «Así es la vida» de Frank Sinatra. Realmente retrata mi trayectoria: las subidas y bajadas y el siempre volver más fuerte. Para mí, se trata de afrontar las dificultades de la vida con resiliencia e incluso con una sonrisa, sabiendo que a cada caída le sigue una subida.
Un postre al que no podés decirle que no: el pastel de miel ruso o la tarta de manzana.
Una película que siempre queres volver a ver: la saga de Harry Potter. Y la película francesa «Intocable», siempre me inspira.
Un objeto que te acompañe siempre: un collar con la foto de mi hermana.