Marta Minujín presenta este sábado 8 de noviembre una nueva «obra monumental, efímera y participativa» en el Centro Cultural Recoleta: La Torre de Pisa de Spaghettis. Con esta instalación –que quedará inaugurada en la Noche de Los Museos 2025 y podrá visitarse hasta el 16 de noviembre– la artista plástica amplía su catálogo de intervenciones en las que el espectador es protagonista y que marcaron la historia del arte contemporáneo argentino. Algunas piezas emblemáticas que componen esta colección son el Lobo Marino de Mar del Plata hecho de alfajores, el Obelisco de pan dulce o la Torre de Pan Lactal en Irlanda.
Para Minujín, cada ciudad tiene un monumento que sintetiza su esencia. Por eso, su versión de la Torre de Pisa está hecha de una estructura metálica apaisada de casi 20 metros de largo y 17 mil paquetes de fideos, la primera comida que aparece en el imaginario cuando se piensa en la gastronomía italiana. La obra podrá visitarse desde el próximo sábado las 7 de la tarde en la terraza del CC Recoleta, con entrada libre y gratuita.

«En la explanada grande hay toda la pasarela que sube, la gente camina por adentro, va hasta la punta y ahí cuatro dibujos animados muestran como la Torre se despega de Pisa, anda por el espacio sideral, ve la Argentina, pasa por el Museo de Bellas Artes y llega (al CC Recoleta)», explica la autora de la obra en diálogo con Página|12.
En la misma noche de la inauguración, los asistentes podrán a llevarse los spaghettis que recubren la estructura. Así, Minujín planea transformar la obra en una acción colectiva y una celebración popular. Luego, la instalación recibirá espectadores hasta el domingo 16 de noviembre. Eso sí, Torre de Pisa solo quedará recubierta por las etiquetas de los paquetes de fideos.

«La Torre de Pisa siempre me fascinó, aparte acá está lleno de italianos, mi marido es descendiente de italianos, mis chicos, todo el mundo», comentó Minujín –quien prefiere comer los spagettis solamete con manteca y queso, sin salsa– respecto de los motivos que la llevaron a crear este nuevo capítulo en sus obras monumentales.
Para la autora, los mitos populares «deberían ser otros», no un Obelisco o Partenón simplemente «parado». «Todo debería poder verse desde otro punto de vista, porque el mundo cambió a un pensamiento multidireccional», reflexiona Minujín.

«Me encanta cuando las ideas no tienen fecha de caducidad. En 1979 imaginé un happening sin igual: la Estatua de Libertad hamburguesas. Una pieza interactiva invitaría al público a tomar decisiones, recorrerla por dentro y por fuera. Parte de la serie los mitos caídos, a lo largo de los años logré materializar el Partenón (¡dos veces!), la Torre de Babel y el Obelisco de pan dulce: obras que definieron mi trayectoria y me obligaron a repensar qué es un happening», destacó Minujín en sus redes sociales en la previa a la inauguración de su nueva instalación artística.
Los próximos pasos en la obra de la artista incluyen una nueva obra monumental, especialmente pensada para tocar la fibra de la argentinidad: una pelota de fútbol de dulce de leche de 15 metros de diámetro. Una nueva forma de decir, en clave Minujín, que el arte también es juego e identidad.
Fuente: Página12

