Las mil caras de Chávez y la «Revolución Bolivariana»

Al grito castrista “Patria o muerte” que da título a la obra le falta completar la frase del revolucionario cubano con “venceremos”. Porque la victoria, entre tanta tragedia, parece no tener sentido. Por: Matías Crowder, desde Girona, España.

 

Se trata de la historia reciente de Venezuela, llevada a la ficción por el periodista y escritor venezolano Alberto Barrera Tyszka  (1950, Caracas), ganadora del último Premio de Novela Tusquets. Novedad literaria del 2016, la novela es un valiente relato sobre las tensiones e incertidumbres en la que vive un país pendiente de los últimos días de su carismático y contradictorio líder Hugo Chávez.

Chávez se ha vuelto el eje mismo de todo lo que sucede en Venezuela. Su discurso, ha llegado incluso a estar casi diez horas hablando frente a las cámaras en Cadena Nacional, se ha vuelto el relato mismo de un país en que solo prospera la violencia. Es en este mundo donde un oncólogo retirado recibe una misteriosa caja de su sobrino, un funcionario del círculo más íntimo de Chávez, para que resguarde un secreto que podría hacer desmoronar los pilares mismos de la tan mentada “revolución bolivariana”. Un periodista rastrea la información en la búsqueda de interrumpir aquel silencio impuesto que es la enfermedad del primer mandatario. Una madre y su hija se recluyen en su departamento sin salir más que lo imprescindible temerosas de la violencia que reina en la calle. Una estudiante americana viaja interesada por el carisma de Chávez para un estudio en primera persona, desentrañando aquella habilidad del líder de llegar a sus partidarios. ¿Es a Chávez a quién debe estudiar, o es a los que le necesitan y se ven hipnotizados por aquel carisma?, se pregunta. Una novela que se zambulle de lleno en las mil caras de Chávez y el destino de todo Venezuela.

Cuando sucedió el último atentado en París, y el mundo se cubrió de luto, los internautas con precedencia venezolana se preguntaban en las redes por qué los datos de la cantidad de muertos en crímenes violentos de su país no llamaba la atención. Según el “Observatorio Venezolano de la Violencia” el año anterior de la muerte de Chávez se habían registrado 19336 asesinatos en el país. Una suma fatal que sentenciaba que durante 2011 se habían producido 52 homicidios por día en el país. Dos por hora. Estadísticas cuyas cifras no harían más que crecer desde aquel entonces.

“Tu eres Chávez”, fue uno de los eslogan durante la campaña electoral de ese año. “El es Chávez, ella es Chávez, los niños son Chávez, las madres con Chávez, todos somos Chávez. !Porque yo ya no soy  Chávez!”, gritó estirando su voz al máximo en uno de los cierres de campaña el primer mandatario. “Yo soy un pueblo, carajo!” Campaña que demuestra que el carisma presidencial es tan natural como omnipresente. Puede con la violencia, puede con la crisis económica. La novela intenta mostrar así las múltiples facetas de aquel hombre que cambió un país, que llevó la llamaba “revolución bolivariana” hasta sus últimas consecuencias. Visión amplia y necesaria del panorama de los últimos años de Venezuela que intenta una integración coral de todas las voces. Las que critican al mandatario, las que intentan comprenderlo. La joven estudiante americana que llega al país con el fin de estudiar a Chávez se pregunta porqué aquella gente pobre, de parajes rurales perdidos en los valles, le sigue con tanto fervor. Y es aquel factor por el cuál el populismo ha sabido ganarse su espacio político en Sudamérica. Chávez nombra a los pobres, aquellos que hasta su llegada al poder estaban exiliados de la misma palabra. Ellos comienzan a existir en su voz.

Cuando el autor ganó el premio de novela Tusquets en septiembre de 2015, los jurados hablaron de la necesidad de una novela que contara lo que en verdad sucede en Venezuela, que abriera ese techo para enseñar al lector aquello que se esconde tras la “revolución bolivariana” iniciada con Chávez y continuada con Maduro con fines inciertos.

Alberto Barrera Tyszka demuestra así su calidad de periodista y escritor policromático, que bien puede cambiar de los guiones de las telenovelas, ha participado en más de diez “culebrones” que han sido un éxito en todo Sudamérica, regirse por los cánones más estrictos del periodismo y la no ficción para contar historias de la Venezuela actual (“Hugo Chávez sin uniforme: una historia personal”, o la colección de crónicas “Alta traición”) como revelarse ya desde el año 2006 como una de las voces latinas más importantes con el Premio Herralde de Novela (“La enfermedad”). El premio Tusquets consolida una carrera de un escritor abocado a seguir siendo la sonda y la voz crítica de su sociedad.

Por: Matías Crowder, desde Girona, España.