“La primera impresión es la que cuenta”, dice el dicho. Y nada más cierto cuando llegamos a un lugar y percibimos ya desde la puerta y de manera inconsciente, la energía del ambiente. Este Chi está proyectado por el espacio que nos recibe en primera instancia.
El recibidor o hall de entrada debe ser el lugar de bienvenida cotidiana para los invitados pero también para la familia luego de una larga jornada fuera del hogar.
El tradicional cartel con la leyenda “Hogar dulce hogar” o el felpudo de “Bienvenidos” son símbolos típicos de esta función que ha cumplido siempre el recibidor en el hogar.
Si al llegar alguien se encuentra con un espacio oscuro, con objetos antiguos o desorden o con un vacío frío, la sensación será de decaimiento y hasta de rechazo. Un recibidor ausente o defectuoso no invita a la energía positiva a ingresar.
En cambio un espacio luminoso, cálido, con una planta vital, un cuadro con flores o un pequeño dressoire con fotos alegres y primaverales, serán de inmediato un estímulo positivo para ingresar con mejor actitud.
Para activar la energía positiva en el recibidor podemos seguir algunos consejos sencillos pero efectivos.
Si el departamento no tiene estructuralmente un hall de recepción debe ser creado mediante la ambientación de un sector.
Algunas estrategias consisten en colocar cerca de la puerta de entrada una pequeña mesa de apoyo, repisa ó dressoire para poder apoyar las cosas ni bien se entra. Una lámpara, una escultura o simplemente un cuadro que atraigan la atención podrán recrear la idea de hacer un impás antes de pasar al resto de la vivienda. No coloquen espejos enfrentados a la puerta de entrada porque provoca rebotes de energía.
Los colores también dan energía a los ambientes y deben usarse estratégicamente. Según su vibración cromática pueden dividirse en colores Yin ó Yang. Los rojos, amarillos y naranjas son colores Yang estimulantes de la actividad. Los celestes, rosados, beige o verdes agua son colores Yin que inducen a la calma
Se aconseja aplicar una combinación equilibrada, siendo ideal para el recibidor una base general Yin con detalles Yang, por ejemplo, paredes claras que den luminosidad y calidez, combinadas con objetos de decoración en tonos intensos.
La energía debe circular sin obstáculos para no estancarse, un espacio ordenado y despejado permitirá que fluya correctamente.
Los objetos e imágenes que se encuentren en al área de entrada emiten mensajes y energía. Debemos elegirlos con buen gusto y cuidado. Un felpudo de bienvenida, limpio y en buen estado, de forma semicircular, o un cartel con palabras en positivo (Dulce Hogar, Bienvenidos, Sonríe) son señal de que se ha llegado a un lugar con buena predisposición a recibir.
Al entrar a la casa y ver un cuadro con una imagen femenina solitaria mostrará un aspecto de la mujer de la casa o el concepto que se tenga de lo femenino. Es por eso que la imagen que veamos deberá ser positiva y cercana al ideal esperado. Hay que evitar cualquier imagen que proyecte sentimientos o sensaciones negativas como tristeza, tensión, violencia o sufrimiento. Tampoco se aconsejan las flores secas ni de plástico.
No dejen facturas impagas o como recordatorio de pago sobre la mesa de ingreso, esta situación emitirá una señal de deuda ni bien se entra. Si colocan portarretratos con fotos de la familia, las instantáneas deben transmitir alegría, y nunca los ubiquen mirando hacia la puerta de entrada, esto produce una fuga de energía.
El recibidor es además un lugar propicio para incluir algún talismán Feng Shui que active el Qi de la buena fortuna, por ejemplo, una rana de tres patas mirando hacia adentro.
Estimular todos los sentidos
habitualmente no tenemos conciencia de la importancia de los aromas en nuestra vida. El mundo material está repleto de una amplísima variedad de aromas invisibles que nos revitalizan o nos deprimen.
Los aromas puros y naturales son necesarios en el Feng Shui. El recibidor es un lugar ideal para colocar velas aromáticas, hornillos con esencias naturales de naranja, lemongrass o limón. Estas fragancias aportan sensaciones únicas, estimulantes y alegres. La lavanda, la melisa o el aceite de May Chang pueden usarlse si desea generar calma y paz.
Una lámpara de sal ionizante es muy propicia para dejar encendida de día y de noche en el área de bienvenida. Su luz anaranjada es muy agradable pero además estas lámparas emiten 300 iones por segundo, lo que las convierte en una herramienta eficaz para mantener los espacios vitales y energéticamente limpios. Otra función que cumplen es redireccionar la energía.
Los sonidos suaves y agradables también generan sensaciones armonizadoras. Carillones de cinco varas huecas colgados cerca de la puerta de entrada pueden emitir un sonido amistoso con la brisa que ingresa y envolver el ambiente con una energía acogedora y positiva.
Recuerden siempre que para disfrutar del hogar en armonía no es necesario cambiar de casa sino mejor verla con nuevos ojos y vivirla con nuevas sensaciones.