PEQUEÑO REY
Te busqué por los caminos
Más oscuros y distantes,
Te encontré y te perdí
Y no volví a encontrarte
Hasta que un día entendí,
Fatigado ya de buscarte,
Que estabas muy cerca de mí
Desde aquella lejana tarde
Eras un niño apenas
Que soñaba con escaparse
Para dejar atrás las peleas
Del mundo de los grandes
No entendías ese mundo
No aceptabas sus reglas
Querías algo más puro
Sin traiciones ni tristezas
Y así fuiste descubriendo
Caminos entre malezas,
Y atravesando desiertos
Armaste tu fortaleza
En ese refugio habitaste
Con tus sueños y tus reglas
Que no sabían de odios,
De rencores ni tristezas
“El mundo de los espejos”,
Lo llamaste,
Y en ese reino habitaste
Durante todo este tiempo
Hoy quisiera que volvieras
Y te sentaras a mi lado,
Y quisiera que me hablaras
De tu reino inmaculado
Hoy soy yo quien necesita
De tu escudo y protección
De la fortaleza en la que habitas
Y eres rey sin corona ni blasón
Y sentados codo a codo
Hablemos de nuestro pasado
Desde aquella lejana tarde
Hasta este presente cercano
Hablemos y dejemos que el mundo
Avance a nuestro lado,
Aislados de su murmullo
Y de sus mil ruidos descontrolados
Porque ese niño que fuiste
No está perdido ni olvidado,
Ese niño es este hombre
Que lo buscó sin descanso
Ese niño sabrá contarme
Cómo es su reino inmaculado,
Y también vendrá a decirme
Que soñar no es en vano
Que los fantasmas no existen,
Que los hombres los inventamos,
Y que este mundo incomprensible
Puede ser derrotado
Y entonces sabré que la búsqueda
No habrá sido en vano
Y habré encontrado motivos
Para seguir caminando
Aquí estoy, pequeño rey,
A la vera del camino
Con ansias esperando.
***
Alejandro Casas
Abogado, docente y escritor.