Asesinaron al director de cine Dariush Mehrjui, crítico del gobierno iraní y uno de sus artistas más reconocidos de su país

El realizador apuñalado fatalmente junto a su esposa Vahideh Mohammadifar había recibido amenazas de muerte recientemente

El director Dariush Mehrjui y su esposa Vahideh Mohammadifar fueron asesinados el sábado en su casa de las afueras de Teherán

El director iraní Dariush Mehrjui, de 83 años, y su esposa, la guionista Vahideh Mohammadifar, figuras claves del cine de su país desde los años setenta, fueron encontrados sin vida la noche del sábado por su hija, Mona, que iba a visitarles a su domicilio en Karaj, a unos 20 kilómetros de Teherán, para cenar con ellos. La pareja murió asesinada a cuchilladas, según informan hoy, domingo, los medios estatales iraníes. La agencia oficial de noticias iraní IRNA cita al funcionario judicial Hossein Fazeli, que asegura que están investigando las presuntas amenazas de acuchillamientos a los cineastas hechas en las redes sociales en las últimas semanas, y que había denunciado Mohammadifar.

Mehrjui abrió con su segunda película,La vaca (1969) una nueva era en el cine iraní. Tras asistir al programa de cine de la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU) a principios de la década de sesenta, el estreno de La vaca, ambientada en una aldea iraní que sufre la pérdida de su única vaca, marcó el punto de partida de un nuevo cine más atento a las condiciones sociales de su país. A aquel largometraje de vanguardia lo siguieron después los trabajos de otros resonantes realizadores iraníes como Abbas Kiarostami y, más tarde, Mohsen Makhmalbaf.

Dariush Mehrjui, su esposa Vahideh Mohammadifar y su hija Mona en un evento realizado en Teherán en 2013
Dariush Mehrjui, su esposa Vahideh Mohammadifar y su hija Mona en un evento realizado en Teherán en 2013Amir Kholousi – Iranian Students’ News Agency, ISNA

El reconocimiento internacional le llegó a Mehrjui primero en 1971 cuando su film Gaav obtuvo el premio de la crítica internacional en el festival de Venecia y años más tarde, en 1993 fue galardonado con la Concha de oro del festival de San Sebastián por la película Sara, una adaptación de la obra teatral Casa de muñecas del dramaturgo noruego Henrik Ibsen, trasladada a la sociedad iraní que esbozaba una dura crítica a la situación de las mujeres en ese país. Otra de sus películas, Leila (1996), analiza las diferentes concepciones del matrimonio en Irán y Bemani (2002), que se estrenó en la sección Una Cierta Mirada del festival de cine de Cannes, retrata la historia de un grupo de mujeres provincianas que luchan por llevar una vida normal en la sociedad ultraconservadora de Irán.

Como la mayoría de los directores de su país Mehrjui luchó contra la censura gubernamental durante toda su carrera, y fue uno de los críticos más abiertos del régimen islámico de Teherán. El año pasado, publicó un video criticando al gobierno por la prohibición de estrenar su última película, LA Minor, que describe el enfrentamiento entre un padre y una hija que quiere tocar música. En su denuncia grabada el realizador le hablaba directamente al ministro de cultura que aseguraba que el permiso que le había otorgado para el estreno había expirado. “Respetado ministro, ya no puedo soportar esta situación. Quiero luchar contra esta injusticia. Máteme, haga lo que quiera conmigo, destrúyame pero no voy a dejar de reclamar mis derechos”, se lo veía diciendo en el video difundido en marzo del año pasado. En aquel momento la asociación de cineastas de Irán dio a conocer un comunicado en el que calificaban a Mehrjui como “la voz de toda la comunidad cinematográfica iraní” y le dio todo su apoyo a él y a muchos de sus colegas que soportan la censura, la prohibición de filmar y hasta la cárcel.

Mehrjui en 1998 durante la filmación de su película El árbol de la pera
Mehrjui en 1998 durante la filmación de su película El árbol de la peraKaveh Kazemi – Hulton Archive

De hecho, el año pasado el reconocido director Saeed Roustaee fue condenado a seis meses de prisión luego de que su film Leila’s Brothers fuera presentado en el festival de Cannes. La película que relata la vida de una familia en Teherán esforzándose por ganarse la vida fue acusada de contribuir a la propaganda contra el régimen islámico. Lo que resultó en la condena de Roustaee y su productor que fueron encarcelados por nueve días y a los que les suspendieron el cumplimiento del resto de su condena con una libertad condicional de cinco años, un periodo en el que no podrán realizar películas. Además, el reconocido director Jafar Panahi que lleva años en arresto domiciliario por sus criticas al gobierno también fue encarcelado el año pasado por reclamar por el paradero de dos de sus colegas secuestrados por las fuerzas de seguridad estatales

Sobre el doble asesinato, Hamid Hadavand, jefe de policía de la provincia de Alborz, donde se encuentra la ciudad de Karaj, aseguró a la agencia de noticias IRNA que no había ninguna pista sobre los motivos. En cambio, la agencia Tasnim sí se aventuraba a señalar al robo como causa: según este medio, faltaban algunos objetos de oro en la casa del cineasta. Con todo, su conocida posición de opositor artístico al régimen, y la denuncia previa de amenazas realizada por Mohammadifar alentó todo tipo de rumores sobre los homicidios. Hanif Soroori, asistente del cineasta, quien también visitó la casa el sábado, subrayó que la puerta de entrada estaba forzada y que lo aislado de su localización, aunque fuera dentro de una urbanización, provocaba que no hubiera testigos que aportaran pistas a la investigación.

Fuente: Gregorio Belinchón, La Nacion