No es habitual que una película argentina inaugure la competencia oficial de uno de los festivales de cine más importantes del mundo. Eso fue lo que ocurrió en Berlín, que puso en marcha la carrera por la conquista del Oso de Oro de este año con la proyección de El prófugo ( The Intruder será su título internacional), segundo largometraje de Natalia Meta ( Muerte en Buenos Aires), que se proyectó a sala llena, con aplausos del público y elogios de la prensa especializada, con la presencia de una nutrida delegación.
Allí estuvieron, además de la realizadora y los productores del film, sus protagonistas: Erica Rivas, Daniel Hendler, Nahuel Pérez Biscayart y Cecilia Roth. El prófugo, inspirado en la novela El mal menor, de C. E. Feiling, es un thriller psicológico que gira alrededor de Inés, una especialista en doblaje cinematográfico (Rivas) que comienza a experimentar confusiones cada vez más fuertes entre la imaginación y la realidad después de un viaje con su nueva pareja (Hendler), durante el cual vivió un episodio traumático. En esa existencia cada vez más complicada, la protagonista comienza a vivir serios problemas de personalidad.
«La película se basa en la idea de que los sueños tienen el mismo nivel ontológico que la vigilia y que en el mundo fantástico puede no haber fronteras entre el bien y el mal», dijo Meta a la prensa internacional. Para la directora, el punto de partida de la película tenia que ver con el terror. «Pero tuve que llevarlo a través del drama y la comedia, no podía sostener el terror puro», agregó sobre una película que se filmó el año pasado en Buenos Aires y Playa del Carmen.
La jornada inicial de la Berlinale número 70 comenzó con un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la matanza de nueve inmigrantes perpetrada en la ciudad alemana de Hanau por un fanático ultraderechista que luego se suicidó.
Después de la proyección de otra película en competencia, la italiana Volevo nascondermi, de Giorgio Diritti, apareció la figura que acaparó todas las miradas y la atención de los medios y el público. Johnny Depp llegó a Berlín para presentar, fuera de concurso y en la sección Special, la película Minamata, de Andrew Levitas, un proyecto independiente en el que interpreta a W. Eugene Smith, uno de los grandes reporteros gráficos de la historia. El film habla del último reportaje de Smith, en 1971: el registro de la contaminación con mercurio de los habitantes de un pequeño pueblo pesquero japonés, que le da el nombre a la película. «Había que hacer la película con responsabilidad, porque las consecuencias del hecho siguen hasta hoy», dijo Depp.
Fuente: La Nación