Comentario de Barbie, a propósito de su inminente reestreno en salas IMAX con nuevas escenas agregadas

Por Amadeo Lukas, especial para DiariodeCultura.com.ar.

Dirección: Greta Gerwig. Guión: Gerwig y Noah Baumbach. Con Margot Robbie, Ryan Gosling, America Ferrera, Michael Cera, McKinnon, Will Ferrell.

Barbie constituye un verdadero acontecimiento cultural capitalista, acerca de un producto concebido dentro de ese marco, pero que se interpela y cuestiona a sí mismo, por momentos mordazmente.

Un film sin dudas que único y singular, que le debe quizás algún concepto a Toy Story o a la impronta kitsch de Wes Anderson o Almodóvar, pero que impone su propio estilo y personalidad. Barbie se abre camino con partes iguales de lucidez y frescura, dentro de un tono naif y burlón que no ofende a ninguno de los dos sexos pero que en ningún momento deja de desmistificar y rebatir a ambos y a sus respectivas mitologías. Una sabia y delicada mixtura que mantiene a toda prueba.

Mezcla de comedia, drama, musical, film con temática infantil y a la vez para adultos, Barbie se reinventa y redobla su apuesta a lo largo de su metraje sin perder su puntilloso equilibrio expresivo.

Un guión imaginativo y a la vez inteligente de la directora Greta Gerwig y Noah Baumbach, se interna en terrenos inesperados de las particularidades y los vínculos entre mujeres y varones, y va avanzando con cambiantes alternativas, pero siempre con el entretenimiento como premisa. El multicolor concepto visual y estético es otro factor atrayente, en total consonancia con el vestuario, el maquillaje, los peinados y la brillante escenografía. Que reconstruye ese universo Barbie a través de una mini ciudad lúdica e idílica, Barbieland.

Para los que aún no la vieron, no vale la pena contar la trama que atraviesa tanto ese universo como el de la vida cotidiana o real –pero que en realidad llega a parecer más irreal que el de juguete-, salvo adelantar que a partir de una singular crisis de personalidad de la muñeca, devendrá una búsqueda de autoconocimiento de Barbie y del entrometido Ken, que tendrá impensadas derivaciones.

Por último las magníficas caracterizaciones de Margot Robbie y Ryan Gosling representan la principal atracción actoral, pero todo el reparto está muy bien, aún los más pequeños roles entre el mundo de fantasía y el presuntamente real, destacándose Michael Cera como el muñeco Allan y el siempre histriónico Will Ferrer como el director de la compañía fabricante de Barbies.

La ex actriz (A Roma con amor) Gerwig potencia en su tercera película las virtudes visualess y narrativas vistas en Lady Bird y Mujercitas, llevando todo en este caso a un terreno de formidable suceso. Algo que seguramente no estuvo para nada ausente en su concepción del film y que sin dudas merece.