Dos denuncias de abuso sexual sacuden al cine español a pocos días de los Premios Goya

A días de la ceremonia de los Premios Goya, los directores de cine Carlos Vermut y Armando Ravelo (imagen de portada) fueron acusados por abusos sexuales por varias trabajadores del sector de la industria del cine español.

Primero fue el caso de Vermut, responsable de filmes como «Mantícora» y «Magic Girl», denunciado a partir de una investigación del diario El País que puso el foco en hechos transcurridos entre 2014 y 2022 y que involucran a una empleada de una estudiante de cine, a una empleada de una de sus producciones y a otra trabajadora del sector cultural.

Las tres denunciantes, que hasta el momento no presentaron ninguna denuncia ante la policía por miedo al estigma social o el temor a perder sus trabajos, aseguraron haber sufrido «violencia sexual», mientras que el apuntado admitió que tuvo relaciones sexuales con esas mujeres pero que siempre fueron de mutuo acuerdo.

Carlos Vermut

A partir de esta investigación que sacude a la opinión pública española, diversas organizaciones del sector, productores, cineastas, actrices y actores y otras asociaciones, condenaron la violencia sexual y cualquier «forma de abuso contra las mujeres» y se solidarizaron con las víctimas al igual que el Gobierno español que lo hizo a través de la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, quien pidió ponerle fin a «violencias machistas».

En tanto, la Academia de Cine española se sumó a los mensajes de solidaridad y dejó en claro que avanzará para hacer visible la lucha por ponerle fin a los abusos en el sector en la próxima gala de los Goya que tendrá lugar el 10 de febrero.

En paralelo, este lunes el director canario Armando Ravelo, fue acusado este lunes por la actriz Koset Quintana de haberla incitado a tener sexo después de ofrecerle porno y drogas cuando ella tenía apenas catorce años.

El director anunció hoy que se retira del cine y de la vida pública tras reconocer la veracidad de las acusaciones en su contra, aunque asumiendo «no haber cometido ningún delito» por desconocer que la denunciante era menor de edad.

El cineasta dijo que en aquel tiempo «estaba muy subido y se creía impune» y añadió que hoy asume las consecuencias que tendrá la denuncia para su carrera, razón por la que ha elegido retirarse definitivamente de su profesión y de la «vida» tal como la «conocía» antes».

Reconoció su comportamiento «reprobable» y admitió que es entendible que sus acciones sean denunciadas por la víctima: “Estamos en una época en la que los hombres tenemos que revisar nuestras conductas. Asumo todas las consecuencias. El fuego purifica”, señaló en declaraciones a la Cadena Ser el director de los largometrajes «La piel del volcán» y «Érase una vez en Canarias».