Más de mil personas murieron en la tragedia del Titanic y más de dos mil vivieron para contarlo. Parte de estos testimonios fueron necesarios para los historiadores a la hora de construir el relato sobre el trágico suceso que marcó a la humanidad a comienzos del siglo 20. James Cameron fue uno de esos interesados en el tema que llevó este acontecimiento al cine con una destreza sorprendente, ya que, el uso de efectos especiales y escenificación se adelantó a su tiempo. Sin duda, marcó un antes y después en la industria cinematográfica de Hollywood.
El primer largometraje en retratar el hundimiento del transatlántico de lujo RMS Titanic se tituló Atlantic (por razones legales) y fue filmada en Reino Unido. Se estrenó en 1929, unos 17 años después de los hechos, y tejió una historia de amor y engaño ambientada en un buque. Por otro lado, la primera en Hollywood en llamarse Titanic –hubo una alemana antes- llegó a la pantalla grande en 1953. Ninguna de estas es tan recordada como el film que protagonizaron unos jóvenes Leonardo DiCaprio y Kate Winslet.
«Titanic» contó con un set gigante en Baja California, el trabajo de miles de profesionales y el protagónico de dos jóvenes estrellas. (20th Century Studios)
El también director de Avatar siempre tuvo la intención de hacer una producción a gran escala: el punto de partida era la construcción de un barco real. Para esto, necesitó un set de gran tamaño de los estudios de Fox en Baja California, México. La ubicación de los platós también fue estratégica por su cercanía al océano Pacífico, aunque la escena del hundimiento como tal requirió a su vez de la filmación de maquetas en miniatura. El barco como tal estuvo contenido en un tanque de agua gigante que costó 40 millones de dólares, una cifra astronómica para mediados de los 90.
Además, contó con la participación de miles de artistas, diseñadores, productores, técnicos y más profesionales en el estudio. Kate Winslet recuerda muy bien este panorama, porque tal vez sea la única vez que trabajó con tanta cantidad de personas detrás de cámaras. Tenía muy poca experiencia actoral para ese entonces y la memoria se quedó grabada en su mente. Sumado a ello, la rutina no era la más agradable, porque eran largas horas de trabajo y todos tenían un rol que cumplir en cada toma.Entrevista a Kate Winslet
“Llegamos a casa del trabajo a las 6:30 de la mañana de un domingo, podemos dormir y tal vez podemos comer por la tarde. El lunes regresamos al trabajo y de vuelta al mismo ciclo de seis noches seguidas. Cuando honestamente miro atrás y a la gente que fue parte de hacer la película, eso es lo que todos recordamos”, había asegurado la ganadora del Oscar en declaraciones exclusivas para Infobae por el reestreno de Titanic este año. “Fue muy duro para todos”, admitió.
“Todo sobre la filmación era difícil para todos por las condiciones del clima o lo largas que serían las horas, mucha gente estaba lejos de sus familias por un largo tiempo. Yo estaba lejos de mi familia por siete meses y medio, y solo tenía 21 años. Eso fue muy difícil. Entonces, creo que, ante la ausencia de las familias y los amigos en casa, Leo y yo realmente nos aferramos el uno al otro de inmediato. Y fue asombroso trabajar con él, éramos más similares de lo que creíamos”, continuó la actriz sobre su experiencia en el rodaje.
El rodaje de la película ganadora del Oscar fue uno de los más complejos en la historia del cine. (20th Century Fox)
El 11 de septiembre de 2001, exactamente el día del ataque terrorista contra la Torres Gemelas del World Trade Center, el cineasta James Cameron se sumergió para ver de cerca el navío hundido en el fondo del mar. Estuvo en un submarino a casi 13 mil pies bajo el agua, junto a una tripulación, con el objetivo de estudiar el naufragio que representó en la ficción unos años antes. En ese entonces, consideró haber sido “el último hombre en el hemisferio occidental en enterarse de lo que había sucedido”, de acuerdo a declaraciones brindadas a Spiegel International en 2012.
“El día que los terroristas del 11 de septiembre asesinaron a tres mil personas en Nueva York y Washington, simplemente me estaba sumergiendo en el Titanic”, dijo al citado medio. “Durante un tiempo, pensé: ‘¿Por qué nos sumergimos en la historia mientras se fabrican piezas nuevas, mientras el suelo en el que estamos parados tiembla?’”.
James Cameron también se sumergió en un barco sumergible para ver el Titanic. (REUTERS/Mario Anzuoni)
Fuente: Infobae