Joaquín Furriel habla de su nueva vida en Madrid, su amor con Guillermina Valdes y de su «presente maravilloso”

A los 49, se instaló en España para filmar una serie durante siete meses. Además, una marca internacional lo eligió como imagen de su campaña.

Aunque en tres días viajará a Madrid, donde se instalará por siete meses para filmar una serie (de la que no puede dar muchos detalles), Joaquín Furriel (49) se hace tiempo para charlar distendido con ¡HOLA! Argentina sobre el gran momento profesional y personal que atraviesa. Este año tiene previstos tres estrenos en cine: El aroma del pasto recién cortado, de la directora Celina Murga y que tiene como productor ejecutivo a Martin Scorsese; Descansa en paz, dirigida por Sebastián Borenzstein; y Una muerte silenciosa, un thriller ambientado en la década de los 80 y que se filmó enteramente en la Patagonia. Como si esto fuera poco, la firma italiana Moncler lo eligió como imagen de su campaña, y hace unos meses volvió a encontrar el amor de la mano de Guillermina Valdes.

–¿Cómo estás con la mudanza a Madrid?

–Por un lado, estoy muy entusiasmado con el proyecto, y por el otro, con ese sentimiento de desconocimiento de cómo va a ser. Yo pasé dos o tres meses afuera, de hecho estuve filmando en la Patagonia, pero nunca tanto. Estaré la mayor parte del tiempo en Madrid, una ciudad que para mí es como una segunda casa. Tengo amigos, parte de mi familia está allá, uno de mis hermanos vive en Palma de Mallorca… con la tecnología las distancias se achican, y cualquier lugar con vuelo directo hace las cosas más fáciles. Pero yo soy un enamorado de mi país. Tuve muchas posibilidades de trabajar afuera e instalarme por mucho tiempo, y sin embargo, elijo la Argentina a pesar de todas las dificultades que atravesamos. Acá están mi paisaje humano, mis afectos…

Furriel, fotografiado en las calles de Madrid.
Furriel, fotografiado en las calles de Madrid.

UN LARGO CAMINO, EL MISMO ESPÍRITU

Joaquín nació en Lomas de Zamora y creció en Adrogué. A los 15 años debutó en teatro, en el grupo teatral de Almirante Brown –el barrio donde vivía–, y estudió en el Conservatorio de Arte Dramático. Se destaca en cada trabajo que atraviesa, porque más que interpretar un papel, lo interpela, lo da vuelta y lo pone cabeza abajo. Eso lo convirtió en uno de los actores argentinos más prestigiosos, un artista que se atreve al drama y a la comedia, al cine y al teatro, su gran amor. “A mí me gusta mucho la antropología, así que la investigación de los personajes es el proceso que más disfruto. A veces me tengo que pellizcar porque sé que esto no les pasa a todos, pero cuando miro para atrás, desde que me tomaba el tren para ir a estudiar teatro, me doy cuenta de que ese espíritu sigue vivo. Lo más importante para mí es conectar con el momento que me toca vivir”, cuenta el actor, que ya tiene planeado volver a hacer teatro clásico en el segundo semestre del 2025 (en 2010 hizo La vida es sueño y en 2019 Hamlet en el Teatro San Martín). “Cada dos o tres años quiero parar la agenda para hacer teatro, sobre todo clásicos, porque cuando los hago, todo vuelve a cobrar un sentido mayor”, confiesa.

“Después del ACV me quedé en silencio un tiempo, empecé a conectar más con otras cosas, capaz antes era muy mental y me puse más emocional”, revela el actor.
“Después del ACV me quedé en silencio un tiempo, empecé a conectar más con otras cosas, capaz antes era muy mental y me puse más emocional”, revela el actor.

–Este año vas a cumplir 50. ¿Tuviste alguna crisis con la edad?

–No, lo más importante es cómo me siento físicamente. Y por suerte, me siento bien, entre – no, tengo una vida saludable. Más allá de eso, cuando sentís que lograste ser lo más auténtico que uno puede ser –siendo lo que uno es y no lo que se debería ser– es fantástico. En lo personal estoy en un momento maravilloso, soy el actor que tenía ganas de ser. Cuando pienso en todo el trabajo que tengo, me emociono.

–¿A veces te planteás parar un poco?

–Mi descanso está en la actividad que hago, disfruto mucho del trabajo, me cruzo con personas muy interesantes… También cuando no trabajo me enriquezco de mis afectos, de la gente que quiero.

“Cuando empezás a poner en palabras lo que sentís es porque no sucede. Las palabras son para ordenar el afuera, el sentimiento es difícil definirlo, no habita el mundo de las palabras”, dice sobre su relación con Guillermina.
“Cuando empezás a poner en palabras lo que sentís es porque no sucede. Las palabras son para ordenar el afuera, el sentimiento es difícil definirlo, no habita el mundo de las palabras”, dice sobre su relación con Guillermina.

–Una carrera con proyección internacional, festivales, alfombras rojas y ahora modelo internacional… ¿Cómo bajás a tierra?

–Yo tengo una vida con un círculo muy valioso, una red afectiva increíble. Con mis tres mejores amigos nos conocemos desde chicos, con dos de ellos desde el jardín de infantes. Son esos amigos que por más que pase tiempo y no veas por las diferentes obligaciones, a los cinco minutos está todo igual. Conocen toda la película. Estar en una alfombra roja es como un juego, después cuando volvés a tu casa, te sacás el traje, te das una ducha y te ponés a preparar la salsa para los fideos.

–¿Es difícil manejar el ego?

–A veces sí, porque vivimos en tiempos muy egocéntricos. El mundo está pasando por un momento así, con poca empatía y un individualismo casi totalitario. Por un lado, hay que lidiar con vivir en esta época, y por otro lado, está el ego de uno y más siendo actor… Pero yo conozco mi ADN, sé dónde me siento más inseguro y dónde más cómodo.

En 2015, sufriste un ACV isquémico leve mientras viajabas en avión. ¿En qué te cambió ese suceso?

–Me di cuenta de lo vulnerable que era, que me podía morir sin ninguna razón. Soy sano, como sano, hago deportes, viví siempre de lo que me gusta. Después del ACV me quedé en silencio un tiempo, empecé a conectar más con otras cosas, capaz antes era muy mental y me puse más emocional. Comencé a estar conectado con las cosas que se me van presentando, disfrutando el día a día.

“Estar en una alfombra roja es como un juego, después volvés a tu casa, te das una ducha y te ponés a preparar la salsa para los fideos”, explica.
“Estar en una alfombra roja es como un juego, después volvés a tu casa, te das una ducha y te ponés a preparar la salsa para los fideos”, explica.
La firma italiana Moncler eligió a Joaquín como imagen de su línea Collection, y su cara se apoderó de las principales ciudades europeas.
La firma italiana Moncler eligió a Joaquín como imagen de su línea Collection, y su cara se apoderó de las principales ciudades europeas.

–¿Ese hecho hizo que cambiaras rutinas?

–¡Es que ya las tenía! ¡Tenía todas las rutinas! [Se ríe]. Hago montañismo, soy actor e interpreté Hamlet en teatro… ¿sabés el entrenamiento físico que eso requiere? A terapia ya iba… Lo único nuevo que incorporé es que sumé un anticoagulante a mis días. No hay una explicación médica de por qué me pasó lo que me pasó, y eso es lo que me hace más vulnerable.

–Vos viajás mucho en avión. ¿Te da miedo que vuelva a pasarte eso?

–Con el tiempo te vas olvidando, a veces en algún vuelo se te cruza por la cabeza… Me levanto, camino por el avión, sacudo el cuerpo para ver si ninguna parte se durmió y ya.

LOS AMORES

Joaquín es papá de Eloísa (16), fruto de su relación con Paola Krum. Cuando le preguntamos por ella, se toma una pausa cargada de emoción y las palabras le cuestan.

–¿Cómo es Eloísa adolescente?

–Me cuesta generalizarlo… es una gran compañera. Está muy focalizada en lo que le gusta, estudia canto, tiene una veta artística muy buena. Nos entendemos mucho, aunque en algún momento podemos tener un chispazo, no es fácil ser adolescente en estos tiempos. Bah, nunca fue fácil, pero creo que esta época está más complicada. Intento ir acompañándola y descifrando.

«Soy el actor que tenía ganas de ser. Cuando pienso en todo el trabajo que tengo, me emociono»

–Hace poco blanquearon la relación con Guillermina Valdes. ¿Cómo es enamorarse a los 49?

–No tiene que ver con la edad, sólo elegís estar con alguien para potenciar la vida. Cuando empezás a poner en palabras lo que sentís, es porque no sucede. Las palabras son para orde – nar el afuera, el sentimiento es difícil definirlo, no habita el mundo de las palabras.

–Te enamoraste de una persona muy conocida, su última pareja es muy popular [Marcelo Tinelli], pero vos mantenés el bajo perfil en tu vida personal. ¿No te dio miedo tanta exposición?

–No, porque uno tiene la libertad de lo que consume… Entiendo que si justo hay un estreno, es lógico que pregunten por eso, porque hay una parte del público que consume esas noticias que están fuera del trabajo. No tengo nada que ocultar, pero tampoco nada que mostrar.

–Y ahora les tocará una relación a distancia… ¿Cómo te ves en esa?

–No hay nada que te garantice nada. Para todo se encuentra la fórmula cuando hay ganas. •

Fotos: Genitleza Moncler

Fuente: La Nación.