Berlin (1936-2004) fue una de esas escritoras que, como Irene Nemirovsky, John Kennedy Toole, Stieg Larsson, Alberto Méndez o Kafka, no alcanzó a vivir el tiempo suficiente para conocer el impacto de sus obras: «Manual para mujeres de la limpieza», su carta póstuma de presentación al mundo, se convirtió en un éxito de crítica y ventas tras su publicación diez años después de su muerte.
Su infancia y adolescencia itinerantes, su alcoholismo, sus matrimonios fallidos o los diversos trabajos que desempeñó son algunos de los elementos que irrumpirán en los relatos del director de «Carne trémula», a quien le fascina esa fusión entre lo inverosímil y lo cotidiano que impregna la obra de la escritora.
Casi desconocida hasta 2014, Berlin fue una voz sagaz y llena de humor que volvió tolerables las crudas historias de adicción y desmesura que tapizan su vida. Su libro «Manual para señoras de la limpieza», una amplia recopilación de sus relatos reunida por Stephen Emerson y prologada por Lydia Davis, pronto se convirtió en un fenómeno literario cuyos derechos se han vendido a 30 países.
Calificada como “el secreto mejor guardado de las letras estadounidenses”, la imponente belleza de la autora, su accidentada vida —tres maridos y cuatro hijos antes de los 30 años— y la batalla contra el alcoholismo en la que estuvo metida más de una década, sembraron su leyenda de «autora maldita».
Nacida en Alaska en 1936, hija de un ingeniero de minas y un ama de casa, Berlin tuvo una infancia itinerante por Idaho, Kentucky, Montana, Arizona y Texas, donde pasó la Segunda Guerra Mundial con su madre y sus abuelos, antes de recalar en Chile en la adolescencia.
En la Universidad de Nuevo México se enamoró de un mexicano, episodio que indignó a sus padres y que acabó llevándola a casarse con el escultor Paul Suttman, en parte para evitar ser enviada a Europa. Sus dos siguientes esposos fueron los músicos Race Newton y Buddy Berlin, este último padre de sus dos hijos menores y adicto a la heroína.
La narradora siguió itinerante por Nueva York, México, Guatemala, Nuevo México y, más adelante, California, ya separada de Berlin, antes de dejar el alcohol y obtener gracias a su amigo Emerson una plaza como profesora en Colorado. “Hubo momentos duros, incluso peligrosos”, escribe Mark. “Mi madre escribía historias verdaderas; no necesariamente autobiográficas, pero por poco”.
Dos años después del éxito de ‘Manual para mujeres de la limpieza’, vio la luz otra recopilación de relatos sobre la infancia, la familia, la rutina, la vida laboral, la esperanza y la desesperanza de la escritora: «Una noche en el paraíso» es el título que aúna esta serie de cuentos redactados por Berlin entre los 80 y los 90.
A pesar de su cuasi anonimato hasta 2014, Lucia Berlin publicó 76 cuentos a lo largo de su vida
La de Berlin fue una vida almodovariana en sí misma; real, por inverosímil que parezca. Y puede ser lo increíblemente cotidiano y autobiográfico que asoma en sus relatos lo que precisamente haya llamado ahora la atención del oscarizado cineasta.
Fue en la alfombra roja de los últimos Óscar donde Almodóvar reveló sus planes más inmediatos, entre los que se encuentra la filmación de un largometraje sobre algunos de los relatos de «Manual para mujeres de la limpieza», que se rodará en inglés y protagonizará la británica y también oscarizada Tilda Swinton.