Las escenas subidas de tono que sus protagonistas se arrepienten de haber filmado: “Mi cuerpo empezó a temblar”
Para la mayoría de los actores, filmar una escena romántica es una de las partes más incómodas de su trabajo. Desnudarse ante la cámara, tener que besar apasionadamente a su coprotagonista o fingir cierta intimidad no solo genera cierta tensión en el set, sino también un sinfín de exigencias por parte de los involucrados. Sin embargo, muchas veces la escenografía no es la adecuada, el maquillaje o vestuario deja al descubierto partes del cuerpo que no deberían verse o hay demasiada gente en la locación, haciendo que la toma se vuelva una pesadilla para el que la interpreta.

Dicen que después de hacer Mujer Bonita, Julia Roberts (que en el film encarna a una trabajadora sexual) dejó de hacer escenas subidas de tono o que impliquen mostrar alguna parte íntima de su cuerpo. Algo parecido le sucedió a Viola Davis cuando se dejó llevar por la pasión que imponía el guion de How to Get Away with Murder y terminó estrellada contra la pared y con una lesión en la espalda.
De Salma Hayek a Kate Winslet, siete actrices que se sintieron expuestas y quisieran borrar de su mente -¡y de su carrera!- esa secuencia hot que les tocó interpretar.
Salma Hayek
Interpretar a Frida Kahlo en el cine siempre fue uno de los sueños de Salma Hayek. Sin embargo, hubo una escena en particular que la actriz hubiera preferido no filmar y a la que fue prácticamente obligada. Según confesó en 2017, Harvey Weinstein (quien financió el proyecto con su productora Miramax) comenzó a acosarla durante el rodaje. Como ella no accedió a sus insinuaciones, él le ordenó aparecer completamente desnuda en una secuencia con otra mujer, o de lo contrario daría de baja el proyecto.

Si bien Hayek filmó la escena, esta exigencia le provocó una crisis nerviosa en el set: “Mi cuerpo empezó a temblar sin control, me faltaba el aire y empecé a llorar sin parar”, recordó. Mientras que Weinstein se convirtió en uno de los principales acusados del Movimiento #MeToo y en 2020 fue sentenciado a 23 años de prisión por delitos sexuales, la actriz de raíces latinas fue nominada a múltiples premios por su interpretación de la célebre artista plástica mexicana.
Jennifer Lawrence

La primera vez que Jennifer Lawrence tuvo que rodar una escena de amor en pantalla fue en el film Pasajeros. Allí, la actriz hacía dupla con Chris Pratt que, por ese entonces, estaba casado con Anna Faris. La situación sentimental de su compañero la atormentó al punto de no tener un buen recuerdo de esos días en el set. “Todo se hizo bien, no fue culpa de nadie, nadie hizo nada malo. Fue simplemente una experiencia extraña. Iba a ser la primera vez que besaba a un hombre casado, y la culpa es como la peor sensación en el estómago”, confesó sobre la toma romántica que tuvo que rodar.

Tiempo después de que el film llegue a los cines, Pratt y su mujer anunciaron su separación y todas las miradas se posaron sobre Lawrence. Sin embargo, fue la propia Faris quién desestimó los rumores en sus memorias, Unqualified. Allí, la actriz aseguró que Jennifer no tenía nada que ver con su ruptura amorosa. “Jennifer se disculpó aunque no tenía por qué, porque no había hecho nada malo”, contó mientras advertía que ambas tenían una gran amistad.
Margot Robbie

Margot Robbie también tiene en su historial una escena para el olvido. La actriz fue la encargada de encarnar a Naomi Lapaglia, la segunda esposa del estafador Jordan Belfort, en El Lobo de Wall Street. Aunque las escenas hot que debió rodar eran con Leo DiCaprio, hay una en particular que hubiera preferido evitar: la secuencia a la que Robbie se refiere es la que se revuelca entre montones de dinero falso.

“¡Me hice un millón de cortes con papel en la espalda con todo ese dinero! Parece como si te hubieran azotado un millón de veces”, recordó sobre esa toma que le dejó una lesión inesperada. Y enseguida, la intérprete de Barbie le dio un consejo a sus seguidores: “No es tan glamoroso como parece. Si alguien planea tener sexo sobre un montón de dinero, que no lo haga”.
Sharon Stone
Si hablamos de Bajos Instintos inmediatamente se nos viene a la mente una escena: la toma en la que Sharon Stone (que interpreta a Catherine Tramell, una sensual escritora que se convierte en la principal sospechosa de un asesinato) se cruza estratégicamente de piernas -sin ropa interior- cuando es interrogada por el detective Nick Curran (interpretado por Michael Douglas).
Si bien este thriller erótico de 1992 fue un rotundo éxito y cimentó su carrera de sex symbol, Stone ha contado en varias oportunidades que fue engañada por la producción a la hora de hacer dicha escena. Al parecer, el director Paul Verhoeven la convenció de quitarse la bombacha que era blanca con la excusa de que “reflejaba la luz” en ella, asegurándole que no se vería nada en cámara ya que editarían la imagen. Sin embargo, no fue así y el día del estreno la actriz vio como su entrepierna había quedado completamente expuesta en pantalla. Dicen que al ver esta situación, la rubia le dio una cachetada al director y llamó a su abogado.

Ese engaño no sólo la expuso públicamente sino que le trajo problemas a la hora de pelear la custodia de su hijo adoptivo Roan cuando se divorció de su marido, Phil Bronstein. “Cuando el juez le preguntó a mi hijo pequeño: ‘¿Sabes que tu madre hace películas de contenido sexual?’ fue un tipo de abuso por parte del sistema: se cuestionó qué tipo de madre era yo por hacer ese trabajo (…). La gente ahora muestra desnudez en la televisión normal, y en aquel entonces solo se veía, tal vez, un fotograma de mi posible desnudez, y perdí la custodia de mi hijo por eso”, expresó en diálogo con The New Yorker.
Natalie Portman
Natalie Portman lamenta no haberle hecho caso a su intuición cuando se desnudó para el film Hotel Chevalier, de Wes Anderson. Sobre todo, cuando la mayoría de las reseñas de los críticos hacían referencia a su desnudez más que a su interpretación.

“La verdad es que no me arrepiento. Es más bien que no me gusta la apropiación indebida de cosas, como cuando creas algo como parte de una historia y luego una parte termina en una página porno. Se supone que es una escena dramática y parte de una historia. Eso me enoja mucho”, le dijo a MTV News.
Kristin Davis

Su personaje de Charlotte es uno de los más formales y recatados de Sex and the City. Será por eso que cuando en la tercera temporada tuvo que interpretar una escena de pasión con Bradley Cooper la padeció muchísimo. El papel que encarnaba el actor (el banquero de inversiones Alexander Lemley) se caracterizaba por decir palabrotas en la intimidad por lo que Cooper tuvo que gritarle cosas despectivas durante la toma. “La odié muchísimo”, le confesó Kristin Davis a Andy Cohen en 2019. “Quería hacerla, pero tenía miedo. El corazón me latía con fuerza. Tenía la adrenalina a raudales”, agregó.
Sin embargo, esa no fue la única vez que la actriz se sintió incómoda en el set. Al parecer, también hubo un episodio de la quinta temporada donde el showrunner de la serie la presionó para que mostrara uno de sus pechos. “Michael Patrick King me obligó a hacerlo. Estábamos en un restaurante y había gente por todas partes”, recordó recientemente Davis en su podcast ¿Eres una Charlotte? mientras calificaba esa situación como “mortificante” de filmar.
Kate Winslet

En más de una oportunidad, Kate Winslet reveló que odia estar desnuda en pantalla. De hecho, la actriz siempre muestra su arrepentimiento de haber filmado esa inolvidable escena de Titanic donde posa sin ropa ante el lápiz de Jack (Leonardo DiCaprio), un artista amateur que subió de casualidad al barco.
A pesar de que ya ha pasado mucho tiempo, la intérprete asegura que aún sigue sintiendo vergüenza cada vez que algún fan se acerca con copias del boceto que dibujó DiCaprio en el film de James Cameron. “Ojalá no hubiera mostrado tanta carne, pero era joven y sabía que tenía cosas que demostrar”, admitió Winslet en una charla con The Sun.
Fuente: Cynthia Caccia, La Nacion