Line of Blue: los productores argentinos que pisan fuerte en Madrid y se ganaron el Olivier

Los productores argentinos de Line of Blue: Camilo Carballo, Florencia Juri y Andrés Okoskyn, ganadores del premio Olivier

Tres amigos inseparables de la universidad decidieron asociarse y sumar sus energías para catalizar su potencial creativo, su voz original, su visión cosmopolita y su conocimiento de negocio para desarrollar productos culturales. Camilo CarballoFlorencia Juri y Andrés Okoskyn crearon Line of Blue que ha logrado incursionar en producciones de escenarios prestigiosos, como Broadway y el West End. En este última plaza obtuvieron el prestigioso premio Olivier en la categoría Best Music Revival, rubro donde se reconoce a los productores, por Company. Expertos conocedores de los espectáculos en vivo, la pandemia los sorprendió y lograron, gracias a su fortaleza y sólida unión, readaptarse a este nuevo contexto. Así surgió un sello discográfico, Yuukii Music, que apuesta por artistas latinos, asociado a un productor español.

Carballo, Juri y Okoskyn, cada uno con su perfil –de Management, de Entretenimiento y de Finanzas, respectivamente–, cosecharon grandes logros en estos dos años y medio de vida de Line of Blue. En octubre de 2018 la empresa estrenó Company en Londres. Luego, se desempeñó como coproductora de The Ferryman, dirigida por Sam Mendes en Broadway, un espectáculo ganador de un Tony. También fue inversora de The Prince of Egypt, en Londres, un espectáculo del creador de Wicked, Stephen Schwartz. A su vez, trabajó en las giras de Tini Stoessel, Juana Molina y Nathy Peluso.

Junto con Julia Gómez Cora, una productora argentina radicada en Madrid, la hacedora –sin exagerar– de los grandes éxitos de la Gran Vía, se unieron como socios minoritarios para realizar el musical Aquellas pequeñas cosas, inspirados en las canciones de Joan Manuel Serrat. Este espectáculo iba a estrenarse en septiembre pasado, pero la crisis sanitaria detuvo sus planes. En el horizonte está la ilusión de estrenar esta obra, quizá en septiembre, pero el virus rige los destinos, por el momento, de los creadores de los espectáculos en vivo.

Con el decreto de estado de alarma, y el confinamiento obligatorio en Madrid, donde tiene su base Line of Blue, los tres socios no solo reacomodaron la agenda de sus proyectos, sino que además pudieron concretar un sueño que tenían y que, dada la vorágine de las giras, conciertos y otras producciones, no podían llevar a cabo. Desarrollaron un modelo de negocio y se asociaron con un productor, Last Tour, experto en eventos en vivo y festivales, que confió en esta idea. Así nació Yuukii Musica, con Nicolás Benac como director creativo.

“La música grabada es un sector nuevo para nosotros. Si no hubiese sido por la pandemia, no hubiésemos tenido tiempo para armarlo, porque la idea era previa. Esperamos que esta situación se revierta y vuelva nuestra actividad vinculada al vivo, parte central de nuestra empresa, más allá de que siempre tuvimos una vocación de producir contenido. La pandemia nos obligó a hacernos muchas preguntas que en el frenesí del día a día quizá no podíamos. Tuvimos mucha suerte porque somos, dentro del contexto del sector que ha sido muy golpeado, porque tenemos una estructura muy pequeña y pudimos reaccionar. Además, acabábamos de terminar un proyecto de manera ordenada”, explica Carballo.

“Nos dimos cuenta de que lo importante no era lo que hacíamos, sino cómo lo hacíamos, con nuestro convencimiento y voluntad de sacar adelante nuestro proyecto que excede una obra de teatro en particular”, dice esta mendocina que trabajó como productora de DG Entertainment, de Daniel Grinbank. “Armamos un proyecto para lo que creemos hay espacio, con la ambición de algo grande, focalizado en música en español. Creemos que es una linda oportunidad porque, por primera vez, esta música es mainstream en mercados de habla no hispana. Creíamos que, con la cercanía con artistas y con nuestra experiencia, podíamos crear algo que pudiera potenciar a los artistas, con un approach diferente”, dice Juri con un entusiasmo que contagia.

Florencia Juri, Andrés Okoskyn y Camilo Carballo
Florencia Juri, Andrés Okoskyn y Camilo Carballo

Carballo y Juri están radicados en la capital española: “Madrid nos resulta una ciudad muy agradable para vivir y, algo no menor, nos sentimos muy cómodos con la gente tan cálida, respetuosa, amable. No la sentimos tan distante a nuestra ciudad de origen. Madrid además es una suerte de puerta de entrada en Europa para América Latina, para la música y para el teatro. Estar hoy acá no es lo mismo que estar en otro lado por las oportunidades de desarrollo. A nivel calidad y costo, para montar una empresa, dentro de Europa occidental, donde estamos y con el manejo del idioma, Madrid tiene muchísimo sentido”, analiza Carballo.

Okoskyn trabajaba en Nueva York, pero se radicó en Londres y desde allí este joven empresario que estudió piano, teatro y magia cuando era niño aporta su know how financiero. “Tuvimos un compromiso interno para aprovechar este impasse en el mundo de la manera más productiva posible. Era sencillo echarle la culpa al afuera, pero nosotros teníamos un proyecto postergado con la música grabada. Pese a la pandemia la gente escucha música. Nos internamos, somos los tres un poco nerds, con ojos frescos, pero con la misma filosofía de profesionalizar el arte y la cultura. Tuvimos la gran suerte de dar con nuestro socio actual. Sentimos que no fue un año desperdiciado, que pudimos abrir una nueva puerta: trabajar con nueva gente y apostar por músicos latinos”.

Los tres socios destacan el golpe que ha recibido su sector y, a pesar de la incertidumbre global a causa del virus, siguen avanzando, con su estilo, con su vocación y con su acento argentino en nuevos mercados de entretenimiento.

Fuente: Laura Ventura, La Nación