Oscar 2023: quiénes eligen a la mejor película y a la mejor película internacional

El sistema de voto preferencial está pensado para que cada boleta cuente y así igualar las chances de los títulos, pero las películas con mayor consenso general terminan prevaleciendo a las que polarizan opiniones: esto puede beneficiar a Argentina, 1985 ante la favorita, Sin novedad en el frente

¿Quién ganará el Oscar 2023 a la mejor película? La expectativa se extenderá hasta el final mismo de la ceremonia transmitida al mundo a través de TNT y HBO Max este domingo, desde las 21.

El interrogante que todos manejamos en tiempo futuro ya se resolvió en los papeles. Los ganadores del Oscar 2023 se decidieron el martes 7, cuando cerró el plazo para que los cerca de diez mil miembros de la Academia de Hollywood habilitados para votar eligieran a sus candidatos. Antes del anuncio oficial del domingo, solo los auditores de la firma PriceWaterhouse Coopers conocerán el veredicto.

¿Por qué, entonces, persiste hasta el final toda esta incertidumbre, sobre todo en una temporada en la que las diferencias entre los principales aspirantes al premio principal resultan tan estrechas? Porque el sistema de voto preferencial fijado por la Academia para elegir a la mejor película está pensado para que cada uno de los sufragios sea tenido en cuenta en la elección del ganador.

En las otras 22 categorías del Oscar, el ganador llega al premio mediante la suma simple de los votos. Allí no hay vueltas: el que acumula más cantidad de sufragios triunfa de inmediato. En cambio, el voto preferencial extiende el suspenso. Apunta a repartir más el juego y demorar el resultado para que el ganador no surja de un número determinado, sino del máximo consenso posible.

Por esa razón, en el caso del premio más importante de todos las cosas pueden complicarse un poco. Tanto como la explicación del mecanismo por el cual se aplica esta herramienta. Lo primero que hay que saber es que en el caso del Oscar a la mejor película, la ganadora debe alcanzar el 50 por ciento más uno del total de los votos. En una elección en la que hay diez competidores, como ocurre este año, esa cifra resulta casi imposible de alcanzar en un primer intento, sobre todo cuando el padrón de votantes es tan populoso.

Cómo se cuentan los votos

¿Cómo se organiza el escrutinio para elegir a la mejor película? Lo primero que se hace es ordenar cada uno de los sufragios según un orden de mérito que se les pide a los votantes. La que consideran mejor se anota como número 1 de la lista y así sucesivamente se van incorporando los restantes títulos, hacia abajo y hasta el final. La película que lleva el número 10 será la menos valorada en cada caso.

El elenco de Todo en todas partes al mismo tiempo agradeciendo el premio SAG: es la favorita al Oscar
El elenco de Todo en todas partes al mismo tiempo agradeciendo el premio SAG: es la favorita al OscarFREDERIC J. BROWN – AFP

Los sufragios se agrupan en diez pilas. Si tomamos como criterio hipotético la mayoría de los pronósticos de los expertos en estos últimos días, la pila en la que se agrupan todos los votos que pusieron arriba de todo (en el número 1) a Todo en todas partes al mismo tiempo será la más alta. Un poco más abajo estará la pila con todos los votos con el número 1 para Sin novedad en el frente, detrás irá la de Top Gun: Maverick y así sucesivamente con los títulos restantes.

Si seguimos esos vaticinios, siempre hipotéticos a modo de ejemplo, la pila con los votos para El triángulo de la tristeza con el número 1 será la más pequeña. El paso siguiente es descartar justamente esa pila. En esta instancia, vale recordarlo, resulta muy improbable que alguna película alcance por sí sola el 50 por ciento requerido para ganar. Supongamos que en esta vuelta inicial Todo en todas partes al mismo tiempo logra el 39 por ciento; Sin novedad en el frente, el 33 por ciento; Top Gun: Maverick el 28 por ciento y Los Fabelman el 7 por ciento de los votos en el número 1.

La deseada estatuilla
La deseada estatuillaMONICA ALMEIDA – NYTNS

Así son las eliminaciones para definir al ganador

En ese momento, la película de Steven Spielberg queda afuera de la competencia. Pero el voto de quien se pronunció de esa manera sigue teniendo valor en el siguiente conteo y de allí hasta el final. El voto preferencial determina que ninguno de esos sufragios se descarte. Por el contrario, cada uno de ellos se redistribuye ahora tomando como referencia a la película que aparece en el número 2. De esa manera, quien votó por Los Fabelman como número 1 y — por ejemplo- Top Gun: Maverick como número 2 convierte automáticamente a esta última en el número 1. La votación empieza a tener otro color.

Este procedimiento se repite una y otra vez mientras se van eliminando de manera consecutiva aquellas películas con la menor cantidad de votos ubicados en el número 1, hasta el momento en que alguno de los títulos que todavía sigue en competencia logra superar el 50 por ciento del total de votos emitidos.

Sin novedad en el frente, la producción alemana de Netflix que compite como mejor película y como mejor película internacional
Sin novedad en el frente, la producción alemana de Netflix que compite como mejor película y como mejor película internacionalNetflix

El voto preferencial está pensado, por ejemplo, para que alguna película que acumula mayor cantidad de votos ubicados durante el primer conteo en los puestos 2, 3 o 4 de la lista puedan ascender después de los descartes y las eliminaciones al primer lugar. Se van eliminando películas, pero hasta el final el total de votos sigue siendo igual al total de votantes: 9487. Solo que a lo largo de cada instancia cambia el lugar que ocupa cada película en su respectiva pila.

Lo que en el fondo hace el voto preferencial, cuando los candidatos como en este caso son muchos, es reducir al final del largo conteo a los nominados que dividen las aguas. Por eso, un eventual triunfo para Todo en todas partes al mismo tiempo, vaticinado por la mayoría de los especialistas, puede no concretarse porque es un título que viene planteando una opción polarizada. Es muy factible que obtenga de entrada muchos número 1, pero también puede aparecer con frecuencia al final de la lista. Es lo que ocurrió en 2022 con los Oscar “sorpresivos” a la mejor película para CODA y en 2019 para Green Book.

Este sistema de voto preferencial se aplica también para la categoría mejor película internacional en la que está nominada Argentina, 1985, y podría funcionar a favor del film de Santiago Mitre y en detrimento de la representante alemana, considerada la favorita: Sin novedad en el frente. Como observó hace unos días un sagaz analista de la temporada de premios, el vencedor no es el título más amado por los integrantes de la Academia sino el que cuenta con el apoyo más extendido de la comunidad de votantes.

Y esto último juega sin dudas a favor de nuestra representante, la película más clásica (en el sentido hollywoodense) de las cinco nominadas. Argentina, 1985 no soslaya la actualidad política (de hecho, se hace preguntas cruciales sobre las amenazas que enfrenta la democracia en términos universales), pero a la vez escapa al riesgo de posibles divisiones al que se expone una película de temática e imágenes tan cruentas como Sin novedad en el frente. La película encontró sus primeros cuestionamientos en la propia prensa alemana.

Al fin y al cabo, el sistema de voto preferencial establece que el ganador del Oscar (también en el caso del premio a la mejor película internacional) surge del consenso mayoritario. Existe, como dijimos, la impresión generalizada de que Sin novedad en el frente es una gran producción que acredita méritos múltiples y un reconocimiento extendido. Por esa razón aparece hoy como la favorita para la mayoría de los analistas. Pero la historia, una vez más, nos dice que en esta categoría siempre hubo sorpresas, nunca estuvo dicha la última palabra y las aspiraciones de Argentina, 1985 se mantienen enteras.

Fuente: La Nación