Pedro Almodóvar llevaba tiempo con ambos proyectos, pero solo los ha hecho públicos en las entrevistas que han acompañado su asistencia a la 92ª gala de los Oscar. Y los dos serán en inglés. El director, candidato con Dolor y gloria, rodará primero un cortometraje basado en la obra de Jean Cocteau La voz humana, monólogo escrito en 1928 que protagonizará Tilda Swinton. Se filmará en Madrid en abril, y la acción muestra la llamada final de una mujer a su amante. Aquel material ya fue parte de la inspiración de Almodóvar para el guion de Mujeres al borde de un ataque de nervios. En la web IndieWire apunta a que no duraría más de 15 minutos y que está trabajando con Tilda Swinton en la actualización del monólogo de Cocteau «que refleja un carácter anticuado, una mentalidad que no existe hoy en día». Y sobre Swinton, asegura: «Tilda es como yo había soñado. Abierta e inteligente».
Pero además Almodóvar sigue con su adaptación de cinco de los 43 cuentos que componen Manual para mujeres de la limpieza, de Lucia Berlin, uno de los libros cuya lectura más le han impresionado en los últimos años. Las historias se desarrollan entre Texas, Oakland y México, en inglés y español, y por tanto supondrán el debut del director manchego en inglés en un largometraje. A Almodóvar ya le habían ofrecido proyectos para dirigir en los Estados Unidos, entre ellos Una monja de cuidado o El chico del periódico, aunque eran encargos y nunca sintió que salieran de forma orgánica de él. Incluso escribió Julieta basándose en textos de Alice Munro para Meryl Streep, antes de decidir que la historia funcionaría mucho mejor en España y la trasladó de lugar e idioma, perdiendo en el viaje a la estrella hollywoodense.
Ahora Manual para mujeres de la limpieza surge en cambio de él, y por eso en un posible calendario laboral le gustaría estrenar en la temporada de festivales de otoño La voz humana y acometer a continuación la adaptación de las narraciones de Berlin. En IndieWire, Almodóvar explica de Lucia Berlin: «Ella no fue muy distinta de Alice Munro. Berlin era alcohólica y se casó con un drogadicto. Fue una mujer complicada», que trabajó en lo que pudo para vivir, aunque dejó un legado literario «maravilloso».
Fuente: La Nación