¿Cómo será el mundo una vez que pase la pandemia? ¿Qué desafíos nos esperan, ahora en cuarentena extendida? Lo que ya llegó, pasará: la angustia, la distancia, el individualismo atroz, y el cobijo dentro de las casas para moderar la curva de contagios del COViD-19. Pero el aislamiento, físico y obligatorio, también trae una enorme oportunidad. No sólo la de consumir series inagotables, por cable y por streaming. ¿Qué ficciones de TV aportan mensajes para atravesar mejor la cuarentena, solos o en compañía?
Los especialistas de la salud que pululan por TV no descansan en recomendaciones para estos tiempos de reclusión: ensayar la tolerancia, hacer actividad física on-line, buscar acciones creativas, cuidar a los ancianos… Más allá de todos los trucos y tips para hacer más leve la obligada estadía bajo techo (quienes lo tienen), varias series de TV proponen argumentos y tópicos que sirven como enseñanzas para surcar la ansiedad masiva. Aquí, siete lecciones que brindan grandes ficciones de hoy para ser más resilientes, hasta que pase esta zozobra planetaria.
1) La confianza mutua evita la desesperación del aislamiento
La casa de papel extendió su furor desde que se estrenó su cuarta temporada, el 3 de abril, por Netflix. Y el encierro, aquí, es literal. El legendario equipo que asaltó el Banco de España vive el asedio externo de enemigos más ruidosos que el coronavirus: las fuerzas de seguridad armadas hasta los dientes. Tomaron rehenes para resguardarse, pero surgió un problema, potenciado bajo techo: ¿Quién organiza la convivencia? ¿Se puede consensuar, o el poder implica, siempre, pelear?
Video trailer de La Casa de Papel parte 4 en Netflix
Tokio (Úrsula Corberó) se rebela contra la personalidad agresiva y narcisista de Palermo (Rodrigo de la Serna), quien comete actos tiránicos y manipula a sus compañeros, hasta provocar el caos. Pero en esta crisis nadie se salva solo: si logran coordinación y, sobre todo, confianza mutua, no van a enloquecer. Las caretas no sirven. El afecto tiene que ser más fuerte que la necesidad de control.
2) Romper la monotonía es un ejercicio consciente y constante
La rutina puede ser asfixiante dentro o fuera de casa. El aburrimiento y el tedio parecen potenciarse entre cuatro paredes, pero quienes no saben qué hacer con su tiempo igual lo sufrían antes, rodeados de gente. Para pensarlo llegó Run, el domingo 12 de abril, a HBO, y desde el día siguiente se puede ver por Flow: una comedia romántica y de acción con producción ejecutiva de Phoebe Waller-Bridge.
Creada y guionada por Vicky Jones (colaboradora de Waller-Bridge), Run muestra el desafío que tendrá Ruby Richardson (Merritt Wever), hastiada de todo, tras recibir un mensaje de texto de su ex novio Billy (Domnhall Gleeson). Diecisiete años atrás habían hecho un pacto. Si alguno recibía ese mensaje del otro, ambos suspenderían sus quehaceres y se reencontrarían en Nueva York para transformar sus vidas. No se sabe cuándo las cosas retomarán su cauce, pero hay que mentalizarse para dar el salto.
3) El mundo digital no reemplaza a las conexiones de verdad
Los avances tecnológicos y la conexión on-line son un paliativo, no la solución total. Las respuestas a esta angustia global persistirán en la conciencia individual hasta que deje de dar pavor el mundo en común: se necesita una nítida percepción de los demás. El 3 de abril se estrenó Tales From the Loop en la plataforma Amazon Prime Video: una serie de ciencia ficción que cuestiona la repetición de secuencias de vida digitadas por circuitos visibles e invisibles.
Inspirado en las pinturas retro-futuristas, con robots y esferas, del sueco Simon Stålenhag, Nathaniel Halpern hizo este drama melancólico, inquietante y reparador: el pueblo de Mercer, Ohio, vive sobre “The Loop”, una máquina construida para explorar los misterios del universo y vencer las barreras del espacio y del tiempo. Cada uno deberá descubrir cómo el cambio en la percepción cotidiana ayuda, o no, a imaginar realidades alternativas más sanas.
4) Es hora de animarse a los talentos y deseos postergados
Muchos pueden sentirse atrapados dentro de un círculo social. Y postergar sus sueños, sus impulsos y sus anhelos, por culpa de una visión distorsionada de la autoridad: la lógica patriarcal, el machismo y la intolerancia moral. Un camino para romper con el miedo es el arte: hay que reenfocarse en los talentos y placeres que se dejaron de lado.
Es lo que ejemplifica la magistral miniserie Poco ortodoxa (Unorthodox), de Netflix, que se lanzó el 26 de marzo y logró éxito absoluto. No habla de un aislamiento sanitario: Esther Shapiro (Shira Hass), de 19 años, sentía la asfixia de la estrictísima comunidad Satmar, del judaísmo jasídico, en Brooklyn, New York. Por ello dejó a su marido, huyó a Berlín en busca de su madre y retomó el piano. Esther comenzó a soñar con una beca musical. ¿La dejarán en paz y entenderán que nadie es dueño de nadie?
5) Hay que tener empatía con los profesionales de salud y de emergencias
¿Quién oye el llanto de una doctora en la guardia, de madrugada? ¿Cómo resuena la sirena de bomberos en una ciudad vaciada, con los oídos alerta detrás de las persianas bajas? La cuarentena volvió paranoicos y controladores a muchos, antes que empáticos con los sanitaristas y rescatadores. Para no olvidar quiénes hacen el trabajo de prevención, cura y salvataje de la población, hay que ver la reunión de dos grandes series nacidas del cerebro de Shonda Rhimes: Grey’s Anatomy y Station 19.
La ficción sobre las médicas y médicos de Seattle, que va por su 19a temporada, y, su spin-off de socorristas, por la tercera, tuvo un nuevo crossover (cruce de ficciones) el martes 14 de abril a las 21, por Sony Channel, y luego quedó disponible en Flow. Los bomberos de la Estación 19 combinan equipo con el personal del Hospital Grey Sloan Memorial en una misión con su triple cuota de épica, dolor y lágrimas redentoras.
6) Es necesario recobrar el sentido comunitario
En esta cuarentena muchos se abandonan al espanto: creen que las hordas voraces agotarán los víveres existentes, y que el mayor peligro no es un virus, sino el vecino con su aliento contaminador. ¿Podrán los más jóvenes recobrar la cordura que borra el pánico? ¿Cooperarán mejor para que pase el horror? Las respuestas están en The Walking Dead: World Beyond, el spin-off adolescente de la emblemática saga zombie, y que postergó su estreno del 12 de abril por la pandemia.
Mientras tanto, FOX Series sigue emitiendo los episodios de la décima temporada de The Walking Dead; en Flow están las primeras cinco, y la novena llegó a Netflix el miércoles 15. Parece que la tensión por el coronavirus generó una mayor curiosidad (no sin morbo) por los relatos post-apocalípticos, en los que los sobrevivientes luchan contra el peor germen de toda la Humanidad: el sálvese quien pueda.
7) El humor es indispensable para sobrellevar la reclusión
¿Quiénes se sienten más solos? ¿Los que salen únicamente de noche o los que nunca emergen a la luz? Una forma de concebir qué significa vivir recluidos y, de tanto en tanto, retornar al espacio físico para las actividades esenciales, es ponerse en la piel de quienes jamás pierden el humor para lidiar con su eterna soledad: los cuatro vampiros que viven en Staten Island, frente a Manhattan, en la serie cómica What We Do in the Shadows.
Sus aventuras en las habitaciones aisladas del sol, y sus estratégicas visitas nocturnas al exterior neoyorquino, redoblarán su gracia en su segunda temporada, que fechó su lanzamiento para el 15 de abril en los Estados Unidos y que no tardará en llegar a la Argentina. El tono es el de un docu-reality: la cámara sigue sin descanso a los vampiros, liderados por “Nandor, el implacable”, y ellos exponen sus razonamientos disparatados e ingeniosos sobre esos seres tan extraños y llenos de defectos: los humanos.
Fuente: Clarín