Aunque el festival de Cannes, el mayor festival de cine del mundo, ya acogió en su jurado a artistas negros estadounidenses -como la cineasta Ava DuVernay en 2018 y el actor Will Smith en 2017-, esta será la primera vez en que este sea el caso de su presidente.
«La mirada de Spike Lee es más preciada que nunca», afirmaron Pierre Lescure, presidente del festival, y Thierry Frémaux, delegado general, en un comunicado.
«Cannes es una tierra de acogida natural y una caja de resonancia mundial para quienes despiertan espíritus y le hacen preguntarse a uno acerca de sus opiniones y sus convicciones. La flamante personalidad de Spike Lee promete mucho», agregaron, refiriéndose al director, un activista que abrió la vía a muchos cineastas afroestadounidenses.
«Cuando me llamaron para que fuera presidente del jurado de Cannes 2020 no me lo creía, estaba feliz, sorprendido y orgulloso al mismo tiempo», afirmó Spike Lee, de 62 años, declarándose «honrado por ser la primera persona de la diáspora africana» en Estados Unidos en asumir ese cargo, según un comunicado de los organizadores del festival.
Lee ha presentado siete de sus películas en el Festival de Cannes y fue galardonado con el Gran Premio en 2018 por «BlackkKlansman», en la que cuenta la historia, real, de un negro que se infiltró en el Ku Klux Klan.
Luciendo su típica gorra y en zapatillas, el director, con su estilo de eterno adolescente, hizo su entrada en el Palacio de los Festivales enseñando sus tatuajes «amor» y «odio» grabados en las manos, como Robert Mitchum en «La noche del cazador» (1955).
«BlackkKlansman», un alegato contra el racismo y contra el presidente estadounidense Donald Trump, le valió el primer Óscar en competición de su carrera, tras haber sido laureado con el Óscar honorífico en 2016.
Loco de alegría, Lee se echó a los brazos del actor Samuel L. Jackson, que le entregaba la estatuilla y que ha actuado en varias de sus películas.
– Treinta años de historia con Cannes –
«¿Qué presidente del jurado será? ¡Nos vemos en Cannes!», apuntaron los organizadores, en alusión a Lee, dotado de una fuerte personalidad.
«Cannes ha marcado mi trayectoria en el cine mundial», subrayó por su parte Spike Lee, al hablar de su historia con el festival.
Todo empezó en 1986, cuando acudió para presentar en la Quincena de Realizadores su primer largometraje «She’s gotta have it», una cinta rodada en dos semanas, en blanco y negro, que acabó convirtiéndose en una serie de Netflix treinta años después. En ella, una joven negra, que duda entre tres amantes, habla libremente de sus relaciones. El filme fue distinguido con el premio de la juventud.
Tres años después, Spike Lee compitió por primera vez con «Do The Right Thing», en la que trataba sobre las tensiones raciales en Brooklyn un día de fuerte calor.
A esto, le siguieron las proyecciones de sus películas en la muestra «Jungle Fever» (1991, en competición), «Girl 6» (1996, fuera de competición), «Summer of Sam» (1999, en la Quincena de Realizadores), «Ten Minutes Older» (2002, en la sección Una cierta mirada) y, por último, «BlackkKlansman».
Junto a su jurado, cuya composición será revelada a mediados de abril, Spike Lee tendrá la dura tarea de buscarle un sucesor a «Parásitos», del surcoreano Bong Joon-ho, Palma de Oro 2019 atribuida por un jurado que estuvo presidido por el director mexicano Alejandro González Iñárritu («El renacido»).
Esta comedia negra, que hizo las delicias de la crítica y del público, competirá en la edición de este año de los Óscar en las categorías de Mejor película y de Mejor película internacional, algo inhabitual.
El anuncio de las nominaciones a los Óscar, que se realizó este lunes, en las que lideró «Joker» con 11 nominaciones, fue muy criticado por su falta de diversidad, con una selección juzgada demasiado blanca y masculina.
Fuente: Infobae