Una de las mayores preocupaciones en el Hollywood actual (y como sucede en otras industrias), es el avance de la Inteligencia Artificial (I.A.). Guionistas, directores, productores y actores entre otras figuras del rubro, no dejan de alertar sobre los posibles riesgos éticos que esconde el avance de esa herramienta que parece no tener límites. Y durante las últimas horas, el actor Tom Hanks se convirtió en blanco de un uso indebido de su imagen, realizado a través de esta tecnología.
En su cuenta de Instagram, que suma casi diez millones de seguidores, Tom Hanks escribió un mensaje muy importante. Durante el domingo, el actor de Forrest Gump posteó: “¡Cuidado! Hay un video circulando que promociona un plan dental utilizando una versión mía realizada con Inteligencia Artificial. No tengo nada que ver con eso”.
Junto a ese texto, Hanks compartió una foto de esa versión suya adulterada. Y si bien alcanza con ver detenidamente dicha imagen, para comprobar que se trata de una imagen apócrifa del actor, en un rápido vistazo eso quizá pase inadvertido. En muy pocas horas, el posteo del intérprete recibió casi 100 mil ‘me gusta’, señal de cómo sus seguidores apoyan el ponerle un freno a este tipo de recursos vinculados a esta nueva tecnología.
El emotivo discurso de Hanks
En mayo de este año, el protagonista de Filadelfia estuvo en el centro de un momento muy importante cuando pronunció un emotivo discurso ante los graduados de la Universidad de Harvard, y les pidió que sean superhéroes en su defensa de la verdad y que resistan a quienes la tergiversan en su propio beneficio.
El ganador del Oscar, que también recibió un doctorado honoris causa en Filosofía y Letras, se burló de su falta de experiencia, sobre todo al estar frente algunas de las mentes más brillantes del mundo. “Ahora, sin haber trabajado nada, sin haber pasado tiempo en clase y sin entrar ni una sola vez en esa biblioteca, me gano muy bien la vida interpretando a alguien que sí lo hizo”, ironizó al evocar su papel como Robert Langdon, profesor de Harvard en las películas de El Código Da Vinci. “No es justo, pero, por favor, no se amarguen por eso”.
Ante más de nueve mil graduados de la 372ª ceremonia de Harvard, pasó a hablar de la verdad y la justicia. “La propaganda y las mentiras descaradas se erosionarán con el tiempo”, aseguró: “La ignorancia y la intolerancia pueden ser sustituidas por la experiencia en un abrir y cerrar de ojos, pero la indiferencia estrechará la visión del pueblo estadounidense y oscurecerá la luz de la antorcha simbólica de la Dama de la Libertad”, pronunció.
“Para algunos, la verdad ya no es empírica. No se basa en datos ni en sentido común, ni siquiera en la decencia. Decir la verdad ya no es la referencia para el servicio público, no es el bálsamo de nuestros miedos, ni la guía de nuestras acciones. La verdad se considera ahora maleable por la opinión y por los juegos (…)”.
Entonces, el galardonado con el Oscar instó a los graduados a elegir. “Es la misma opción para todos los adultos, que tienen que decidir ser uno de los tres tipos de estadounidenses: los que abrazan la libertad para todos; los que no; o los que son indiferentes (…). Solo los primeros hacen el trabajo de crear una unión más perfecta, una nación indivisible. Los otros estorban”.
Mientras se dirigía al final de sus palabras, fue contundente sobre quienes debían acciones para cambiar el rumbo: “La responsabilidad es nuestra. El esfuerzo es opcional, pero la verdad es sagrada, inalterable, cincelada en la piedra y en los cimientos de nuestra república”. “Que la bondad y la misericordia los acompañen todos los días”, cerró.
Fuente: La Nación