Ya está disponible en Star+ «Nada», la serie con el protagónico de Luís Brandoni y la participación de Robert De Niro

MIRÁ EL TRÁILER. La serie argentina de los directores Mariano Cohn y Gastón Duprat llegó a la plataforma Star+.

Luís Brandoni confiesa que esta historia le «encantó» y «conmovió» más allá de «este hecho inusual» de que venga un actor de un nivel internacional a filmar con argentinos en Buenos Aires «para hacer escenas que van a quedar en la memoria de la gente».

Durante una entrevista en un complejo gastronómico lindero al Museo Nacional de Bellas Artes, el legendario actor subraya que «la escena de las malas palabras que compartimos con De Niro va a quedar en la memoria de los argentinos sin duda porque no se hizo nada parecido nunca».

Y con el mismo fervor Brandoni apunta que su colega y amigo, el célebre intérprete estadounidense que hasta «Nada» jamás había trabajado en una serie, «vio los guiones traducidos e hizo las aportes y observaciones muy rigurosas porque es un profesional de primera categoría».

Dueño de una trayectoria imponente en teatro, cine y televisión, Brandoni dio carnadura a protagonistas de historias como las de las películas «La tregua», «La Patagonia Rebelde», «Esperando la carroza», «Made in Argentina», «El cuento de las comadrejas» y «La odisea de los giles» y de los ciclos «Buscavidas», «Mi cuñado», «Durmiendo con mi jefe», «El hombre de tu vida», «Señores papis», y «Un gallo para Esculapio».

El artista, que fue diputado nacional por el radicalismo (1997-2001) y el próximo 22 encabezará la lista de Juntos por el Cambio al Parlasur, actualmente protagoniza la obra «Parque Lezama» en la sala porteña Politeama.

Junto al argentino, de 83 años, y al norteamericano, de 80, el elenco central de los cinco capítulos de «Nada» se completa con la joven actriz paraguaya Majo Cabrera, quien en la ficción compone a Antonia, una empleada doméstica que viene a sostener la vida cotidiana del crítico gastronómico y escritor Manuel Tamayo Prats (a cargo de Brandoni).

Sentada a la diestra del protagonista de «Nada», Cabrera comenta a Télam con una sonrisa que no le cabe en el rostro que «todo lo que viví fue un sueño, realmente algo que no es real».

«Hoy alejada de todo aquello me doy cuenta de lo que fue y cómo debí anular esa conmoción y estar presente realmente para el desafío de ponerme a la altura de dos monstruos como ellos», agrega la bailarina y actriz oriunda de Sapucai que pronto será vista en pantalla grande como protagonista de «Una sola primavera», del argentino Joaquín Pedretti.

La trama de «Nada» ocupa cinco capítulos de menos de media hora cada uno retratando la obsesiva vida de Tamayo Prats y cómo esa existencia entra en crisis relatada desde Nueva York por su compinche, el afamado escritor Vincent Parisi (a cargo de De Niro).

El aceitado guion urdido por los cineastas Kohn y Duprat más Emanuel Diez combina con elegante y logrado pulso un fresco profundamente humano atravesado por sabrosos apuntes culinarios (supervisados por Narda Lepes, Francis Mallmann y el periodista Federico Oldenburg) sobre una Buenos Aires observada con personal belleza.

«Nada», que viene de ser aclamada en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián (donde su historia se exhibió de corrido como si se tratara de una película), desde el miércoles 11 estará disponible en la pantalla de Star+ y cuenta con un reparto integrado por María Rosa Fugazot, Silvia Kutika, Enrique Piñeyro, Gastón Cocchiarale, Daniel Miglioranza, Pablo Novak, Belén Chavanne, Alejandro Paker, Rodrigo Noya, Ariadna Asturzzi, Cecilia Dopazo, Manuel Vicente y la participación especial de Daniel Aráoz.

Brandoni y Cabrera repasaron con esta agencia aspectos de la propuesta y de sus propios desempeños en la historia filmada por los también autores de la serie «El encargado» y de filmes como «El vecino de al lado», «El ciudadano ilustre», «Mi obra maestra» y «Competencia oficial», entre más.

Periodista: ¿Cómo llegaron a «Nada» y cómo fue el proceso de un trabajo que mezcla el afecto, la amistad y la serie en sí misma?

Luis Brandoni: Esto llevó su tiempo y arrancó desde que hicimos una película muy querida por nosotros como fue «Mi obra maestra» (2018) y empezamos a hablar de este proyecto que tuvo varias fuentes de inspiración argumental que los directores tomaron con mucho criterio y que generó mucho trabajo y mucha ilusión, con algunas complicaciones y también con la concreción de ese logro mayúsculo de poder sumar a De Niro.

Majo Cabrera: En mi caso llegué por un casting que se hizo en Asunción y al que asistió toda la «paraguayada» y donde traté de hacer lo mejor posible sin saber para qué era, de qué se trataba, ni con quién iba a actuar.

P: Luis ¿Qué significó para vos haber podido trasladar tu amistad con De Niro a un trabajo compartido?

LB: Bueno, esa fue una de esas cosas que pasan en la vida que uno no se explica bien cómo fueron, pero que por alguna razón se concretan. De Niro vino acá por nuestra relación, porque vio algunas películas mías y vio otras de los directores y eso que podía parecer una ilusión se convirtió en una realidad. A eso hay que sumarle que le gusta mucho Buenos Aires, la quiere mucho y viene cada vez que puede y aceptó sumarse a pesar de los compromisos que tiene.

P: ¿Cómo fue ver en acción a un actor de sus quilates?

LB: De Niro está habituado a muchas obras de trabajo diarias y acá estuvo solamente una semana y fue mucho lo que hizo y la verdad es que lo hizo magníficamente bien. Siento que no solamente se afirmó nuestra relación sino que trabó lazos con todo el equipo al punto que acá existe el hábito de que cuando un actor termina de filmar la última toma de su trabajo, el equipo le da un aplauso; pero con Robert De Niro la diferencia es que fue una ovación porque en pocos días se ganó el respeto y la admiración de todo el mundo, así que fue un momento muy muy emotivo para todos nosotros.

P: ¿Qué supuso encarnar a una criatura tan compleja y cambiante como Tamayo Prats?

LB: Fue muy atractivo porque si algo no tiene el personaje es la característica de ser plano y clarito y que se pueda definir en dos palabras. Así que era un lindo desafío enfrentar a un personaje tan complejo, tan controvertido, tan encantador y tan odioso, lo que me dio una buena oportunidad de poder manifestar distintos matices y diversas circunstancias como actor y eso me hizo muy feliz por tener esa posibilidad de las que pocas veces se dan.

P. ¿Y en tu caso Majo? ¿Cómo fue encarnar a Antonia?

MC: Antonia tiene la cualidad de ser un personaje muy universal, hay Antonias en todas partes del mundo, pero como paraguaya me toca muy de cerca porque en Argentina es conocida la doméstica paraguaya, las historias de mujeres que vinieron a trabajar acá y yo tenía que poder representarlas con la dignidad que se merecen. Y luego Beto (apodo de Brandoni) me instruyó muchísimo, recibí clases magistrales cada vez que entraba el set, me nutrí muchísimo de los directores y con toda esa información fui creando el personaje también que es alguien que por ahí no tiene muy rigurosamente asumido lo de los límites entre las clases sociales y eso me daba la libertad de jugar.

P: En tiempos donde vastos sectores sociales ven a la inmigración como un peligro ¿Qué sienten que dice «Nada» al respecto?

LB: La aparición de Antonia en la vida de Manuel se da en un momento muy poco propicio y es delicado el encuentro y cómo se tramitan esas diferencias en una confrontación no violenta pero sí cruda, pero yo creo que está muy bien desarrollada esta relación que termina de una manera muy bella, muy conmovedora para que una relación que empieza de manera muy distante termine de una manera muy íntima y muy entrañable.

MC: Para empezar yo siento que hay un vínculo genuino entre nuestros personajes que tiene relación con lo que nos pasó trabajando y es lindo ver cómo se va a humanizando el trato. Y esa humanidad que van construyendo y que transmiten Manuel y Antonia es el mensaje que terminamos dando.

Fuente: Sergio Arboleya, Télam.