Comienza la sorprendente Bienalsur 2021

En nuestro país ya hubo hace un mes una preinauguración en el Museo de Bellas Artes Lola Mora de Salta con artesanías de los wichi.

En la imagen de portada: VÍctor Grippo. Un horno para dos mesas, obra de 1977 del artista.

Sin la ayuda de la tecnología, ¿cómo sería posible ver hoy todo lo que la Tercera Edición de Bienalsur propone para 2021 en la que intervienen 23 países, el Vaticano, 50 ciudades, 124 sedes y 400 artistas? Un proyecto ambicioso y abarcativo que incluye, en agosto, exposiciones en Suiza, Brasil, Colombia, España y Argentina.

Se desarrollarán las propuestas de varios ejes curatoriales: Conciencia Ecológica, Constelaciones Fluidas, Modos de Habitar, Mundos Digitales, Políticas del Arte, Tránsitos y Migraciones, temas que el arte muestra actualmente como si fuera un laboratorio de investigación que no tiene respuestas definitivas en este mundo incierto. Otros problemas como la diversidad de género, el feminismo, las luchas antirracistas, el indigenismo, la reivindicación de figuras excluidas también han sido encarados.

Bienalsur se inauguró en la Argentina el 8 de julio en el Museo de Bellas Artes Lola Mora de Salta con obras creadas por artesanas de las comunidades wichi junto a destacados artistas locales. “La escucha y los vientos” incluye instalaciones, paisajes sonoros, obras históricas, cerámica y tejido.

El 20 de agosto, en el Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson (San Juan) “Dar y Dar”, propuesta de curadores belgas, exposición colectiva en la que se incluyen artistas como Leandro Katz (Argentina), Aneta Bartos (Polonia-EE.UU.), Michael Dean (Gran Bretaña), On Kawara y Yutaka Sone (Japón), Nástio Mosquito (Angola), Oscar Murillo (Colombia), Otobong Ntanga (Nigeria), Gert Robijns (Bélgica), Rirkrit Tiravanija (Argentina/ Tailandia).

El 21 de agosto, en el Museo y Biblioteca Casa Natal Sarmiento (San Juan), se inaugura “Víctor Grippo (1936-2002), un horno para dos mesas”. Tres obras de este inolvidable artista de culto que reflexionan sobre la alimentación en época de crisis, el papel de la humanidad frente a la naturaleza, el de los ciudadanos frente a la comunidad y el de los productores de sentido frente a un público abrumado por la urgencia. La obra, de 1977, presenta el alimento como materia en transformación; la de 1991, “La comida del artista”, remite a la compleja relación entre el arte y el dinero, el arte y la productividad, el arte y el tiempo.

Rirkrit Tiravanija colabora en la reproducción performática de 1972 “Construcción de un horno popular para hacer pan” que se llevó a cabo en la Plaza Arlt con Jorge Gamarra y un obrero rural de nombre Rossi, y que fuera clausurada por la policía. En esta ocasión habrá 5 hornos de barro en diferentes espacios públicos y el pan se repartirá entre los transeúntes y vecinos. El 24 de agosto, el Museo Nacional de Arte Decorativo presentará “Fantasías plebeyas” con obras de Gabriel Baggio y Luciana Lamothe (Argentina), Emil Finnerud (Noruega), Mehryl Levisse (Francia), con la curaduría de Leandro Martínez Depietri, cuyo texto comienza con la pregunta ¿Por qué seguimos observando los palacios porteños con añoranza?

En cuanto a la agenda internacional se inauguraron “Parcours Culturel”, un colectivo de artistas, en Lenz y Crans-Montana (Suiza), “Aliento de vida/ Balambala”, un grupo de artistas australianos de Yirrkala cuyo objetivo es proteger el patrimonio cultural Yolrju con el liderazgo de los ancianos de la comunidad. “Tramas vitales” en el Museo Oscar Niemeyer (Curitiba) del artista brasileño Geraldo Zamproni, que lo atraviesa con una aguja gigante, alterando la relación entre objeto , entorno y observador convirtiéndolo en una nueva e inquietante arquitectura.

Desde el Sur del Sur y hacia los cinco continentes, Bienalsur, tercera edición, es reconocida como la bienal de la resistencia y la resiliencia del arte en pandemia, construye un territorio para el arte contemporáneo con una cartografía propia que finalizará el 31 de diciembre, idea y producción de la Universidad Tres de Febrero, que nos llevará por diferentes lugares de la aldea global donde los artistas actúan como sismógrafos de las crisis y problemáticas.

Fuente: Ámbito.