El español, el cuarto idioma más poderoso del mundo

MIRÁ EL VIDEO. El Instituto Cervantes presenta en Nueva York, por primera vez en el extranjero, su informe sobre el estado de la lengua castellana. Calle de Nueva York con rótulos publicitarios en español.

En la torre de Babel del mundo hay unas 7.000 lenguas, habladas por sus 7.300 millones de habitantes. En ese maremágnum, el idioma español es el cuarto más poderoso, con el inglés en primera posición, lengua franca imbatible, y «ligeramente detrás del francés y el chino» (este se habla en el país más poblado de la Tierra, casi 1.400 millones). Así está el escalafón de las lenguas según el informe El español en el mundo 2019, que cada año elabora el Instituto Cervantes y que en esta ocasión, como novedad, se ha presentado en Nueva York. El motivo de esta primera vez fuera de España es que Estados Unidos es uno de los pulsos que tendrá que afrontar el castellano en los próximos años si quiere seguir creciendo, más aún con un presidente tan obsesionado con la inmigración hispana a través del muro mexicano, por lo que el acto de este viernes es una toma de postura contra las políticas antihispanas de Donald Trump. La previsión para 2060 es que EE UU sea el segundo país hispanohablante del mundo después de México.

En un acto que abrió el director del Instituto Cervantes en Nueva York, Richard Bueno Hudson, y cerró el director de la institución, Luis García Montero, se ha señalado que hoy el castellano es la lengua oficial en 21 Estados y la utilizada, con diferentes grados de dominio, por 580 millones de personas, tres millones más que en el informe de 2018 —un levísimo crecimiento por razones demográficas— y que suman ya el 7,6% de la población mundial. Los dos primeros puestos son para el inglés y el chino (950 millones). Bueno ha declarado que «el número de gente que habla un idioma no siempre importa». «Debemos plantearnos una estrategia de formación del español en el mundo. Si no, nos arriesgamos a quedarnos atascados».

Daniel Fernández, de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, afirmó que el español en EE UU «ya no es algo que empobrece, ni es símbolo del fracaso. Es algo que enriquece y no es un lastre que hay que corregir». También apuntó que si tiene futuro será «a través de la enseñanza, de la mano del inglés».

El español, el cuarto idioma más poderoso del mundo

De los 580 millones de hispanohablantes, «483 millones tienen el español como lengua materna», precisa el estudio (el año pasado eran 480) lo que le sitúa como la segunda del mundo tras el chino mandarín. En este apartado, México es el primer país con más hispanohablantes nativos (casi 122 millones), seguido de Colombia (49,4), Argentina (44) y España (43).

A estos se suman los que el Cervantes encuadra en el «grupo de competencia limitada», son los que se manejan en español, aunque con alguna precariedad (75,2 millones en todo el planeta) y «el grupo de aprendices» (estudiantes), que son 21.882.448. El estudio subraya que el interés por aprender esta lengua «es especialmente intenso en EE UU —son ocho millones de aprendices, el 37% del mundo—. A punto de que se consume el Brexit, el 31 de octubre, los británicos perciben “el español como la lengua más importante para el futuro”, se añade. Otro polo atractivo para el español en Brasil, donde hay 6,1 millones que lo estudian, y Francia (2,7 millones).

El cuarto lugar del español en el mundo en cuanto a su influencia sale de medir su peso en diversos ámbitos. Así, como idioma para el comercio, «en las importaciones de los países que lo tienen como lengua oficial ocupa la tercera posición (9%)»; el inglés es el 31% y el chino, el 16%. Sin embargo, está por delante del alemán (7%) y el francés (5%). Si hablamos de las relaciones diplomáticas, «el español ocupa la tercera posición en la ONU y la cuarta en la UE», aunque el Cervantes lamenta «su representación insuficiente» en ambos foros internacionales. La salida del Reino Unido del club europeo «beneficiará la posición del española en esta organización».

La batalla en la Red

El español, el cuarto idioma más poderoso del mundo

Otro campo más terrenal de esta batalla de los idiomas es la Red. El estudio señala que el castellano está en el tercer puesto (el 8,1% de los 4.200 millones de usuarios lo hace en este idioma), una vez más tras el inglés (25,4%) y el chino (19,3%), aunque «es la segunda en Facebook, LinkedIn y Twitter». En esta última ocupa ese segundo lugar incluso en ciudades como Londres o Nueva York. Peor es la situación en la Wikipedia, siendo octavos por número de artículos escritos entre las 303 lenguas que hay en la enciclopedia de contenido libre. Incluso el sueco y el neerlandés tienen ahí más presencia.

Un área donde tradicionalmente tiene escasa influencia, como siempre lamentan las instituciones españolas que se ocupan de la lengua, es la ciencia y la tecnología. «La presencia del español es anecdótica en la literatura científica y está relegado claramente a un plano secundario». Mejor es la situación en el mundo editorial. España es el tercer país exportador de libros del mundo, después de Reino Unido y Estados Unidos; el octavo en producción de volúmenes y el noveno por valor de mercado en el sector editorial.

Y en el viaje de las páginas a las pantallas de cine, España es el octavo país en cuanto a producción de películas en todo el mundo. Otras dos naciones del ámbito hispánico, Argentina y México, se encuentran en las posiciones 11 y 12. No obstante, el informe lamenta que su uso en los filmes sea «inferior al del francés o el alemán».

«SIN INMIGRACIÓN CAERÁ EN PICADO»

La presentación del informe sobre el español en la sede del Instituto Cervantes en Nueva York es una llamada de atención en un país en el que hoy hay 41 millones de hispanohablantes. La profesora Kim Potowski, de la Universidad de Ilinois en Chicago, advierte, en uno de los artículos que incluye el informe, que “sin inmigración en EE UU, el uso del español caería en picado a causa de la pérdida lingüística intergeneracional”, el problema de la transmisión del castellano de inmigrantes hispanos a sus hijos. Un problema que potencia “el discurso público negativo hacia lengua que no sean el inglés” en el país que preside Trump.

Fuente: El País, España