Grupos de personas en bolsas de dormir o sillas plegables con su termo de café y consultando los programas del festival, a la espera de la apertura de las taquillas, volvieron a la Potsdamer Platz, sede central del Festival de Cine de Berlín
En las boleterías del lugar se pondrán a la venta más de 300.000 entradas para 340 filmes de todas las secciones, sean galas de estreno con actores y directores, en otras salas alternativas e incluso cines de barrio.
Este factor es la señal de identidad de la Berlinale, un festival abierto al público general, a diferencia de lo que ocurre en su rival europeo más directo, el más elitista Cannes.
El festival será inaugurado oficialmente este jueves con la película «My Salinger Year», dirigida por el guionista y realizador Philippe Falardeau e interpretada por Sigourney Weaver.
El filme de apertura se exhibirá fuera de concurso, tras lo que se abrirá el desfile de las 18 aspirantes a los Osos de Oro, que repartirán el jurado presidido por el actor británico Jeremy Irons y con la actriz franco-argentina Bérenice Bejo entre sus miembros.
Además, la Argentina dirá presente en esa competencia central después de seis años de ausencia con “El prófugo”, thriller psicológico de la argentina Natalia Meta, protagonizado por Érica Rivas con Nahuel Pérez Biscayart y Daniel Hendler
Los otros filmes argentinos que tomarán parte de la Berlinale son «Isabella», de Matías Piñeiro, que irá a la nueva sección competitiva Encounters; y el corto «Playback. Ensayo de una despedida», de Agustina Comedi.
En la Sección Panorama, se verán «Las mil y una», de Clarisa Navas y «Un crimen común», de Francisco Márquez; y en Forum «Medium», de Edgardo Cozarinsky y el documental de Jonathan Perel «Responsabilidad empresarial».
Además, en la categoría Generation Kplus, fueron seleccionados el cortometraje «El nombre del hijo», de Martina Matzkin, y el largometraje «Mamá, mamá, mamá», de Sol Berruezo Pichon-Riviére.