“Celebramos cualquier medida extraordinaria para darle más tiempo a los aprendizajes. En la ciudad de Buenos Aires, tenemos el 60% de las escuelas de jornada completa, y avanzamos en la extendida obligatoria para todos los alumnos de sexto y de séptimo grado”, señalaron fuentes del Ministerio de Educación porteño ante el anuncio hecho esta tarde por el ministro de Educación, Jaime Perczyk, que propuso sumar una hora de clase diaria en todas las escuelas primarias del país.
La propuesta formal la presentará Perczyk en la asamblea del Consejo Federal de Educación (CFE), que se realizará el viernes próximo en Tierra del Fuego, de manera presencial y con las autoridades de los ministros de las 24 jurisdicciones. Según informó el ministro, la inversión para poner en marcha la medida implica un desembolso de 18.000 millones de pesos, que tendrá como objetivo cubrir la mayor parte del desajuste en el incremento de sueldos, ya que los docentes recibirán un pago extra proporcional por la nueva jornada laboral. En detalle, el 80% del aporte para pagar esa diferencia lo realizará el gobierno nacional, mientras que el 20% restante quedará en manos de cada provincia.
Seguramente, confiaron desde la cartera educativa porteña, “ese dinero” va a ser utilizado para profundizar la política de los Centros de Acompañamiento a las Trayectorias Escolares (CATE), que sirven de apoyo para los estudiantes de los niveles primario y secundario cuya promoción está en proceso, es decir, que no alcanzaron los objetivos propuestos. “Los CATE funcionan todos los sábados en un total de 100 escuelas, con muy buenos resultados”, agregaron desde el equipo que conduce Soledad Acuña, y luego precisaron: “Hoy tenemos 192 días de clases, que en las escuelas de jornada completa significan 1536 horas reloj por año. Para las escuelas de jornada simple, la carga horaria anual con los 192 días del calendario actual suman 816 horas de clases al año, y en las instituciones de jornada extendida, obligatoria para todos los alumnos de sexto y séptimo grado, la carga académica es de 1158 horas”.
Beneficios
Entre algunos de los beneficios mencionados, Acuña aseguró que la extensión de la jornada “permite al alumno incorporar diferentes herramientas de aprendizaje y disfrutar de experiencias educativas alternativas, más lúdicas y estimulantes, en espacios pedagógicos que retoman los contenidos curriculares”.
El proyecto actual, que puso en marcha la Ciudad y se completó en 2019, renueva las estrategias de enseñanza mediante clases de teatro, ajedrez, música, medios y actividades deportivas, que según consideran las autoridades educativas porteñas suman al contenido dictado en el aula el ejercicio de habilidades emocionales como la concentración, el compañerismo, la creatividad y la tolerancia.
“La jornada extendida no es igual en todas las escuelas, ya que se encuentra vinculada con los contenidos curriculares particulares que se están trabajando en cada aula. Además, fortalece el vínculo con la comunidad, ya que se dicta en la escuela y también en terreno comunitario, bibliotecas, clubes y parroquias barriales”, concluyeron.
Fuente: Soledad Vallejos, La Nación