Estudiantes de la UBA se unen por la discapacidad

Cuatro alumnos de la Universidad de Buenos Aires lanzaron una campaña para prevenir que se estacione en rampas o lugares para personas con movilidad reducida.

Con el foco en la idea de ponerse en el lugar del otro, la campaña muestra un mundo paralelo en donde la exclusión funciona al revés.

Se llaman Olivia, Teodora, Felipe y Joaquín. Alarmados por la conducta de estacionar en rampas y/o lugares reservados especialmente para discapacitados y de obstruir las baldosas puestas especialmente para que caminen personas con ceguera, armaron una iniciativa de bien público que pretende modificar estos comportamientos que impiden el tránsito cómodo de las personas con movilidad reducida.

Para lograrlo, crearon un mundo utópico en donde todo funciona al revés: la mayor parte de los lugares para estacionar serán reservados para personas con movilidad reducida, las señalizaciones del subte estarán en lengua de señas y en braille, de noche no habrá luz porque gran parte de las personas tienen ceguera, habrá colectivos para personas con talla baja, la mayor parte de las baldosas en la calle serán especiales para ciegos y los diarios estarán en braille.

“Para que algunos modifiquen su comportamiento es importante que puedan generar empatía con la situación a partir de ponerse en el lugar de aquellas personas a las que están obstruyendo. Posiblemente, si pueden incomodarse y sentir lo que ellos sienten, puedan pensarlo dos veces antes de volver a estacionar en rampas o de caminar sin pensar por donde debería estar caminando alguien que es ciego. Eso es lo que queremos lograr: que se sientan apelados desde la incomodidad para que así cambien sus malos comportamientos” aseguran desde la campaña.

Estacionar en las rampas para discapacitados o en los lugares reservados para personas con necesidades especiales está penado por la Ley N.º 5905, la cual establece una multa de 300 unidades fijas por este comportamiento. “Si su propio bolsillo no cambia el comportamiento, lo que buscamos entonces es generar empatía desde otro lugar” aclaran los estudiantes.

La campaña cuenta con sus redes sociales propias: @disparejosok en Instagram, @disparejos1 en Twitter y @Disparejos en Facebook.