Fue un pionero de la fotografía argentina y su obra terminó en la basura: la rescataron y ahora se expone

Hasta el 30 de septiembre. Alejandro Del Conte luchó para que la Fotografía fuera un arte. Las imágenes que ahora se muestran estaban en manos de cartoneros.

Romántico, utópico, activista: Alejandro Del Conte (Buenos Aires, 1897-1952) fue contra todo para poder lograr sus sueños: esos de crear una revista especializada sobre cine en el norte argentino en 1917, Film Gráfico (cuando todavía el cine en nuestro norte era mudo), y otra sobre fotografía, Correo Fotográfico Sudamericano (publicada entre 1921 y 1959).  

Pionero, vio con antelación lo que en algunos circuitos y áreas geográficas comenzó recién a finales del siglo XX: por un lado, que la fotografía podía ser considerada una obra de arte y no simplemente un recurso, una pieza utilitaria o funcional. Por otro lado, Del Conte reconoció inmediatamente la importancia de crear publicaciones culturales especializadas y eruditas, acerca de las técnicas artísticas “innovadoras” de ese momento: el cine y la fotografía.

Actualmente la Fundación Arte x Arte (Lavalleja 1062) rinde homenaje a este inquieto pionero. La muestra tiene la curaduría de Alfredo Srur –fotógrafo y director de CIFHA, Centro de Investigación Fotográfico Histórico Argentino–, quien comenta algo que podría resultar insólito: Srur fue recolectando y armando este fondo de fotografías, este conjunto de piezas, comprando los trabajos por separado a diferentes anticuarios quienes, a su vez los habían comprado anteriormente a… cartoneros.

Primer número de Film Gráfico, 20 de enero de 1917. Del Conte fundó una revista especializada sobre cine en el norte argentino, en épocas del cine mudo. Foto Acervo CIFHA

Primer número de Film Gráfico, 20 de enero de 1917. Del Conte fundó una revista especializada sobre cine en el norte argentino, en épocas del cine mudo. Foto Acervo CIFHA

Rescatadas de la basura

Sí: las fotos y documentos de Del Conte habían sido tirados a la basura y de allí fueron rescatados. Cinco mil unidades documentales: comprenden álbumes, agendas, cartas, telegramas, escritos, negativos de vidrio, nitrato y acetato, piezas de Fotoclubes, un film de 16 mm, registros de audios, recortes de diarios, la mayoría de los números de Film Gráficos y Correo Fotográfico Sudamericano, entre otras cosas.

Menciono que “podría resultar insólito” el hecho de que varios acervos fotográficos se hallen en la basura o en espacios insólitos o inhóspitos pero no lo es: ocurre especialmente con las fotografías, piezas documentales y obras de arte a la vez que comenzaron a ser valoradas recientemente en la historia.

“No sé sabe bien por qué pasó esto con el acervo, que fue a parar a la basura”, comenta Srur. “Puede ser que al morir Del Conte y al irse sus hijos a vivir a otros lugares, su oficina del centro de Buenos Aires –desde donde hacía todo–, fuera vaciada y lo que se encontraba en ella, tirado. No se sabe con certeza. Es una hipótesis”.

Pero para nuestra suerte las piezas fueron primero rescatadas, luego restauradas en CIFHA, y actualmente investigadas y expuestas junto a las fotos de este importante gestor, quien es, en realidad, difícil de encasillar: editor, cineasta, fotógrafo, publicista… Imposible clasificarlo fácilmente.

Estanislao Del Conte y un niño. / Foto: Acervo CIFHA

Estanislao Del Conte y un niño. / Foto: Acervo CIFHA

Un personaje «multitasking»

¿Pero qué es lo que puede verse ahora en Arte x arte y cuál es el valor de las fotos de Del Conte? A diferencia de otros fotógrafos, nuestro personaje era “multitasking”, es decir, despierto y curioso, poseía múltiples intereses y se mostraba activo en todo, con una especial predilección por el cine y los fotoclubes (a los que apoyó a lo largo de su vida, en la Argentina pero también en la región).

Sin embargo, aquellos que ingresen a las salas en donde se encuentra sus fotos (pisos 2 y 3 de la fundación) se estremecerán: porque las copias fotográficas que pueden verse allí fueron realizadas sin restaurar demasiado los negativos.

Esto significa que las imágenes fotográficas dan cuenta del deterioro de los negativos originales: esto se traduce en que, cuando uno mira las fotos, en ellas aparecen diferentes craquelados, rayados, líneas sinuosas y líneas rectas; zonas negras, desapariciones y manchas. Todas atraviesan e interfieren en la imagen de lo fotografiado.

Alejandro Del Conte. Angelina Rimoldi de Del Conte (esposa de Alejandro y madre de Estanislao) y Estanislao Del Conte. / Foto: Acervo CIFHA

Alejandro Del Conte. Angelina Rimoldi de Del Conte (esposa de Alejandro y madre de Estanislao) y Estanislao Del Conte. / Foto: Acervo CIFHA

Este es un dato que aporta originalidad a la muestra: en general existe una tendencia (cuando se trata de copias “nuevas”, realizadas recientemente, de negativos antiguos) a querer corregirlo todo, para que la imagen y los temas que en ella aparecen luzcan impolutos, lisos, perfectos. Sin embargo, aquí, en estas fotos, el paso del tiempo fue dejado a la vista, puesto en primer plano. Y eso es un valor: otorga a cada imagen una identidad única y dimensión temporal.

Esas huellas, improntas, rayas, interrupciones de la imagen, hablan de la historia del propio material fotográfico: dan cuenta de que pasaron por tachos de basura, por zonas en que se las descuidó. Y no lo disimulan sino que, por el contrario, lo exponen. Esto otorga a la imagen una carga, una densidad histórica. Así que aquí tenemos un primer punto: las copias de las fotografías realizadas a partir de los negativos originales de Del Conte (esos de comienzos del siglo XX) que no fueron retocados.

Entonces tenemos, por un lado, la biografía del gestor y fotógrafo; por otro, la biografía material del negativo, y de la copia. Porque comprendamos que “la fotografía” es todo: el acto de fotografiar, lo fotografiado, el negativo, la copia, la vida del negativo, los derroteros de las copias… Pero además están los temas que Del Conte fotografiaba; y en general se trataba de su familia

Angelina Rimoldi de Del Conte (esposa de Alejandro y madre de Estanislao) y Estanislao Del Conte. Foto Acervo CIFHA

Angelina Rimoldi de Del Conte (esposa de Alejandro y madre de Estanislao) y Estanislao Del Conte. Foto Acervo CIFHA

Las personas que aparecen en las fotografías son casi siempre su hijo Estanislao y su mujer Angelina. No sólo los retrata en situaciones cotidianas sino también con fines publicitarios, ya que Del Conte, comenta Srur, realizaba fotografías para la Droguería Gibson, por ejemplo.

Para crear estas publicidades de la época el fotógrafo utilizaba como modelos a su mujer y a su pequeño hijo, y los hacía posar. Pero entre las múltiples imágenes que pueden verse en la muestra, aparece también una de un niño trepado a un alambrado, armando con barro un nido de hornero; otra de un niño jugando a ser fotógrafo, sacándole una foto a su mamá, quien está sentada sobre un banco de plaza.

Aparece también la mujer de Del Conte desnuda, en poses para nada pretenciosas sino relajadas. Son desnudos en donde el cuerpo se muestra sin reservas ni afán de mostrar su “mejor costado”: es un cuerpo bien humano, un tipo de desnudo que hoy en día, con la inundación de las imágenes digitales y sus a veces múltiples, excesivos retoques, es realmente difícil de encontrar. Se trata de un conjunto de imágenes que ofrecen ternura: sus modelos favoritos, su mujer y su hijo, están acostumbrados a que Del Conte les saque fotos constantemente.

Y luego está ese retrato familiar, pleno de tensiones entre los integrantes de la familia: en el medio, la abuela (la madre de Del Conte), de ojos brillantes y divertida con el acontecimiento.

Se encuentra rodeada por las hermanas del fotógrafo (no todas miran a la cámara, dos sonríen, las demás se muestran severas); una sola tiene en ese momento marido o pareja y el hombre salió con los ojos cerrados (no, no hubo una segunda oportunidad para el “click”: se debe a que cuando Del Conte sacó la foto, lo hizo con un negativo más costoso, de vidrio y poco común para su uso en fotos familiares, de tamaño extra-large, 40 por 24 centímetros: por eso la calidad de los detalles de la imagen son tan definidos).

Angelina R. de Del Conte y Estanislao Del Conte (hijo de Alejandro). Foto Acervo  CIFHA

Angelina R. de Del Conte y Estanislao Del Conte (hijo de Alejandro). Foto Acervo CIFHA

Delante de todo, los pequeños hijos vestidos al estilo “marinerito”, mirando (serios y fijamente) a la cámara. Pero hay una mujer que giró la cabeza hacia el costado y observó -con el cuello erguido y la conciencia de estar siendo fotografiada- hacia una pariente: se trata de Angelina, la mujer de Del Conte.

Con una actitud muy diferente del resto, sabe posar, aún cuando vaya contra lo que se espera de una foto familiar: que el grupo mire a la cámara y sonría. Algo nos está expresando Angelina, a través del tiempo y del espacio, con esa pose determinante.

La muestra se completa con una sección de fotografías del propio Srur, quien recorrió Tucumán y Santiago del Estero fotografiando espacios vinculados a la trayectoria del Del Conte por esa región, ahora un pequeño memorial conformado por imágenes.

Angelina R. de Del Conte y Estanislao Del Conte. Foto Acervo  CIFHA

Angelina R. de Del Conte y Estanislao Del Conte. Foto Acervo CIFHA

Sin dudas, la exposición es una parte más del delicado, costoso y largo camino de cuidar, preservar y convertir en patrimonio piezas fotográficas olvidadas, pero es también un pedido de reconocimiento hacia la figura de un gestor importante, fundamental. Rescate es una buena palabra para señalar estas historias que naufragan; y ocurre aquí y ahora, con esta exposición y gracias al trabajo de Arte x Arte, de Srur y de CIFHA.

Ficha

Muestra Memorias de un soñador, la obra de Alejandro del Conte curada por Alfredo Srur.

Dónde: Fundación Arte x Arte, Lavalleja 1062.

Cuándo: martes a viernes, de 14 a 20. Sábados, de 14 a 19.Hasta el 30 de Septiembre

Fuente: Clarín