Hacer ejercicio, meditar y otros 7 consejos para comenzar un nuevo estilo de vida

Cuando no se sabe por dónde iniciar, contar con una guía puede ser el punto de partida para un cambio de hábitos definitivo. Cómo realizar modificaciones para alcanzar un bienestar general

5 Consejos Para Comenzar Un Nuevo Estilo De Vida – Bienestar

De un tiempo a esta parte, cada vez más personas tomaron conciencia de la importancia de un estilo de vida saludable para un mejor estado de salud. Y en ese sentido, cobró fuerza además la idea de que cuerpo, mente y espíritu no están disociados en los seres humanos, y que el bienestar general dependerá del equilibrio entre ésos en conjunto.

Así, una buena alimentación, un buen estado de salud, deben ir de la mano de una rutina de actividad física acorde a las necesidades de cada uno, una mirada positiva de la vida, un trabajo que colme las expectativas, y un círculo de vínculos saludables, entre otros factores.

A veces la mirada ajena pesa al momento de tomar decisiones trascendentales en la vida de las personas, tales como cambiar de trabajo, abandonar una carrera, o terminar con una relación que resta más que lo que suma a la felicidad cotidiana.

A continuación, algunos consejos que suelen recomendar los especialistas para aumentar la felicidad y el bienestar general.

Los beneficios de la actividad física van mucho más allá del resultado estético (Getty)

Los beneficios de la actividad física van mucho más allá del resultado estético (Getty)

1- Hacer actividad física

Cuando se piensa en realizar ejercicio o practicar algún deporte, en general es en pos de un resultado a nivel físico. Pero en realidad los beneficios van mucho más allá, y abarcan desde el estado de ánimo hasta la salud cardiovascular y cerebral.

Según un informe de la Mayo Clinic, todo el mundo se beneficia del ejercicio, independientemente de su edad, sexo o capacidad física. Y enumeraron los beneficios: controla el peso, combate condiciones de salud y enfermedades, mejora el estado de ánimo, aumenta la energía, promueve un mejor descanso, mejora la vida social y favorece la socialización, entre otras bondades.

2- Hacer más de aquello que gusta y hace bien. Encontrar hobbies

Los hobbies dicen mucho de una persona. Ir al cine, pasar tiempo con amigos, practicar algún deporte o jugar juegos online, todos dejan entrever la personalidad de cada individuo.

A medida que la persona va creciendo, soñar con que se puede dedicar profesionalmente a las actividades que más disfruta es algo que sucede a menudo y que pocos creen posible.

3- Definir un propósito y trabajar en lo que a cada uno le gusta

Hacer lo que a cada uno le gusta no es lo mismo que hacer lo que mejor nos sale, aunque pueden ir de la mano. Frecuentemente se ven casos de personas que anhelan un cambio profundo y superador, y sin embargo, paralizados por el miedo y la incertidumbre, eligen quedarse aferrados a lo conocido –y hasta cómodo, la famosa zona de confort- y seguir así hasta agotarse.

Poner en acción los dones que nos fueron entregados es parte esencial de la misión, porque es dinámica, activa, aventurera y entretenida.

Para no ser rechazadas, muchas personas se imponen una autoexigencia que no les permite ser felices (Getty)

Para no ser rechazadas, muchas personas se imponen una autoexigencia que no les permite ser felices (Getty)

4- Ser paciente y trabajar en reducir las exigencias consigo mismo

En Austria, investigadores de la Universidad de Salzburgo descubrieron lo que dieron en llamar “el síndrome del impostor”, y definieron que es mucho más usual de lo que se imaginaban.

Después de encuestar en forma anónima a 238 profesionales con formación universitaria, identificaron que el 70% se consideró a sí mismo como un fraude en algún momento de su carrera.

El estudio -publicado en la revista Frontiers in Psychology– tenía como objetivo evaluar los efectos contraproducentes que puede tener una autoexigencia excesiva en el ámbito laboral. Los resultados demostraron que la dificultad por reconocer logros personales es un mal muy extendido que daña severamente la autoestima del trabajador.

5- No buscar la perfección en todo lo que se haga, aprender de los errores

El miedo es una de las emociones más fuertes del ser humano; en el fondo, se trata de la supervivencia. En las sociedades modernas no existen las amenazas que tenía el hombre primitivo, sin embargo, el mecanismo es muy sensible y en muchos casos vive activado, y hace que se viva en un estado de alerta permanente. Es lo que se conoce como estrés.

De todas formas, hay una situación aún más paradójica: el terror a equivocarse por la idea de que el mandato es ser perfectos para no ser rechazados. Entonces, para no ser rechazadas, muchas personas se imponen una autoexigencia que no les permite ser felices.

“La calidad de nuestra vida depende de la calidad de nuestra mente, y la meditación es una herramienta fundamental para ‘limpiar nuestra mente’” (Getty)

“La calidad de nuestra vida depende de la calidad de nuestra mente, y la meditación es una herramienta fundamental para ‘limpiar nuestra mente’” (Getty)

6- Meditar, visualizar y proyectar mentalmente lo que se desee alcanzar

“La calidad de nuestra vida depende de la calidad de nuestra mente, y la meditación es una herramienta fundamental para ‘limpiar nuestra mente’”, explicó a Infobae la coach ontológica e instructora de yoga y meditación Lucía Garro.

Y agregó: “Así como todos los días nos bañamos o lavamos los dientes, todos los días tendríamos que meditar para así mantener una mente libre de estrés”.

7- Pedir ayuda a quienes hayan logrado lo que se desea en la vida

Muchas veces, precisamente en el camino de reducir las exigencias con uno mismo y permitirse el error, recurrir a quienes alcanzaron aquello que tanto se anhela en la vida puede ser de gran ayuda.

No es señal de debilidad. Al contrario. Para la licenciada en Psicología Celia Antonini, “evitar pedir ayuda es un error que frecuentemente se suele cometer”. “No queremos mostrarnos débiles, inseguros, temerosos, confundidos y buscamos la manera de aparentar una seguridad que para muchas cosas no poseemos -reflexionó-. Solemos creer que al evitar mostrar nuestras debilidades nos vemos más fuertes y no es así, aunque parezca una contradicción, mostrarnos necesitados nos fortalece”.

Con estos preceptos, dicen los que saben que toda persona podrá lograr todo lo que se proponga en la vida (Getty)

Con estos preceptos, dicen los que saben que toda persona podrá lograr todo lo que se proponga en la vida (Getty)

8- Vibrar en amor, abundancia y positividad

Vinculado en cierta medida con lo dicho antes, para el maestro de reiki, profesor de meditación, Ayurveda y Hatha Yoga e instructor de mindfulness Mario Lombardi, “la meditación es la herramienta holística que nos permite conectarnos de manera más profunda con nuestra mente inconsciente, donde están alojadas nuestras emociones no resueltas o que tratamos de esconder o rechazar, con aquellas emociones que están incidiendo de manera negativa en nuestro presente y que podrían haber surgido del momento de la gestión y con el inconsciente colectivo de la humanidad. Podemos decir que no hay otra técnica que trabaje en forma profunda nuestra mente inconsciente que la meditación”.

9- Ser resolutivo y pedir perdón

Por orgullo, muchas personas viven con rencores acumulados que no les permiten afrontar una disculpa de manera frontal y sana para reconciliar posiciones distantes y resolver situaciones desagradables.

Investigadores de las áreas sociales de la Universidad de Stanford sintetizaron según su parecer, una fórmula ideal para disculparse, que abarca cuatro puntos:

– El primero es que entiendes y eres consciente de que te has equivocado.

– El segundo es que asumes la responsabilidad, sin trasladarla a los demás. Te haces cargo.

– El tercero es que es importante proponer un plan para resolver las cosas.

– El cuarto es que te comprometes a accionar sin sobre reaccionar y a tomar recaudos en situaciones parecidas a futuro

Con estos preceptos, dicen los que saben que toda persona podrá lograr todo lo que se proponga en la vida. No siempre “lo que cuesta, vale” como muchas veces le enseñaron a los abuelos: a veces se trata de dejar fluir, y de tener las herramientas emocionales para que las cosas simplemente sucedan.