Al sur de los Urales, en Gai, Rusia, hay desde hace millones de años un antiguo volcán que entonces se encontraba en el fondo marino. Ahora, allí en su lugar, hay un enorme depósito subterráneo de minerales de cobre-pirita, informa RT.
El depósito fue descubierto por los geólogos a mediados del siglo XX y desde entonces empezó la extracción a gran escala. Además de cobre, el yacimiento contiene zinc, plomo, azufre, oro, plata, así como varios elementos raros.
Hasta el momento la mina ha explorado yacimientos hasta una profundidad de 1.700 metros y tiene el aspecto de una verdadera ciudad bajo tierra. A una profundidad de 1.075 metros no se siente la humedad, ya que la mina está bien ventilada y el aire es relativamente fresco.
La mina tiene 250 kilómetros de carreteras y hay 26 intersecciones con semáforos especiales (ugmk.com).
El depósito consiste en una estructura de varios pisos que constan de una red de túneles horizontales, a lo largo de los cuales se desplazan los transportadores para personas y minerales, máquinas perforadoras y otra maquinaria, informa RT.
La longitud total de las carreteras subterráneas, por las que pueden circular vehículos, es de 250 kilómetros. Para evitar posibles accidentes, en 26 intersecciones fueron instalados semáforos especiales, protegidos por una carcasa a prueba de explosiones.
Todas las carreteras subterráneas están bien iluminadas y en las paredes se instalaron cables de comunicación.
Dentro del volcán existe una mina desde hace 70 años (ugmk.com).
Los pisos están conectados por ejes verticales, a través de los cuales los minerales suben a la superficie. Los ascensores aquí se mueven a una velocidad mínima de ocho metros por segundo cuando transportan a humanos, pero si solo llevan carga se mueven mucho más rápido, dice RT.
En la mina a menudo se escuchan explosiones, puesto que las excavaciones se realizan mediante el método de perforación y voladura.
En la mina a menudo se escuchan explosiones, puesto que las excavaciones se realizan mediante el método de perforación y voladura (ugmk.com).
La maquinaria que trabaja en los túneles casi nunca ve la luz del día, de manera que los talleres para la reparación y el mantenimiento de transportadores, camiones volquete y equipos de perforación están bajo tierra, dentro de la mina.
Todos los trabajadores llevan en el casco una linterna equipada con un sensor que interactúa constantemente con los receptores ubicados en la mina y que están conectados por cable con la sala de control. De esta manera, un responsable puede ver en la pantalla de control cuántas personas hay en la mina.
Fuente: Clarín