La SEA cerró su participación en la Feria del Libro a sala completa y con importantes anuncios

La Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina realizó una mesa de debate sobre “El rol de los intelectuales en la realidad social, política, económica y cultural”, con la participación de Alejandro Katz y de Flavia Pitella y la coordinación del escritor Edgardo Berón.

En la oportunidad se anunció el convenio con librerías Cúspide, que ya está en ejecución y permite a los socios de la SEA comercializar sus libros tanto en las librerías de todo el país como en el canal de venta digital, con excelentes condiciones respecto a sus derechos de autor. Por otro lado en una de las sucursales de la calle Corrientes y en algunos locales de nuestras provincias, los socios de la entidad pueden comprar libros con un 30 % de descuento.

LA AUSENCIA DE LOS INTELECTUALES EN LOS MEDIOS

En una muy concurrida Sala Bioy Casares de la Feria del Libro, una mesa organizada por la SEA sobre el casi nulo interés de los medios de comunicación sobre los intelectuales, convocó a la profesora, traductora y periodista Flavia Pitella y al licenciado, analista político y editor Alejandro Katz. Con la coordinación del escritor Edgardo Berón –a su vez miembro de la conducción de la entidad organizadora-, los panelistas protagonizaron un muy rico debate que incluyó de modo activo al público asistente.

Pitella fue la primera en referirse al tema, reconociéndolo como “muy complicado” pues la realidad social, dijo “pasa mucho por las redes”, las cuales gestionan las noticias y sus correspondientes reflexiones de un modo muy particular. “Es algo que yo creo que va muy en contra y que está directamente relacionado con el rating: se está midiendo todo el tiempo si eso que está pasando tiene más o menos repercusión en el público, cuántos retuits, cuántos ‘me gusta’ tiene o deja de tener esa noticia. Y luego aparecen las noticias falsas, o los títulos que enganchan pero que cuando se lee la noticia ocurre que en verdad dice otra cosa, aunque la gente ya se quedó con el título…”

Y la misma Pitella fue contundente cuando opinó sobre porqué los medios no recurren casi nunca a los intelectuales para explicar temas tan complejas como una pandemia, una guerra, la grieta existente en la sociedad o una economía para la cual nadie pareciera tener la mejor solución. “Porque no hay tiempo para argumentar, responder, volver a argumentar y volver a responder; porque lo que importa es el rating. Porque ese barro hermoso que es la discusión intelectual se da de cabeza con el tiempo. El tiempo es lo único que tenemos y es en donde tiene que desarrollarse la intelectualidad. Y ocurre que en los medios no hay tiempo. Pero esa ausencia de tiempo también se ve en los programas de las escuelas o en los programas de post grado: se tiran miles de títulos, decenas de temas…y el post grado dura dos meses…”

Alejandro Katz se preguntó “qué es un intelectual” y también señaló la necesidad de preguntarse “qué son los medios”, aludiendo concretamente a la gran diversidad de radios, canales de televisión, radios, diarios, revistas, portales digitales de noticias y demás medios electrónicos, a los cuales habría que añadirle las redes sociales. Y por eso mismo planteó otra pregunta: “¿Todo eso son ‘los medios’?” y si acaso todos ellos funcionan de igual manera, si tienen la misma lógica o si son todos iguales. Por eso concluyó en que el tema planteado era muy complejo. Sin embargo, Katz admitió que existen “claves de lectura de esta realidad que podemos intentar analizar”.

Así, tomó el planteo de Pitella acerca del tiempo “y la aceleración del tiempo”, un tema que, dijo, está siendo “muy estudiado por la sociología contemporánea”. Ese tema, explicó el pensador, “se convierte en una de las claves de interpretación del comportamiento de las sociedades en general”. Por otra parte, Katz discrepó en parte con la interpretación del tema hecha por Flavia Pitella, si bien coincidió con la descripción del problema. Y dijo: “Creo que es posible hacer las cosas de otro modo y que no hacerlas es una decisión de un conjunto de actores con responsabilidades políticas, económicas, intelectuales, sociales, etcétera, de las que esos actores deben hacerse responsables. (Lo que ocurre) no es por el resultado del orden natural de las cosas: hay una decisión de no comprometerse con la construcción de una esfera pública robusta y productiva en términos democráticos”.

Siendo más claro aún, Katz agregó que “no es que el público no quiere eso. Los públicos son muy variados y sin duda hay públicos que no solo quieren determinada cosa, sino que la exigen y que desertan de los medios que no se la dan. Es una decisión no solo económica: es económica, política e intelectual que opera en los instrumentos con los que podemos o no podemos construir una sociedad de mayor o de menor calidad”.

En síntesis, se trató de un debate muy rico y muy bien llevado por el moderador, que se extendió a lo largo de una hora y a cuyo término, como en toda discusión intelectual, quedaron muchos interrogantes, algunas certezas y muchas ganas de que la charla no terminara nunca. El público, continuó con entusiasmo conversando con los protagonistas en el pasillo del Pabellón Blanco de la Feria. De alguna manera, la gente demostró que le hace bien escuchar la interpretación de los intelectuales y que evidentemente no todos los públicos eligen la chatura y las interpretaciones de sentido común.