La UBA integra el club de las mejores 100 universidades del mundo

Aunque descendió un puesto en relación con 2018, por quinto año consecutivo, la Universidad de Buenos Aires (UBA) lidera el ranking de América Latina entre 88 casas de estudio de la región e integra el selecto club de las 100 mejores del mundo, en el puesto 74, de la clasificación QS World University que confirmó por octava edición seguida el liderazgo del Massachusetts Institute of Technology (MIT).

De las 10 mejores universidades del mundo, según Quacquarelly Symonds (QS), consultora internacional en educación superior, cinco son norteamericanas: MIT, Stanford (2), Harvard (3), California Institute of Technology (Caltech) (5), y Chicago (10). Cuatro son británicas: Oxford (5), Cambridge (7), University College London (8) e Imperial College London (9). Una es suiza: Swiss Federal Institute of Technology (ETH, 6).

De las 26.000 universidades que existen en el mundo, QS evalúa unas 4000 y confecciona anualmente un ranking de las mejores 1000. Por ese motivo, es que para el rector de la UBA, Alberto Barbieri, «lo más importante, más allá de quedar en un puesto o en otro, es mirar la tendencia en el mediano plazo: la UBA sigue estando entre el uno por ciento de las universidades de elite y sigue siendo la primera de la Argentina.»

Las tres universidades que lideran la clasificación mantuvieron los mismos puestos que el año pasado. En el caso de la evaluación de las casas de estudio argentinas, en esta edición aparecen 13 en el ranking, una menos que en 2018. Más allá de la ubicación de la UBA, cuatro casas de estudios integran el top 400. La Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires (UCA) mejoró 25 puestos en relación al año pasado: pasó del 369 al 344. La Universidad de Palermo figura 383, lo que significa que mejoró 37 puestos. La Universidad Austral se ubicó en el lugar 400, pero retrocedió 33 lugares; la Universidad de Belgrano está en el puesto 438, lo que implica 54 sitios más abajo que en 2018.

La Universidad de Buenos Aires (UBA) lidera el ranking de América Latina entre 88 casas de estudio de la región
La Universidad de Buenos Aires (UBA) lidera el ranking de América Latina entre 88 casas de estudio de la región Fuente: Archivo – Crédito: Silvana Colombo

La Universidad Nacional de La Plata quedó ubicada en el rango 591-600 y mejoró en relación con la edición anterior, en la que se ubicó 601-650. También bajaron en el ranking el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), que quedó en el rango 601-650 y en la medición anterior figuraba 581-590. Lo mismo sucedió con la Universidad de San Andrés, pasó de 591-600 a 601-650. En cambio, mejoró la Universidad Torcuato Di Tella al quedar 601-650, cuando en 2018, estaba 651-700.

Cuatro universidades públicas se mantienen en el mismo rango 801-1000: son las nacionales de Córdoba, de Mar del Plata, de Rosario y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).

Ninguna universidad de América Latina integra el club de las primeras 100: La Universidad Nacional Autónoma de México está ubicada 103, le siguen la Universidad de Sao Paulo (116), la Pontificia Universidad Católica de Chile (127), Tecnológico de Monterrey (158) y la Universidad de Chile (189).

Si se mira el ranking de las instituciones españolas, la mejor ubicada es la Universitat de Barcelona (165), le siguen la Universidad Autónoma de Barcelona (188) y la Universidad Autónoma de Madrid (192) entre las 200 mejores del mundo.

En esta edición, QS midió seis indicadores: las reputaciones académica y desde el punto de vista de los empleadores, las citaciones por profesor, la relación entre la cantidad de estudiantes y la cantidad de docentes, la proporción de profesores extranjeros en una institución y la proporción de estudiantes extranjeros en una casa de estudios.

Es interesante observar los primeros 20 puestos del ranking, porque 10 corresponden a universidades de los Estados Unidos -a las ya citadas, se suman Princeton (13), Cornell (14), Pennsylvania (15), Yale (17) y Columbia (18)-, 5 al Reino Unido (cuatro entre las primeras 10 y Edinburgh, 20-, dos a Suiza -ETZ Zurich y Ecole Polytechnique Federal de Lausanne (18), dos a Singapur -Nanyang Technological University (11) y National University of Singapore (12)- y una a China -Tsinghua (16)-.

«Este reconocimiento de la comunidad internacional tiene una gran significancia. Nos visibiliza en el mundo. Posicionarse a nivel internacional se traduce en un mayor número de estudiantes, docentes e investigadores UBA al mundo y viceversa», afirmó Barbieri, al referirse a la ubicación global que mantuvo esa casa de estudios en el ranking QS.

Universidad de Buenos Aires (UBA)

«La universidad está llevando a cabo un proceso de internacionalización como nunca antes tuvo. Lo que implica, por un lado, un flujo mucho mayor de estudiantes y profesores internacionales en nuestras aulas y laboratorios, pero además un creciente acceso a financiamiento para la comunidad UBA (estudiantes, docentes e investigadores) para realizar una estancia académica en el exterior. Todas las evaluaciones internacionales de instituciones de educación superior dan una importancia muy grande a este tipo de procesos», planteó Barbieri.

Resaltó el fortalecimiento del «sistema de investigación científico-tecnológico con la creación de programas que financian áreas estratégicas de desarrollo y la posibilidad de estancia en el exterior a los que realizan doctorados y posgrados». Y explicó: «la UBA emprendió un proceso de mejoramiento de las estadísticas académicas. Cada vez es mejor la información que tenemos sobre la universidad y esto permite comunicar con mejor precisión a todas las agencias de evaluación nuestra situación».

Barbieri dijo que «la UBA también avanzó sobre una deuda histórica que tenía que ver con cómo se regula la forma en que se publica (indexa) toda la investigación que se hace dentro de la universidad. La nueva regulación para las publicaciones científicas de la UBA permitió que agencias de información científica internacional, tal como Scopus, pudieran contabilizar de manera completa toda la investigación que se hace desde la universidad».

Desde el punto de vista de los vínculos internacionales, indicó: «Estar en esta posición nos permite lograr convenios de cooperación con las mejores universidades del mundo, lo que se traduce en mejores opción para intercambio de nuestros estudiantes, pero también mejores posibilidades de proyectos de investigación conjuntos, o programas de doble titulación como los que tenemos con la Humboldt de Berlín, o la Universidad de Grenoble en Francia».

UCA, en Puerto Madero
UCA, en Puerto Madero Crédito: UCA

Universidad Católica Argentina (UCA)

«Este ranking mide la reputación académica, la reputación del empleador, la relación entre estudiante profesor, las citaciones por facultad y la cantidad de docentes internacionales. En el indicador de cantidad de estudiantes por profesor la UCA pasó de ocupar el puesto 108 al 59 demostrando la importancia que le da la universidad a su plantel docente que busca ofrecer una educación de excelencia para su alumnado así como un acompañamiento durante los años de formación universitaria. También hubo una mejora en la Reputación Académica debida a más respuestas positivas respecto a la universidad en la Encuesta a académicos», explicó María Clara Zamora, vicerrectora de Investigación e Innovación Académica de la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires (UCA).

Zamora informó, además, que «la universidad tiene un proyecto de innovación educativa para ofrecer una formación de acuerdo a las necesidades de los nuevos alumnos, logrando una oferta específica más completa».

La sede de la Universidad de Palermo
La sede de la Universidad de Palermo Fuente: Archivo

Universidad de Palermo (UP)

Para el vicerrector de la Universidad de Palermo (UP), Matías Popovsky, «este nuevo reconocimiento nos impulsa a continuar reimaginando la educación. Nos hemos enfocado en innovar en la enseñanza, la incorporación de los últimos avances de la ciencia del aprendizaje y la implementación de tecnología educativa de última generación».

A su criterio, «las universidades debemos adaptarnos al mundo complejo en el que vivimos hoy, para poder brindarle a nuestros estudiantes las habilidades necesarias para destacarse en el mercado profesional actual, los trabajos del futuro y la nueva economía del conocimiento».

En cuanto al impacto que tiene el ranking entre los estudiantes y los docentes, manifestó que «es un logro compartido de toda la comunidad de la universidad». Y amplió: «es un premio a los alumnos y a los profesores, quienes guían y motivan a los estudiantes a aceptar desafíos, imaginar y emprender. Para los docentes es un incentivo muy fuerte ver reconocido su esfuerzo y dedicación. El galardón fortalece la proyección laboral de los alumnos y, al mismo tiempo, genera el compromiso de utilizar su experiencia en la UP para mejorar la sociedad en la que vivimos, con los conocimientos adquiridos y un network académico y profesional para toda la vida».

El campus de la Universidad Torcuato di Tella
El campus de la Universidad Torcuato di Tella Fuente: Archivo

Universidad Torcuato Di Tella

Para Catalina Smulovitz, vicerrectora de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), «una de las cosas que pasa con estos rankings es que las universidades necesitamos aprender cuál es la información que evalúan los mismos». «Nosotros -ejemplificó- mejoramos mucho en todos los rubros que miden la performance y productividad académica. Esto es así no solo porque nuestros profesores siguen publicando a un ritmo muy intenso y en muy buenos lugares, sino también porque aprendimos cómo deben identificarse nuestros profesores para que se sepa que investigan y enseñan en la UTDT».

En cuanto al impacto para estudiantes y docentes, sostuvo que «estar en lugares altos en los rankings académicos le permite a la universidad visibilizar el trabajo de sus profesores e investigadores». «Esto es muy importante porque permite a cualquier persona que está eligiendo un lugar de calidad para estudiar identificar cuáles son los buenos lugares y, a aquellas otras que necesitan puntos de referencia para su vida profesional, elegir entre las universidades existentes», argumentó.

Fuente: María Elena Polack, La Nación