Lecciones de escritura de Hemingway a Fitzgerald: “Cuando tengas ese maldito dolor…usalo”

Se publican cartas inéditas. Eso le dijo el Nobel estadounidense a su colega, el autor de “El Gran Gatsby”, que atravesaba un bloqueo creativo. Una nueva recopilación de escritos repasa su trayectoria entre 1932 y 1934.

La Gran Depresión en Estados Unidos, la Revuelta cubana de los Sargentos, los conflictos políticos en España, caza y pesca en Arkansas o Key West, París y hasta un safari africano. Ernest Hemingway no era hombre de estar en casa, tirado en el sofá. Tenía claro que lo importante era vivir al máximo.

Convertido ya en escritor de fama mundial gracias al éxito de Adiós a las armas, (1929), Hemingway tuvo un período especialmente activo entre 1932 y 1934, desde que acabó y publicó Death in the Afternoon (Muerte en la tarde, sobre las corridas de toros) hasta después de terminar El ganador no se lleva nada, su tercera y última colección de historias cortas.

Hemingway. Retrato del autor de "El viejo y el mar", "Fiesta" y "Por quién doblan las campanas", entre otras obras.


Hemingway. Retrato del autor de «El viejo y el mar», «Fiesta» y «Por quién doblan las campanas», entre otras obras.

Sus relaciones con la familia, los amigos, el editor Maxwell Perkins u otros escritores de renombre como Archibald MacLeish, John Dos Passos, Ezra Pound y F. Scott Fitzgerald quedaron plasmadas en sus cartas, muchas de las cuales eran inéditas hasta ahora, momento en el que las acaba de publicar Cambridge University Press.     

Algunos de los puntos más sorprendentes de la recopilación realizada por la profesora Sandra Spanier, profesora de Penn State University, son su profunda amistad con Fitzgerald y las amargas disputas con Pound, el crítico literario Max Eastman o Gertrude Stein, su antigua mentora.

Ezra Pound. Uno de los integrantes de la "Lost Generation".

Ezra Pound. Uno de los integrantes de la «Lost Generation».

“(En ese momento) intenta constantemente superar los límites con su escritura. Las cartas ofrecen una nueva visión de todas las cosas sobre las que está escribiendo, y puedes seguirlo casi día a día a través de los aspectos mundanos de la vida cotidiana y también de sus grandes aventuras”, apunta la editora general del proyecto The Letters of Ernest Hemingwayuna iniciativa para localizar, anotar y publicar las casi 6.000 cartas del escritor estadounidense que han sobrevivido.

Tras publicar El Gran Gatsby en 1925F. Scott Fitzgerald afrontaba una mala época. Dificultades financieras, la enfermedad mental de su esposa Zelda y su propio alcoholismo provocaron una sequía creativa que le llevó a tardar hasta nueve años para escribir su siguiente libro, Suave es la noche (Tender is the night), algo que desesperó a Hemingway. 

Scott Fitzgerald. Autor de "El Gran Gatsby" / AP

Scott Fitzgerald. Autor de «El Gran Gatsby» / AP

Cuando se publicó el texto, en 1934, Ernest no pudo evitar recriminarle la tardanza y la calidad a su amigo, según detalló en una carta enviada el 28 de mayo de 1934. “Olvida tu tragedia personal. […] Debes estar herido como en el infierno antes de poder escribir en serio. Pero cuando tengas ese maldito dolor, úsalo, no hagas trampa con él. Sé tan fiel como un científico, pero no pienses que nada es importante porque te sucede a ti o a alguien que te pertenece”, escribió.

Con los años, sin embargo, Hemingway cambió de opinión y reconoció que había sido demasiado duro con Fitzgerald y que cuando releyó Tender is the Night fue “aterrador lo buena que era”. “La suya fue una relación complicada. Se preocupaban profundamente el uno por el otro, pero también les costaba llevarse bien”, revela Spanier.

Gertrude Stein, a la derecha de la imagen, fotografiadas en 1926 por Man Ray en su casa de París. / Cortesía del Museo de Arte Moderno de San Francisco.

Gertrude Stein, a la derecha de la imagen, fotografiadas en 1926 por Man Ray en su casa de París. / Cortesía del Museo de Arte Moderno de San Francisco.

La pelea con Gertrude Stein comenzó después de que la escritora, considerada una pionera en la literatura modernista, sacara su libro The Autobiography of Alice B. Toklas (La autobiografía de Alice B. Toklas, 1933). En el texto, Stein describía a Hemingway como físicamente frágil y propenso a los accidentesademás de reclamar crédito por enseñarle a escribir.

La autora nacida en Pensilvania detallaba en su obra el accidente automovilístico sufrido por su antiguo pupilo. Fue en noviembre de 1930. Hemingway había dejado a John Dos Passos en la estación de tren de Billings (Montana) y regresaba a casa cuando sufrió el percance y se rompió el brazo. El cirujano unió el hueso con tendones de canguro y la herida, en su mano de escribir, le provocó un intenso dolor durante meses. “El escritor se sentía muy traicionado por alguien a quien había admirado”, apunta Sandra Spanier.

Su resquemor quedó patente en una carta que envió a Ezra Pound el 22 de julio de 1933. “Si quieres divertirte con alguna mierda, lee G. Stein en August Atlantic Monthly”, dijo Hemingway. “Escribí The Sun Also Rises (Fiesta) en seis semanas […] sin ver ni escuchar a Miss S. durante mucho tiempo. […] Bueno, caballeros, será un gran día cuando escriba mis propias memorias sangrientas, porque papá no está celoso de nadie (todavía) pero tengo una condenada gran memoria y nada que demostrar”, añadió. 

El volumen también hace referencia a una disputa con el crítico literario Max Eastman, quien en una reseña del libro taurino de no ficción Death in the Afternoon lo llamó Bull in the Afternoon (Toro en la tarde). Hemingway se topó más adelante con Eastman en la oficina del editor Max Perkins, quien tuvo que separarles físicamente después de que los dos se agarraran a golpes.

Fuente: Clarín