Murió a los 48 años Adrián Cionco, bajista del grupo La Mosca

El músico y compositor nacido en San Nicolás, que un día antes había festejado su cumpleaños, falleció luego de sufrir un infarto.

Adrián Cionco, bajista, compositor y letrista del grupo La Mosca, murió este miércoles luego de sufrir un infarto. El músico, que en el día de ayer cumplió 48 años, ya había tenido un episodio cardiovascular en el 2015.

“Con inmensa tristeza queremos despedir a nuestro amigo, hermano y excelente músico Adrián Cionco. QEPD. GRACIAS por compartir con nosotros esta aventura de la música! Todos abrazamos a tu familia y amigos… Por siempre en nuestro corazón”, escribieron con dolor sus compañeros de La Mosca en la cuenta oficial de Facebook de la banda.

El mensaje del grupo La Mosca tras la muerte de Adrián Cionco

El mensaje del grupo La Mosca tras la muerte de Adrián Cionco

Por su parte, sus compañeros de Radio Noba, en donde participaba del ciclo Tarde de perros (sábados de 19 a 22), también lo despidieron con un emotivo mensaje: «Lamentamos informar el fallecimiento del músico nicoleño, compañero de Radio NOBA, Adrián Cionco. Desde #NOBA enviamos nuestras condolencias a su familia y seres queridos. Te vamos a extrañar, Adrián”.

El mensaje de Radio Noba

El mensaje de Radio Noba

El año pasado, en una entrevista con Diario El Norte, Guillermo Novellis, cantante y líder de La Mosca, había contado que a Cionco se lo habían “robado” de otra banda de Ramallo. «Es un músico increíble y muy talentoso. Uno de los mejores bajistas de la zona”, aseguró entonces.

El propio Cionco también había contado cómo fue su llegada al grupo, luego de rechazar en varias oportunidades la propuesta de sumarse. “Cuando me fui de la banda en la que estaba, Los Quema sábanas, decidí irme a Buenos Aires, porque la mamá de mis hijos se iba a trabajar allá. Y en ese momento me hace la propuesta Guillermo de tocar en La Mosca porque el bajista de ellos no aguantaba, porque era profesor de educación física y se le estaba complicando mucho», empezó relatando.PlayAdrián Cioncio recordando su ingreso a La Mosca

Y continuó: “En ese momento, la banda ya era La Mosca pero no tenía esta magnitud. Y yo le pregunté qué precisaban, porque ya me habían venido a buscar tres veces y les decía que no, porque yo quería irme a Buenos Aires, a otra cosa. Ellos ya tenían un primer disco, una primera compañía, pero yo quería ser sesionista. Me di cuenta que con un grupo iba a ser muy difícil de llegar porque tenía que encontrar 5 locos que pensaran lo mismo que yo, entonces la idea era sesionar. Pensaba: ‘Si me preparo bien, leo bien las partituras, estudio bien, voy a tener la posibilidad de tocar con un (Alejandro) Lerner, con un Fito (Páez), con un Charly (García) o con quien sea, pero no voy a estar dependiendo de qué quiere hacer mi baterista, qué quiere hacer mi cantante, porque esto va a ser imposible’. Y nada que ver, fue posible. Pero primero les dije que no varias veces”.

¿Cómo se concretó su participación? “Un día Guillermo vino a verme y me dijo: ‘Mirá Adrián, no me digas que sí, solamente te necesito porque no tengo bajista y tenemos que ir a tocar a Cemento con un montón de grupos y al programa de Valeria Lynch en América. Y no era la tele, era Cemento. A nosotros, que lo único que teníamos acá la revista 13/20, Obras y Cemento eran todo, la cancha de Boca y la de River, no había otra cosa. Y yo dije: ‘No me puedo perder esto’. Así que le digo a Guille: ‘Dale, yo les hago este favor por este problema que han tenido’, y me pasó los temas. A los dos días nos fuimos y ahí entendí todo, cuál era la responsabilidad que me iba a tocar y qué podía pasar si esto se daba”, explicó entonces el músico.

Adrián Cionco con sus compañeros de La Mosca

Adrián Cionco con sus compañeros de La Mosca

Finalmente, Cionco contó que, tras esas presentaciones, le ofrecieron quedarse en el grupo y que en julio de ese 1997 les dijo que lo haría por apenas unos meses. “En noviembre volvimos a hablar y le dije: ‘Me gusta esto, me encanta disfrutar de otras cosas’. Ahí no había plata, no había contrato, nada. Yo no tenía ni dos pesos para tomar el remise compartido hasta Ramallo, pero mamá siempre estaba”, recordó. Y siguió trabajando junto a la banda durante los siguientes ventitrés años.