Murió «Bocón» Frascino, exPescado Rabioso y coautor de clásicos con Spinetta

MIRÁ LOS VIDEOS. Fue bajista en la banda del Flaco, pero era guitarrista. Juntos escribieron “Me gusta ese tajo”, “El monstruo de la laguna” y “Dulce 3 nocturno”. Tenía 69 años.

Osvaldo «Bocón» Frascino, músico, bajista de Pescado Rabioso y coautor junto a Luis Alberto Spinetta de «Me gusta ese tajo» y «El monstruo de la laguna», falleció a los 69 años por un problema hepático, informaron sus allegados.

Fue un héroe por partida doble. Por un lado, Osvaldo “Bocón” Frascino era un auténtico héroe de la guitarra, capaz de conseguir un sonido único y personal casi sin efectos ni pedales, solamente a fuerza de ductilidad, toque y talento, tal como podía demostrar tocando con equipos mínimos en una plaza o en el estadio de Vélez junto a Luis Alberto Spinetta en la inmortal noche de las Bandas Eternas en 2010.

Por otra parte, «Bocón» Frascino fue un héroe anónimo, de esos que abundan en las historias del rock mundial. Fue un pionero y tocó con los más grandes, pero no trascendió fuera del círculo de los más fanáticos y estudiosos. Encima, su momento de mayor fama no fue con la guitarra sino como bajista, cuando su amigo el baterista Black Amaya le sugirió su nombre a Spinetta, que había vuelto de un largo viaje por Europa y estaba con ganas de armar un trío bien rockero. Hicieron una zapada y enseguida quedó conformado Pescado Rabioso.

“En esa época -contó Bocón en el libro Luisito de Jorge Kasparian- había muy pocos bajistas y por eso a veces los violeros tocábamos el bajo».

«Yo era muy de zapar en cualquier lado y aprovechaba que sobraban violeros y faltaban bajistas, entonces le daba para delante con el bajo -recordó-. Les gustaba y después me llamaban para que lo toque, pero en un punto fue contraproducente. porque yo componía y tocaba la viola”.

Frascino nació en 1950 y en su adolescencia iba seguido al legendario rock club conocido como “La Cueva de Rivadavia” (a diferencia de “La Cueva de Pueyrredón”), que regenteaba el igualmente legendario Billy Bond.

Ahí se armaban grandes zapadas y los pocos músicos de rock de esos tiempos se iban conociendo y formaban sus primeras bandas. Así fue como hubo un efímero grupo formado por Moris, Pajarito Zaguri, Willy Gardi y Bocón. De ahí también surgió Engranaje, con Pappo, Horacio “Droopy” Gianello, Tito La Rosa y Bocón.

La historia de Pescado Rabioso fue breve pero intensa, como ocurría con la mayoría de los conjuntos en esa época. Duró sólo dos años y dos discos grupales, además del clásico Artaud, que en los hechos fue un álbum solista. Bocón estuvo en el primero, Desatormentándonos, donde aportó un sonido de bajo único (por tocarlo con mentalidad de guitarrista) y participó en la composición de El monstruo de la laguna. Después tomó la dura decisión de dejar la banda para volver a la guitarra en el grupo Sacramento, un verdadero supergrupo que pasó inadvertido y tuvo la mala suerte de no conseguir que se edite su segundo álbum, que actualmente circula en las redes en forma pirata y permite apreciar su unión con Ciro Fogliatta (ex-Los Gatos), Roberto “Corre” López (ex-Los Walkers) y Ricardo Jelicié (ex-La Bolsa).

Osvaldo "Bocón" Frascino tocó con Pappo y con Spinetta. Foto: Diego Waldmann

Osvaldo «Bocón» Frascino tocó con Pappo y con Spinetta. Foto: Diego Waldmann

A mediados de los años ’70, a pesar de que más temas con coautoría suya habían aparecido en el siguiente disco de Pescado (el dulce Dulce 3 nocturno y el psicodélico Mi espíritu se fue), Bocón Frascino no había conseguido el reconocimiento que merecía y durante las siguientes dos décadas pasó prácticamente al anonimato. Tuvo un accidente en una fábrica y recibió una pensión vitalicia que le permitió vivir y seguir tocando la guitarra a solas, perfeccionando su sonido mientras se curaba de algunas adicciones. Recién volvió a la actividad pública en los años ’90, cuando reflotó el nombre de Engranaje y consiguió grabar. Dio algunos reportajes, tocó más seguido e incluso fue retratado en algunos videos aún inéditos por el director Raúl Perrone.

Una característica de Bocón fue su modestia, su humildad y su convicción por no bajar los brazos, resistir y “no transar”, como solía decir. Una anécdota que lo pinta de cuerpo entero fue su ingreso al proyecto de las Bandas Eternas, cuando Spinetta se propuso reunir a todos sus grupos en un show único que duró más de cinco horas. Según recuerda su gran amiga Meneca Hiquis, “Le conté del plan del Flaco y le sugerí contactarlo. Dijo que no lo quería molestar, pero yo igual lo llamé y Luis se puso recontento porque no lo podía ubicar en ninguna parte. Se pusieron en contacto y así fue como se juntaron después de tantos años y volvieron a tocar juntos”.

Así fue como Osvaldo “Bocón” Frascino tocó en el estadio de Vélez ante más de 45 mil personas. A los 62 años, sin proponérselo, tuvo un merecido reconocimiento masivo y se lució en el tema Me gusta ese tajo, también de coautoría suya.

En estos últimos meses, Bocón estaba esperando un trasplante de hígado.

Era paciente del hospital Argerich. Tuvo una recaída durante la cuarentena, lo internaron en una clínica de Villa Luzuriaga y le dieron el alta, aunque el pronóstico era malo. No tenía dolores y murió en la noche del jueves 2 de julio. Este viernes 3 será velado de 16 a 18 horas en la cochería Pache, de Castelar, Rivadavia 19837.

Fuente: Clarín