Murió Pascual Condito, distribuidor y figura entrañable del cine argentino

El productor y distribuidor de cine, personaje muy querido de la industria cinematográfica local, falleció a los 73 años, informaron sus familiares.

Condito estaba internado en el Cemic (Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas) del barrio de Saavedra, aquejado por un cáncer de Colon.

Distribuidor, coprodutor, defensor incansable y gran promotor del cine argentino, Condito, que nació en Catanzaro, Calabria, en 1948 como Pascual Condito Gioma y llegó al país cinco años más tarde, era una de las memorias vivas del cine local desde la recuperación democrática a la actualidad.

Con apariciones menores en más de 50 películas, producto del cariño que despertaba y como homenaje a la labor que desarrollaba, Condito estuvo en la industria del cine desde 1980 hasta la actualidad, en una doble función de ida y vuelta a través de su empresa productora y distribuidora Primer Plano.

Por una lado traía al país destacados títulos de cine europeo y mundial que eran apuestas comerciales de riesgo alto y medio, independientes de las majors, y, por otro, exportaba al exterior películas argentinas.

Así, fue el distribuidor en Argentina de títulos como «Trainspoting», de Danny Boyle; «El juego de las lágrimas», Neil Jordan; «Secretos y mentiras», Mike Leigh; «El sabor de las cerezas», de Abbas Kiarostami; «Buena Vista Social Club», de Wim Wenders y «Recursos humanos», de Laurent Cantet, entre muchos títulos.

Y, en sentido inverso, distribuyó en Europa créditos argentinos como «Garage Olimpo», de Marco Bechis; «Esperando al mesías», de Daniel Burman; e «Historias mínimas», de Carlos Sorín, entre otros.

Como coproductor participó en películas como «Las mantenidas sin sueños», de Vera Fogwill y Martín De Salvo; «El viento se llevó lo que», de Alejandro Agresti; «El frasco», de Alberto Lecchi; y «Conversaciones con mamá», de Santiago Carlos Oves, entre más.

Desde 2002, Primer Plano se convirtió en la más importante distribuidora internacional de cine argentino desde la década 90 a la actualidad con cerca de 150 títulos locales.

Como actor acredita 37 títulos, el más destacado en «El perro», de Sorín, además de apariciones menores en otros como «Sofácama», Ulises Rosell; «Vino para robar», de Ariel Winograd o «El rey del Once», Burman.

Su vida y su labor inspiraron la miniserie «Vida de película», donde estuvo personificado por Luis Machín y que se vio a lo largo de 13 capítulos por la Televisión Pública en 2017, en un envío escrito por Jorge Maestro y Federico Barenboin, que además produjo.

También dio pie y protagoniza el documental biográfico sobre su vida y trabajo «Tras la pantalla», de Marcos Martínez de 2015.

«Por eso quizás soy demente, soy fanático, yo les pido a todos los que estamos acá que luchemos para tener nuestro espacio de cine argentino en las salas de cine y en la televisión», dijo al recibir el Cóndor de Plata a la Trayectoria de la Asociación de Cronistas Cinematográficos, en una escena que registra la película.