Paul Auster apunta contra el uso de armas en Estados Unidos tras uno de los años más trágicos de su vida

Después de que su hijo muriera de sobredosis al poco tiempo de ser acusado del homicidio accidental de su nieta de 10 meses, el autor de “La trilogía de Nueva York” regresa con “Un país bañado en sangre”, un ensayo sobre la violencia de EE.UU. donde, según afirma, hay más armas que habitantes. Secretos familiares, alarmantes estadísticas y una pregunta: “¿En qué tipo de sociedad queremos vivir?”.

El célebre escritor estadounidense Paul Auster regresa con un nuevo libro tras uno de los años más duros de su vida: su hijo, Daniel Auster, fue acusado del homicidio accidental de su beba de diez meses por sobredosis de heroína y fentanilo, solo para terminar falleciendo él tambien, cinco meses después, de sobredosis.

En su nuevo libro, Un país bañado en sangre (Bloodbath nation en su inglés original), el autor de La trilogía de Nueva York y la reciente 4 3 2 1 analiza la violencia generada por el uso de armas en Estados Unidos, algo que cada año se cobra más de 40 mil vidas. Se espera que este ensayo, que se publicará el 17 de enero en Estados Unidos, llegue en abril a la Argentina.

Según la agencia de noticias AFP, este trabajo del autor de El libro de las ilusiones y El palacio de la luna, casado con la escritora y traductora Siri Hustvedt, va de lo personal a lo histórico a lo largo de 100 páginas en las que también se incluyen fotos de lugares de masacres en Estados Unidos.

Además explican que este ensayo, publicado en el marco de una colección de ciencia política, tiene su origen en un dato que aparece desde las primeras páginas: un secreto de familia que el escritor de 75 años descubrió recién de joven.

infobae

“El 23 de enero de 1919 (…) mi abuela le disparó a mi abuelo y lo mató”, dice el autor en este libro editado por Seix Barral. En ese momento su padre tenía apenas seis años y su tío, que presenció el asesinato, solo tres más.

La abuela del autor fue juzgada en Wisconsin (norte de Estados Unidos) pero fue sorpresivamente absuelta por “demencia temporal” y se instaló con sus dos hijos en Nueva Jersey, cerca de Nueva York. “El arma provocó todo esto; no solo los hijos se quedaron sin padre, sino que vivieron sabiendo que su madre lo había matado”, escribe Auster en este libro.

Pero lo personal es el puntapié de la investigación, ya que después los datos se convierten en centrales y explicita que Estados Unidos cuenta con más armas (unos 400 millones) que habitantes (338 millones) y que 40 mil personas mueren allí anualmente por armas de fuego; de ellas, más de la mitad por suicidio.

El libro cuenta además con decenas de impactantes fotografías en blanco y negro del fotógrafo neoyorquino Spencer Ostrander de lugares donde se produjeron tiroteos en masa, como la discoteca LGBT+ Pulse de Orlando, Florida, donde 50 personas perdieron la vida en 2016.

Paul Auster fue padre junto a la escritora estadounidense Lydia Davis, célebre por sus microcuentos y sus traducciones de Proust. Flaubert y Foucault. (Télam)

Paul Auster fue padre junto a la escritora estadounidense Lydia Davis, célebre por sus microcuentos y sus traducciones de Proust. Flaubert y Foucault. (Télam)

Así aparecen discotecas, supermercados, iglesias, carreteras, estacionamientos, vehículos, lugares que fueron escenario de tiroteos y que muestran una desolación absoluta. En ninguna hay un ser humano o un animal.

“Elegí centrarme en el lugar del tiroteo, como un símbolo. Aunque haya sido reconstruido, destruido, abandonado, es un símbolo de la importancia que los estadounidenses otorgan a este problema”, explicaba el fotógrafo a la revista Publishers Weekly, en octubre, citado en un comunicado de la editorial Grove Press que publica el libro.

En Un país bañado en sangre, Auster señala: “Las grietas de la sociedad estadounidense se amplían continuamente para convertirse en grandes agujeros de espacio vacío” y se pregunta “¿En qué tipo de sociedad queremos vivir?”.

Desde que terminó su libro, 21 personas (la mayoría niños) murieron en un tiroteo en una escuela de Uvalde, Texas; 10 en un supermercado en Búfalo, Nueva York, y siete en Highland Park, Illinois.

Fuente: Télam, Infobae