El nombre de la rosa, Jean-Jacques Annaud, 1986. Una gran producción europea basada en el best seller que todo el mundo tenía que leer -o tener, o al menos mentar- en los ochenta, y con un director que supo hacer éxitos impensados pero que nunca fue un narrador destacable. Pero la película funcionó y lo sigue haciendo, tal vez porque Connery estaba en esos años en estado de gracia, o de maduración perfecta para interpretar a William von Baskerville, un monje franciscano investigador, un seguidor de pistas, un resolvedor de misterios, algo así como un espía del siglo XIV. (HBO Go, Movistar Play, Claro Video, Flow)
Los intocables, de Brian De Palma, 1987. Un trío soñado de actores (Kevin Costner, Robert De Niro, Sean Connery) junto a un director con energía, imaginación, osadía. Una serie clásica pasada por la voracidad cinematográfica de De Palma, que podía mezclar a Alfred Hitchcock con Sergei Eisenstein y, desde esos próceres de la forma, llevarnos a la emoción abrumadora de ver el sacrificio de Jim Malone y su legado en Elliot Ness, de ver cómo Connery y Costner jugaban en lo más alto de la concepción clásica de la actuación. Por una vez, los del Oscar no se equivocaron y premiaron a Connery como mejor actor de reparto. (Claro Video, Google Play, Flow).
Marnie, la ladrona, de Alfred Hitchcock, 1964. En medio del éxito de las primeras entregas de la serie de James Bond, Hitchcock dirigió a Connery en este relato de alto nivel de oscuridad. Al lado de la atormentada Marnie (Tippi Hedren) se impone como compañía Mark Rutland (Connery). Una de las películas más complejas e incómodas de Hitchcock, lo que ya es decir. En su momento, para quienes no lograban ver la maestría de Connery como James Bond, Marnie ayudó a que pudieran ver un poco mejor, a que se empezaran a disipar las dudas acerca de la grandeza del escocés. (HBO Go, Movistar Play, Claro Video, Apple TV, Google Play)
Indiana Jones y la última cruzada, de Steven Spielberg, 1989. Luego de dos entregas de Indiana Jones con Harrison Ford, Spielberg y George Lucas dominando el principio y la mitad de los ochenta, había que cerrar la década a lo grande. Y llegó La última cruzada, la que para muchos es la mejor de la saga, la única que incluye al padre de Indiana, al profesor Henry Jones interpretado por Sean Connery. La química entre Ford y Connery debería ser estudiada en toda historia de las relaciones entre padres e hijos en el cine. (Netflix, Claro Video, Apple TV, Google Play, Flow)
La caza al octubre rojo, de John McTiernan, 1990. La mejor película protagonizada por Connery con la Guerra Fría como contexto no fue ninguna de las Bond sino esta «de submarinos» -uno de los mejores subgéneros del cine- basada en una novela de Tom Clancy y dirigida por McTiernan justo después de deslumbrar con Duro de matar. La caza al octubre rojo -en la que Connery interpreta a un capitán ruso que tendrá al mundo pendiente de sus decisiones- no tuvo la recepción crítica que se merecía: empezaban los noventa, la última gran década de Connery en el cine y, tal vez, la última gran década del cine. (Amazon Prime, Movistar Play, Claro Video, Google Play, Apple TV).
Fuente: Javier Porta Fouz, La Nación