Secuestraron en San Isidro 450 obras falsificadas que se vendían por más de un millón de dólares

Lo hizo la Policía Federal que allanó un taller donde encontró dibujos, pinturas y esculturas que iban desde Antonio Berni hasta Pablo Picasso, pasando por Raúl Soldi o Marta Minujín.

Se vendían en internet por un monto total que superaba el millón de dólares, pero ahora pasarán a formar parte del acervo del Departamento de Patrimonio Cultural de esa fuerza, «con fines educativos y vistas a integrar un museo de la falsificación», informaron hoy fuentes policiales.

Por el delito de «falsificación o defraudación hay, hasta ahora, cinco involucrados: el organizador, el encargado de colocar las obras a la venta en redes; el que hacía los certificados falsos, quien ensamblaba los cuadros y los que propiamente reproducían obra con la intención de hacerla pasar por original», informó la Policía Federal, por lo que se espera que el número de involucrados se incremente con el correr de la investigación que empezó a principio de año. «Esto recién empieza», advierten las fuentes.

De Berni a Picasso. Tenía 450 obras de arte falsificadas y las vendía a más  de un millón de dólares - LA NACION

«Esta es la segunda vez que vamos al mismo lugar con las mismas personas, perece ser la actividad histórica de este señor», indicaron en referencia al responsable de la organización dedicada a falsificar obras de arte de grandes maestros del mundo, identificado solamente como «M.S.B», quien siete años después reincide duplicando su producción: aquellas 230 obras secuestradas en 2015 hoy suman 450.

Las sanciones por este delito «no son tan graves, pero si ahora resultan condenados a la nueva sentencia debe sumarse la sentencia anterior, antes con pena condicional, para su cumplimiento efectivo», agregaron las fuentes.

La investigación «comenzó hace ocho meses a partir de la denuncia de una fundación artística» que derivó en este hallazgo: piezas de Carlos Alonso, Salvador Dalí, Stephen Robert Koekkoek y Carlos Regazzoni, entre otros, incautadas junto a una máquina para encuadrar, certificados de autenticidad apócrifos, máquinas de escribir con distintas tipografías para completar esos falsos certificados y hasta un papel con una firma de Benito Quinquela Martín, enumeraron.

El allanamiento fue ordenado por el Juzgado de Garantías número 4 de San Isidro, a cargo de Esteban Rosignoli, por presunta estafa e infracción a la Ley 11.273 de Propiedad Intelectual, mientras que por orden del Juzgado en lo Correccional número 3 de San Isidro, todo el material secuestrado pasó a formar parte del acervo cultural institucional.

El caso se inició «en virtud de las tareas de prevención en diferentes redes sociales y páginas web realizadas por personal de la Dirección General de Coordinación Internacional del Departamento de Protección del Patrimonio Cultural, que tiene como misión la prevención y lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales y observó en un reconocido sitio web de compra-venta el ofrecimiento de obras de artistas argentinos de relevancia», indicaron desde la institución.

Con motivo de establecer si esas obras eran auténticas consultaron al Museo Quinquela Martin, «desde donde informaron que ninguna de ellas entraría en el catálogo de obras realizadas por el autor», así como a personal especializado que «refirió que se trataba de obras falsificadas», añadieron.