Tendencia. ¿Cómo será el hogar de la pospandemia? 10 ideas para inspirarse

¿Cómo se reconfiguran las nuevas formas de habitar en la pospandemia? ¿Qué aprendimos del encierro? Las casas como refugios de bienestar vuelven a ser tendencia. Sobre todo con las noticias que llegan del invierno europeo, donde la amenaza de la variante Delta sobrevuela en países como Italia, Austria y Alemania, entre otros. Volver a poner el foco en el hogar, preparar los ambientes para garantizar un confort térmico y promover la flexibilidad para convertir espacios de trabajo en rincones familiares implica un cambio de paradigma.

En el reciente Home Report 2022 publicado por la consultora de tendencias alemana ZukunftsInstitut, el autor Oona Horx-Strathern considera tres hitos que calarán hondo en los hogares contemporáneos. Por un lado, la cocina consciente, transformada en espacio funcional que invita a la interacción social. La segunda tendencia apunta a la combinación en inglés, de las palabras mueble y cerca: FurNEARture, que retoma conceptos de lo local y regional en términos de durabilidad de mobiliario y conciencia ambiental. Y finalmente, el equipamiento modular y flexible que contribuye a optimizar espacios domésticos y laborales.

En este sentido, la arquitecta e interiorista argentina Viviana Melamed enfatiza que la sectorización es clave: “La convivencia requiere ambientes integrados pero divisibles. Desde el diseño podemos evitar situaciones críticas y promover pequeños rituales de bienestar. Todos desarmamos planes y postergamos viajes. Ahora revalorizamos las casas. Arreglarlas genera certeza frente a la incertidumbre”.

Melamed ganó la Medalla de Oro a la Arquitectura y Diseño Interior en la edición actual de Casa FOA Distrito Elcano. La consigna de la muestra, “Espacios para vivir más felices”, promueve opciones para reconfigurar las nuevas formas de habitar. El furor por crear oasis vegetales, la incorporación de piezas de arte y las texturas que promueven armonía van de la mano con el equipamiento tecnológico que mejora las experiencias puertas adentro.

1. Domótica interior

Un espacio multiuso, pensado para coworking pero también para una clase de yoga o pilates en un rincón de relax. Si algo hemos incorporado a la vida cotidiana es trabajar en casa y la tecnología se vuelve, casi, un mobiliario del hogar. Convoca entonces esta propuesta de Julia Saramaga, Sabrina Almaluez y Víctor Herrero que incluye pantalla para proyecciones que se activa desde dispositivos inteligentes. Madera en tonos naturales, tonos neutros e iluminación sectorizada. La cortina etérea y fácil de manejar facilita también usos simultáneos y oculta –o extiende– los metros cuadrados privados. Así, esta casa inteligente y personalizada se activa desde aplicaciones que funcionan en los celulares y modera la iluminación, el audio, el control térmico, la seguridad, las cortinas y el riego del jardín, de acuerdo a las opciones de la firma Control4.

2. Playroom flexible

Conectar con uno mismo y con los otros en ambientes compartidos requiere una reconfiguración. “Estamos atravesando una nueva era, por eso hacen falta espacios flexibles”, explica Coty Larguía, la autora del playroom ambientado por el estudio La Feliz (Patricio Lix Klett y Celeste Bernardini). Inspirada en una arquitectura “retro futurista” de los años 60 y películas de ciencia ficción, la búsqueda y la experimentación apuntan a “construir realidades alternativas donde soñar, disfrutar y compartir momentos”. Una paleta de colores suaves, muebles orgánicos y alfombras que invitan al relax completan el menú de soluciones de diseño para un rincón lúdico. El contenedor incluye luces, cargador de celular y funciona como parlante. También hay un cajón para habanos y una tapa celeste que cierra todo el sistema.

3. Baño vegetal

Transformar el baño en un spa es una gran propuesta para activar los sentidos en esas necesarias pausas para el relax. Así, el enfoque interdisciplinario contempla una iluminación adecuada que permite descansar la vista, plantas de interior que remiten a un entorno selvático y el sonido del agua que corre, algo que siempre ayuda a liberar tensiones y crea un clima de sosiego. Las arquitectas Laura Kalmus y Samantha Kuperschmit, madre e hija al frente de Kuperdesign, eligieron el celeste perlado, una tonalidad que refiere a la estabilidad. Y resolvieron con líquenes el aroma que remite al petricor, característico de la lluvia cuando moja la tierra seca. La textura de la piedra y un mix de materiales que recrean paredes y techos húmedos símil barro completan la propuesta del viaje sensorial en el baño, el nuevo hito de bienestar del hogar.

4. Estar familiar

Juntos pero no revueltos. La idea de un espacio de encuentro familiar para que haya, a su vez, momentos de autonomía es tal vez uno de los grandes aprendizajes que dejó la cuarentena. Ese fue el disparador que la arquitecta Diana Reisfeld resolvió con un living en formato circular. El mobiliario acompaña la consigna: sillones mullidos tapizados en lino natural, mesas redondas y sillas aptas para el exterior, materializadas en soga sintética. El frente de TV con fuego (dispositivo eléctrico) y una biblioteca trasiluminada cuyos estantes asumen formas de troncos marcan la intención del espacio confortable y envolvente. Las luminarias de barro y fibra que cuelgan a distintas alturas promueven espontaneidad e informalidad. “Lograr una atmósfera de calma genera sensaciones cálidas y mejora los vínculos entre los miembros de la familia”, comenta Reisfeld.

5. Burbujas vegetales

Llevar la vegetación al interior de la casa también puede ser un desafío creativo. El armado de un oasis propio, en este sentido, fue parte de la premisa de la artista Ana Manghi, que diseñó piezas de vidrio únicas para ambientar una pared. “Cada vez somos más conscientes de la importancia de vivir rodeados de objetos que nos hacen sentir bien, nos gustan, e impactan en nuestra vida de forma súper positiva. Vivimos más contentos en ambientes armoniosos”, destaca Manghi. La instalación que ambienta la cafetería de FOA apela a la transparencia y la elegancia del vidrio para aportar frescura y contener plantas epifitas, acuáticas y gajos no solo en agua, sino también ubicadas con tierra y sustrato. Una pared viva que nos permite visualizar el crecimiento de las especies, multiplicarlas y cuidarlas como ritual de la vida cotidiana.

6. Exteriores todo el año

Los entornos naturales protegidos favorecen el disfrute y alargan la vida útil de los materiales. La tecnología aplicada a los géneros textiles es una de las claves para lograrlo. En el espacio Desde el Jardín, los interioristas Julio Oropel y José Luis Zacarías Otiñano optaron por tapizar los sillones de aluminio anodizado con telas náuticas que resisten los rayos del sol, no se manchan ni dejan pasar el agua. En tanto, ambientaron el espacio con ladrillos, lajas y piedras. “Son materiales naturales y ecológicos que permiten delimitar senderos o caminos y jugar con las formas”, señala Oropel. Para este punto de encuentro, contemplación y ocio, los interioristas plantearon instalaciones artísticas materializadas en madera. “El bioarte es una de las estrategias para sobrevivir en un mundo afectado por las crisis climáticas”, resume Julio Oropel.

7. El poder del arte

Llevar el arte urbano puertas adentro y asegurarse visuales artísticas es una gran estrategia para embellecer el espacio doméstico. A modo de inspiración, para esta edición número 37 de Casa FOA se convocó a Martín Ron, El Marian, Tano Verón y Jorge Pomar. La curaduría de Elio Kapszuk y la producción general de Natalio Mark contemplan distintos lenguajes artísticos que se articulan para dar un sentido integrador. “El poder transformador del color y la posibilidad de emplazar una galería de arte a cielo abierto nos permite disfrutar una vida más rica, con más identidad y llena de significado”, señalan. La foto corresponde al mural de Tano Verón, donde las palabras acompañan las sensaciones de bienestar compartidas y pegadas a modo de afiche. La repetición en serie de los afiches en un mismo formato pone en valor el conjunto.

8. Un solo elemento para delimitar situaciones

Practicidad y estética confluyen y así un solo elemento nuclea diferentes funciones dentro de un mismo ambiente. El dispositivo arranca en el área de recepción, como un recibidor, y luego se convierte en una plataforma para trabajar. Y a medida que crece en altura muta a mesa de bar. El color envolvente, además, propone un diálogo fluido. “La idea de las alturas de las superficies es ideal para crear rincones que se puedan compartir entre amigos, compañeros de trabajo y también la familia”, destacan Bea Palacio, diseñadora industrial del estudio Tacadi, junto a la arquitecta María Beatriz González Zuelgaray. El uso del perímetro completo maximiza el rendimiento del espacio. Así, estos siete metros de longitud se transforman en protagonistas.

9. Coworking activo

El desafío de volver a los espacios de trabajo puede ser placentero, según la arquitecta Diana Gradel. “La clave es el equipamiento, el arte y el concepto de biofilia para generar armonía”, sugiere la interiorista, que dotó a la oficina con una bicicleta del Grupo A2 especialmente desarrollada para incorporar pausas activas durante la jornada laboral. “No se trata solo de cortar algunos minutos la tarea sino de incorporar la rutina para mejorar el rendimiento”, apunta Gabriela Kay, arquitecta de la firma. Paneles acústicos acanalados, barras de trabajo y banquetas ergonómicas contribuyen al armado de situaciones híbridas. “Una solución para acompañar el proceso del home office a la presencialidad. Que la vuelta sea amigable requiere colores y texturas que remitan al hogar. Almohadones, obras de arte y plantas naturales”, sugiere Gradel.

10. Yoga y relax

Estirar, relajar y dedicarse a despertar la conciencia del propio bienestar requiere un rincón donde poder desplegar el mat o intervenir una pared con espaldares y espejos. La arquitecta Viviana Melamed propone un espacio flexible que sea calmo y energizante a la vez. Equipado con aparatos y estaciones de ejercicios, el espacio tiene en cuenta desde la música y las esencias aromáticas, hasta la iluminación y la temperatura. También hay una segunda propuesta integrada que potencia y completa la anterior incorporando un chaise longe para relajar. Los pisos de porcellanato en gris claro con texturas y grafismos articulan con el muro de yoga en melamina y los espaldares en madera maciza de laurel. “La idea es que cada elemento aporte una función con la mejor calidad, ergonometría y materialidad”, señala Melamed.

Fuente: Vivian Urfeig, La Noción