Una vez en la historia – Por Norberto Tallón, especial para DiariodeCuiltura.com.ar.

Hubo una vez, solo una vez.

Hace mucho (muchísimo) tiempo, en épocas de multiplicidad de calendarios a lo largo del mundo.

Hubo un 30 de febrero, una vez, única, en la historia. El Reino de Suecia (Entonces Imperio Sueco, reinado de Carlos XII de Suecia), en el año 1712, instaló en el calendario de ese año un “doble bisiesto”, el 29 que conocemos y un 30 de febrero.

¡Causa del año bisiesto!

El año bisiesto aparece para reparar parcialmente la variación de las estaciones. En los calendarios juliano y gregoriano, como casi todos los calendarios solares, cada cuatro años se agrega un día, 29 de febrero, en el mes más corto del año.

Científica y sintéticamente: Añadir para corregir el desfase existente entre la duración del año trópico, tropical o solar de 365 días 5 horas 48 minutos y 10 segundos. Acción requerida cada cuatro años para la corrección señalada.

Los distintos calendarios (solares o no: egipcio, romano, hebreo, copto, etíope, islámico y otros) consideraron el tema de diferentes maneras,

El más antiguo “almanaque” conocido se encuentra en Escocia, con precisión en Aberdeenshire. Es un monumento del Monolítico, 8.000 a.C., integrado por 12 piedras que señalan la ubicación de la luna a lo largo de un año. 

El que hoy se usa oficialmente en casi todo el planeta, es el Gregoriano, fue instaurado por el Papa Gregorio XIII, en 1582. El punto de partida del mismo es el 1 de enero del primer año (año 1 d.C).

Cada año bisiesto, desde la inauguración en Atenas (Grecia) de los Primeros Juegos Olímpicos Modernos de Verano en 1896, se celebran coincidentes con los años bisiestos (excepción durante la Segunda Guerra Mundial y Tokio 2020, disputados más tarde a causa de la Pandemia del Sars-cov-2/Covid 19).

Los juegos de Invierno se iniciaron en 1924 en Chamonix (Francia) siguieron igual modalidad entre cada encuentro hasta los de, también, la localidad francesa de Albertville en 1992 (igual pausa por la Segunda Gran Guerra). Entonces el Comité Olímpico Internacional (COI) decidió que se realizaran en años no coincidentes y el siguiente fue en 1994 en Lillehammer (Noruega), desde entonces, asimismo, cada 4 años.

Año bisiesto, año siniestro (legendario refrán popular).  Si bien no es posible situarlos con exactitud los “creyentes” lo convierten en un mantra cuando se abre cada ciclo, por ejemplo, ya, se señala a éste 2024 con la  abundancia de mala suerte, al margen que ocurra algún hecho particular.

Un rápido recorrido histórico permite encontrar sucesos ocurridos que alarman a mucha gente.

Citando puntualmente.

1616. La muerte de dos emblemas de la literatura. El 22 de abril, falleció Miguel de Cervantes Saavedra y, un día después, William Shakespeare.

1772  En Francia se inauguró el uso de la guillotina para ejecutar a los condenados a muerte.

1812. Napoleón Bonaparte registra su peor derrota: en la invasión a Rusia, mueren 600 mil hombres en su ejército.

1912. El hundimiento del “Titanic”. El transatlántico británico choca un iceberg, naufraga y hunde. Se estima pierden la vida unas 1.500 personas.

1932. El hijo del reconocido aviador e ingeniero estadounidense Charles Lindbergh, es secuestrado desde su cuna y asesinado por un fuerte golpe.

1940. Segunda Guerra Mundial. El nazismo construye el centro de extermino de Auschwitz, lugar de asesinato de detenidos y trasladados de origen judío.

1948. Asesinan al Mahatma Gandhi.

1968. El activista de los derechos afroamericanos en Estados Unidos Martin Luther King es víctima mortal de un francotirador.

1972. En los Juegos Olímpicos de Múnich (Alemania) 11 atletas israelíes fueron secuestrados y asesinados, se comprobó luego, por parte del grupo terrorista “Septiembre Negro”.

1976. Comienza en la Argentina la más cruenta dictadura cívico-militar que incluyó el secuestro y desaparición de 30.000 personas, la apropiación bebés nacidos en cautiverio y otros hechos tipificados, por tratados internacionales, de lesa humanidad.

2016. La tragedia aérea del equipo brasileño de fútbol Chapecoense en un accidente de aviación rumbo a una final continental. 71muertos.

2020. Covid 19. Se desata una pandemia que por características de la enfermedad, se determinó el aislamiento social como crucial para evitar la propagación. La medida alcanzó nivel mundial. Colapsó la asistencia médica en cada rincón de la Tierra. Se estima murieron 6,3 millones de personas.

Es necesario indicar la existencia de otros 30 de febrero pero que no tienen vinculación alguna con el asunto “bisiesto”. En entre 1930 y 1931 la Unión Soviética impuso el “calendario revolucionario” con pretensión de otorgar mayor eficiencia a su producción industrial. Instituyó semanas de 5 días en meses de 30 días, con un sobrante de cinco o seis jornadas a final de año que consideraba “feriados”. Por otro lado, en su cuento “La última noche del mundo”, Ray Bradbury sitúa un acontecimiento en esa fecha y los hobbits, en la obra de J.R.R. Tolkien, desarrollan un almanaque con un análogo “febrero de 30 días”.

A un clic de distancia, el video clip de la canción “30 de febrero”, compuesta por Daniel Ruiz Gómez, Abraham Mateo, Santiago Hernández, Ashley Pérez, Hanna Pérez y Rafael Vergara. La interpretación a cargo del dúo estadounidense Pop Country (originario de Lake Charles (Louisiana) Ha*Asha (las hermanas Ashley y Hanna Pérez) y el cantante, compositor, productor y actor español Abraham Mateo (Abraham Mateo Chamorro). Publicado por Musixmatch y Sony/atv Discos Music en You Tube. La letra completa se puede hallar en Internet con facilidad pero es relevante la vinculación con el eje principal de la esta columna, cuando dice: “Porque guapa el 30 de febrero yo te llamaré/ Ponte el vestido y los tacones que te regalé/ Si quieres que vuelvas, volveré/ Tú espérame al atardecer/ El 30 de febrero al atardecer/ el día que llueva dinero/ Cuando el mar esté seco y dos más dos sean tres/ Ese día tú y yo volveremos/ Cuando el mundo pare, pare, pare de girar/ Cuando el tiempo vaya, vaya, vaya para atrás/ Cuando las sirenas dejen, dejen de cantar/ Ese día tú y yo volveremos”.

Cuídense, en y por todo. Más que nunca.

Norberto Tallón