Equinoccio de primavera (u otoño) – Por Norberto Tallón, especial para Diariodecultura.com.ar.

El almanaque, de un vistazo nomás, informa que el próximo jueves es 21 de septiembre, la jornada de inicio de la “Primavera”, la tercera estación del año. Aquí en La Argentina, por ese motivo, se celebra el Día del Estudiante.

Forzosamente, la fecha está unida al Equinoccio de primavera, en el Sur y al de otoño en el norte. Esta ocasión no tendrá coincidencia con el calendario ya que comenzará el sábado 23 a las 6.49 (GMT -Greenwich Mean Time-), vale decir: 3.49 hora argentina, para instalarse, segundo más o menos, por 89 días y 21 horas.

Recordemos que, anualmente, los equinoccios ocurren dos veces: en marzo y en septiembre, coincidentes con el otoño y la primavera, inversamente, ya sea debajo o sobre la Línea del Ecuador. Es el tiempo en que los polos terrestres se encuentran a la misma distancia del Sol; así, la Luz se proyecta de igual manera en ambos hemisferios.

En estas épocas, los dos polos terrestres se encuentran a la misma distancia del Sol. De esta manera, la Luz se proyecta por igual en ambos hemisferios. La palabra procede del latín “aequinoctium” (aequus nocte) que significa “noche igual”. El día tiene una duración igual a la de la noche en todos los lugares de La Tierra.

Son el par de oportunidades en las que Sol está situado en el plano del Ecuador celeste y para quien observe el Ecuador terrestre, el Sol alcanza el Cenit (el punto más alto en el cielo con relación a quien mira, ya que se encuentra justo sobre su cabeza a 90°). El paralelo de declinación del Sol y el Ecuador celeste se ubican, también, en coincidencia. El Sol se encuentra en el primer punto de Aries (marzo) o en el primer punto de Libra (septiembre) con el mismo movimiento (solo con proyección contraria, en ambos casos), alrededor del planeta. Ese primer punto varía de un año a otro, pudiendo ubicarse algunas horas en Piscis y Virgo. Momento particular, un instante, solo un instante, que ocurre a una hora determinada.

Desde la antigüedad, en varias partes del mundo, tanto en Septentrión (Constelación celeste compuesta de siete estrellas llamada “Ursa mayor” o vulgarmente “el carro”) o meridión (sur/punto cardinal/al sur de otro) las antiguas civilizaciones han levantando monumentos y realizado festejos en el principio de Equinoccios y Solsticios.

En lo mitológico, en la antigüedad, y por qué no hoy por hoy, existieron y existen costumbres, ritos significantes y simbólicos del período. Se creaban y crean, altares en sitios elegidos con la presencia de velas, piedras preciosas (o no), cristales, flores, semillas y las ramas nuevas, etc. En un caso, con el objetivo en la energía y la renovación o, quizás, el agradecimiento, en el otro. La continua lucha entre luz y oscuridad, como la del bien y el mal, siempre han estado presentes en el devenir humano.

Distintas festividades se realizan para exaltar el momento y la búsqueda de la Paz, vinculando a la cosecha, los elementos naturales, la vista en el cielo, sentir el viento, caminar a la sombra de las copas de los árboles o pisando sobre las hojas caídas.

Asimismo, hay una celebración de la abundancia de la Tierra, antes del invierno (en los otoños), percibiéndolo como una época de misterio, pensamiento de equilibrio. Representa una nueva recolección en la que se recoge todo lo sembrado, al tiempo que significa alegría y agradecimiento al “Astro Rey” por su aporte energético. Estos festejos se conocen como “Mabon” y adeptos a las tradiciones paganas suelen reunirse ante una mesa colmada para compartir los frutos obtenidos con su sociedad.

Por otro lado, hay puntos, lugares especiales a lo largo del mundo, convertidos, más lejos o cerca en lo temporal, en tradiciones: Stonehenge, el monumento megalítico, construido entre el Neolítico y la Edad de Bronce, al norte de Salisbury en Inglaterra, Chichen Itzá en México, Machu Picchu en el Perú, la isla de Pascua (parte del territorio marítimo chileno) y más acá en los almanaques el Manhattanhenge en la Gran Manzana (la ciudad de Nueva York) o Montrealhenge en Canadá.

El Equinoccio con su igual Luz para todos ha llegado nuevamente y contiene un gran valor simbólico para muchos pueblos del mundo…

Y cada primavera, los rayos solares que van siendo más intentos, la claridad que apunta a un ánimo que se pretende más divertido se mira alrededor, o se intenta, con más alegría.

A un clic de distancia, Ainda Dúo, género Indie Pop, integrado por los jóvenes habitantes porteños Esmeralda Escalante (voz y guitarra acústica) y Yago Escrivá (voz, guitarras acústica y eléctrica, piano, bajo y órgano), nominado a los Premios Carlos Gardel en la categoría Mejor Álbum de Pop Alternativo, con presentación estelar del cantante y compositor uruguayo, nativo de Montevideo, que (casualmente) cumple años este jueves, ganador del Oscar a la Mejor Canción Original, Jorge Drexler. Ellos interpretan “Primavera”, video oficial  (dirección, fotografía y edición de Victoria Pereda) publicado en el sitio “Ainda” en YouTube. Canción estrenada el 19 de septiembre de 2019.

Cuídense, en todo.

Norberto Tallón