¿Cómo digo lo que digo?: Comunicar mejor es posible

Por Dionisia Fontán, especial para DiariodeCultura.com.ar.

Propongo revisar algunas conductas, hábitos que entorpecen nuestro modo de comunicar. A menudo, costumbres adquiridas que repetimos pese a ser desfavorables, porque no nos damos cuenta o peor: no nos interesa.

Quienes siguen estas columnas o asisten a mis cursos, saben cuánto insisto en la necesidad de tomar conciencia, de hacer foco en debilidades que afectan nuestros diversos lenguajes, pues influyen en el modo de relacionarnos.

Lo admito, también están los escépticos, conformistas típicos que se niegan al cambio, con todo que la vida es un cambio continuo. Satisfechos con lo que ya conocen, sin el menor afán de superación, prefieren quedarse en el molde. Nada de innovar.

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Pocas personas se dedican a analizar si se expresan con violencia. No se les ocurre pensar que las palabras hirientes, despectivas, groseras, son capaces de generar mucho daño en quien las recibe.

Los imprudentes, por ejemplo, ni siquiera se lo cuestionan. Parlotean hasta el hartazgo, desconocen lo que significa ser discretos y son evitados, justamente, por incorrectos.

Preguntas Para Responder Con Franqueza.

¿La crítica me sale fácil?

¿Soy de enjuiciar?

¿Quiero tener razón a toda costa?

¿Considero que la disculpa es un gesto de blandura?

¿Defiendo mi verdad como si fuera única?

¿No puedo controlar mi impaciencia?

¿Se me suelta la cadena muy seguido?

¿Interrumpo?

¿Confundo grito con autoridad?

¿Me cuesta agradecer?

¿Registro las señales de la otra persona?

Si contestan con franqueza, se darán cuenta de que tienen bastante material para mejorar. ¿A quién se le ocurre que puede haber una sola verdad para adueñarse de ella? ¿O que disculparse es un gesto blando? Al contrario, demuestra grandeza, humildad.

La autoridad se construye, se gana y no precisamente con gritos. El grito indica miedo, inseguridad, impotencia.

A las/os impacientes se les suelta la cadena. El asunto es si, luego, se hacen cargo de semejante reacción temperamental.

No nos escuchamos, triste realidad que va en aumento. Motivos principales: ansiedad, apuro, La historia no despierta interés. Falta de síntesis. Interrupciones frecuentes. El tono es monótono.

¡Ojo dónde te ven llorar! Las lágrimas expresan estados de ánimo y, a veces, son incontenibles. Sin embargo, como el llanto es información, hay momentos estratégicos en los cuales no conviene mostrarse: puede jugarnos en contra.

Creo no equivocarme al sostener que interrumpir es una de las conductas más insoportables del lenguaje verbal. Interrumpimos por ansiedad (mal de este tiempo), porque el tema aburre, por maleducada/o, porque competimos o porque lo que se cuenta provoca envidia.

Decir gracias nunca es demasiado. Estas siete letras no tienen reemplazo. Se utilizan en lo cotidiano, como rasgo de gentileza, de respeto o cuando acontecen problemas de salud y nuestra vida o la de un ser querido está en peligro. En efecto, son las mismas siete letras sólo que cuando se atraviesa una situación límite, cambia la manera de pronunciar gracias. Es muy intensa, brota del corazón, de las tripas… y va dirigida a los responsables de curarnos, de operarnos, de salvarnos.

Los criticones, esa especie a la que nada ni nadie le viene bien, se sienten más cómodos mirando siempre hacia afuera. Fijan su mirada en los demás para evitar observarse a sí mismos. Les provoca vergüenza reconocer la liviandad y cero estima con la que juzgan a sus congéneres.

Aunque resulta indispensable cuesta registrar las señales de la otra persona, así convivamos con ella. Parece mentira no darse cuenta si está triste, si se siente mal, si su silencio es demasiado prolongado.

Con frecuencia el entusiasmo por comentar o por desahogarse es tan poderoso, que impide registrar si la otra persona está disponible para escuchar. Si tiene ganas o permanece ensimismada en sus cosas.

Se llama falta de registro y se trata de una conducta que merece ser cuidada. Porque aisla, levanta muros invisibles e incomunica.

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Dionisia Fontán, periodista y coach en comunicación

Curso Individual Online

Propongo encuentros aptos para todo público, a quienes desean mejorar su capacidad de comunicarse de un modo eficaz, fluído y no violento.

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