Como lo veo yo

La Celia: Biografía de una diva. Por: Adriana Muscillo

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Ivanna Rossi, la gran promesa del musical argentino, interpreta en el Maipo Kabaret a Celia Gámez, la cantante, actriz, bailarina y vedette argentina que triunfó en España siendo muy joven, en los años ’20,  y se convirtió en la estrella indiscutida del teatro de revista en Madrid y en toda la península, ocupando el podio durante más de 60 años.

Con idea y producción artística de Lino Patalano y dirección de Emilio Sagi, la legendaria diva del chotis, la zarzuela y el paso doble, cobra vida en la piel de una artista enorme en envase pequeño.

Ivanna Rossi, con solo 36 años de edad, tiene 32 de trayectoria. A los 4 años debutó en el inolvidable certamen de talentos infantiles “Festilindo” y no paró de cosechar éxitos. Luego de un fogueo intenso en programas de televisión para público infantil y juvenil, entró por la puerta grande al mundo de los musicales, encarnando a Éponine, en “Los Miserables”, De Víctor Hugo. Más tarde le siguieron “La tiendita del horror”, “Jardín azul” y “Smoke” (dirigida por Aníbal Pachano) -mientras seguía participando en programas televisivos como “Costumbres argentinas”, “Desayuno”, “No hay dos sin tres”, “Corazón de Monstruo”, “Show Match”, entre otros; cantaba tangos en el Tortoni y avanzaba con su carrera en el musical. Fue la adorable “Wendy” de Peter Pan, integró los elencos de “Des concierto de Musicales”, “El hombre de la Mancha”, “Zoo ilógico”; protagonizó “Mina che cosa sei” (homenaje a la cantante italiana Mina), “Sweet Charity”, “Ella” (tributo a Raffaella Carrá), “El Mago de Oz”, “Dominó”, “Caravan The Jazz Musical”. Hizo ópera-cumbia, ópera-rock; cantó con Pimpinela, recreó canciones de Rita Pavone en “Boccato di Cardinale” y protagonizó “Forever Young” hasta que, el año pasado, estrenó “La Celia” en Buenos Aires para trasladarla después a Madrid con un éxito arrasador. Gira que continúo en Bilbao, Valencia y Barcelona y ahora la podemos ver nuevamente aquí, en nuestra ciudad, de miércoles a domingos en el Teatro Maipo Kabaret.

“La Celia” es un espectáculo musical biográfico con guión de Santiago Castello y dirección y arreglos musicales de Jordi López, narrado en primera persona, con estricta verosimilitud, por Ivanna Rossi quien, al cabo de unos minutos de comenzada la obra, pierde su identidad para convertirse en la diva de antaño. Como si la mismísima Celia Gámez reviviera y se subiera a un escenario para llevarnos a recorrer, con ojos actuales, toda su trayectoria.  Con un cuidadoso diseño del espacio escénico, a cargo de Daniel Bianco, la escenografía de Sibila va mutando de un camarín con espejos y luces, en el que la protagonista se cambia de vestuario a la vista del público, asistida por su staff de bailarinas, a los distintos escenarios que sirven de marco para los números musicales.

Así, se produce la magia que hace que el espectador, poquito a poco, vaya ingresando en el mundo de Celia Gámez: sus amores, sus tristezas, sus triunfos y sus desventuras. Desde sus comienzos, en 1925, cuando es descubierta por la marquesa de la corona en un tren en Madrid, pasando por sus años de esplendor, su relación con el rey de España, Alfonso XIII y con su hijo; su carácter estricto para con sus subordinadas, su casamiento con un joven dentista y posterior separación, sus personajes, su ilusión de captar al público femenino, su extensa trayectoria artística, con canciones emblemáticas como “Los nardos”, “Que viva España”, “El gulu gulu” “El pichi”, “El beso”, entre otras. Los tristes años de la guerra civil española, la resistencia republicana, el triunfo franquista, su colaboración con el régimen, hasta sus últimos días, con Alzheimer en un hogar de ancianos, en Buenos Aires.

La camaleónica Ivanna Rossi, tal como ella misma se define, encuentra en “La Celia” la manera de desplegar al máximo sus cualidades interpretativas. Acostumbradísima a encontrar el “color” vocal de cada uno de sus personajes, el tono castizo y el estilo tan peculiar de Gámez le van como anillo al dedo. El espectáculo tiene dos vedettes: por un lado “toda ella”, su voz, su presencia, su movimiento en el escenario, su carisma. Por otro, el impactante vestuario de Renata Schussheim, que consta de más de 50 trajes coloridos de finísima confección hechos a medida especialmente para “La Celia”, acompañados de sombreros, tocados de piedras y plumas y diversos apliques.

La obra se completa con el correcto acompañamiento de las cuatro bailarinas y coristas: Pilar Rodríguez Rey, Romina Groppo, Belén Alonso y Natalia Mouras y los tres músicos que tocan en vivo: Santiago Rosso, en el piano; Juan Pablo Togneri, en el contrabajo y Laura Stezano, en el violín.

Muchos argentinos somos descendientes de españoles o tenemos amigos que lo son. Llevamos los ritmos ibéricos en la sangre y en el corazón. Al ir al Maipo a ver “La Celia”, nos sorprendemos evocando el ambiente de nuestra infancia, las canciones que cantaban nuestras abuelas y, al finalizar, salimos despacito, por la mítica avenida Corrientes, respirando el aire frío de la noche porteña, mientras canturreamos por lo bajo, esgrimiendo unas castañuelas imaginarias: “La española cuando besa/es que besa de verdad y a ninguna le interesa/ besar con frivolidad. La puede usted besar en la mano/ o puede darle un beso de hermano. Así, la besará cuando quiera. Pero un beso de amor, no se lo da a cualquiera. ¡Y olé!”.

Por: @Adriana Muscillo.