Lindo pero bruto: La cosificación masculina. Por: Adriana Muscillo.

Llegaste en tu carrito deportivo y dije «Llegó Cupido».
A sólo dos segundos de mirarte, ya me habías convencido.
Con tus gafitas oscuras, reloj elegante pero de la China,
Lanzaste un par de frases de Internet, de esas recién aprendidas.
Tú tienes el cuerpo duro y el cerebro en blanco.
¿Por qué no te lees un librito de vez en cuando?
Eres lindo pero bruto.
Seduces pero sólo con el bulto.
En el bolsillo sólo hay sencillo.
Calladito es que te veo más bonito
Eres lindo pero bruto
Tú tienes el talento bien oculto
Estás bien rico para un ratico
No me digas nada y sólo dame el gusto
Dame el gusto, soy Thalía, mucho gusto
Pero no me hables tanto porque me asusto
¿Esta noche que haces? Ven y me complaces
Tú estás bueno pa’ que hagamos desastres
Vamos a formar un alboroto, algo divertido
Vamos a jugar al escondido
Armemos destrozos, llenemos el pozo
Tú eres bruto, papi, pero sabroso
Tú tienes el cuerpo duro y el cerebro en blanco
¿Por qué no te lees un librito de vez en cuando?
Eres lindo pero bruto
Seduces pero sólo con el bulto
En el bolsillo sólo hay sencillo
Calladito es que te veo más bonito
Eres lindo pero bruto
Tú tienes el talento bien oculto
Estás bien rico para un ratico
No me digas nada y sólo dame el gusto
Sólo pégate un rato y pa pa pa
Pégate un rato y pa pa pa
Ah (mmh) eh (ven, dale, dale)
Sólo pégate un rato y pa pa pa
Pégate un rato y pa pa pa
Oh, mmh, eh
Eres lindo pero bruto
Seduces pero sólo con el bulto
En el bolsillo sólo hay sencillo
Calladito es que te veo más bonito
Eres lindo pero bruto
Tú tienes el talento bien oculto
Estás bien rico para un ratico
No me digas nada y sólo dame el gusto
Letra de Lindo Pero Bruto © Warner/Chappell Music, Inc

Lo dicen las doctoras en Harvard Thalía y Lali Espósito. Se nota que «leen un librito de vez en cuando», creo que debe ser en ese librito donde aprendieron a decir eso del bulto. Ah, eso de que en el bolsillo solo hay sencillo me encanta porque habla también de lo material. Bien ahí. (Aclaro, para las lectoras y lectores de Argentina que, en muchos países de América Latina el «sencillo», es el cambio, la plata chica, las monedas.

Es difícil agregar algo porque es todo demasiado evidente. Sin embargo, solo quiero alertar acerca de lo peligroso que puede ser caer en aquello mismo que se critica. La cosificación no es algo edificante. Y eso abarca a hombres y mujeres. Obviamente, no se me escapa que es una estrategia de marketing que apunta directo al centro del feminismo pujante. Pero ojo con la sed de venganza. Puede sonar muy seductor hacerles lo que ellos nos hicieron por años pero no perdamos de vista que las expresiones de la cultura popular, desde tiempos inmemoriales, han servido y sirven para instalar ideologías. Entonces, insisto, quizás resulte divertido para algunas personas tomarse cierta revancha pero ¡ojo! con instalar la degradación del hombre. No los queremos vencidos, me parece, digo.

Y, en todo caso, si vamos a criticar algo, hagámoslo sin groserías, por favor.

Listo, quedamos así, nada más para agregar.

Adriana Muscillo.