Otra vez por aquí. La pausa se abrió con el Solsticio de Verano en diciembre 2024 con la promesa de reencontrarnos en febrero. Sin embargo, diversas circunstancias prolongaron hasta ahora el momento a estas primeras semanas (cumplidas) del Equinoccio de Otoño. Ambos acontecimientos australes, en esta parte del mundo.
Aclaración inicial cuando mencionamos a Buenos Aires en el título y a lo que referirá en lo particular el texto es la Ciudad Porteña de Buenos Aires (lo de “autónoma”, al menos como denominación, ha restado (y mucho) al espíritu de la “Reina del Plata”, extendiéndolo al conurbano (algunas vez suburbios) bonaerense.
Ubicación temporal, entonces, en Abril (casi en la mitad), cuarto mes del año de acuerdo con el calendario gregoriano, a su vez era el segundo del calendario romano, al que el rey Numa Pompilio le agregó enero y febrero, allá por el 700 a.C. Los romanos lo nombraban, en latín, como aprilis, antes de la anexión citada su rótulo era “Venerisque secundus”.
En lo que concierne, con exactitud al origen del vocablo no hay “teoría contundente”. Hubo quienes propusieron situar el germen en la palabra “aphrós (espuma)” contenida en su significado y es, también, el nombre griego de la diosa Afrodita, Venus para los romanos. Por otra parte Ovidio, sin fundamento etimológico “visible”, lo relacionó con el verbo “aperire (abrir)”, en su posible forma “aperilis” y así es que en el hemisferio Norte la primavera “abre” la tierra de las flores, bajo la protección de Venus. Se lo representó en “un hombre en actitud de bailar al sonido de un instrumento”. Se inicia el mismo día de la semana que julio todos los años, y que enero en los años bisiestos y termina el mismo día de la semana que diciembre cada año.
A su vez al sur del Ecuador las costumbres de diferentes culturas originarias paganas, se concuerda, lo consideraban el “Tiempo de Cosecha” o “El Banquete”, entre otras maneras de designarlo, la época de agradecer al ser superior, aquel en que creyera cada una de ellas, por los frutos concedidos por la tierra y reconocer la necesidad de compartirlos para asegurar protección en los siguientes meses invernales.
La “fotografía” cotidiana muestra al decir de Joan Manuel Serrat que: “Llueve, detrás de los cristales, llueve y llueve sobre los chopos (especie de álamo negro) medios deshojados, sobre los pardos tejados, llueve… Pintaron de gris el cielo y el suelo se fue abrigando de hojas”. En definitiva, al compás del viento, esos elementos con un sol tibio, conforman el otoñal paisaje.
Abril y algunos hechos, solo algunos, en el tiempo con respecto a nuestro país o con cierta vinculación:
En virtud del desembarco argentino en 1982 en nuestras islas atlánticas, el 2 de abril se conmemora el Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de las Malvinas.
El 5 de abril de 1818, en Chile se libró la batalla de Maipú (territorio chileno), en la que el ejército del general José San Martín expulsó a los españoles y aseguró la independencia de la región.
El 19 de abril de 1825 un grupo de hombres liderados por Juan Antonio Lavalleja: los Treinta y Tres Orientales, emprendieron una insurrección para recuperar la independencia de la Provincia Oriental (actual República Oriental del Uruguay), del dominio brasileño.
En otros planos: el 23 de abril de 1995, en París (Francia), la Conferencia General de la UNESCO (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) aprobó que esa jornada sea «Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor», dado el símbolo casual de las muertes de Miguel de Cervantes Saavedra, el inca Garcilaso de la Vega y William Shakespeare.
El 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud y para la Iglesia católica los treinta días están dedicados a la Eucaristía, al Divino Espíritu Santo y a la Divina Misericordia.
A la vista de una agenda de actividades se hallarán para este período las habituales “ofertas” del cine (casi solo como sitio de espectáculo, hoy por hoy, “atrapado” y reducido por loa canales de streaming), el teatro, la aventura literaria de las librerías de la avenida Corrientes junto a puestos de venta en distintas plazas en los barrios, y, para turistas en muchos casos, la arquitectura, el arte, la gastronomía, recorridos por las milongas y festivales de Tango, escapada al Delta del Tigre (la formación forestal natural de tipo subtropical más austral del planeta) y el tránsito por la oferta de la alicaída noche porteña (“Ya nunca me verás como me vieras”).
También se celebra el BAFICI, Festival de Cine Independiente de Buenos Aires y, asimismo ,es el comienzo de la Feria Internacional del Libro en el predio de la Rural de Palermo. Este año la Semana Santa también ocurrirá en este lapso.
La pretensión fue elaborar datos históricos sobre “cuarto ciclo del almanaque”, de igual modo que la mención de recuerdos, homenajes, datos y finalmente contar de aquello que ocurre u ocurrirá y a los que pueden acceder locales y visitantes, relatar lo que nos rodea pero…
Imposible no expresar que es muy difícil esquivar “baldosas asesinas” (me costaron 45 días de yeso más el “plus” correspondiente), la sensación extraña de desazón y tristezas, nostalgias, alegrías muy aisladas, en ocasiones demasiado, la cotidianeidad de la sinrazón y, al cantar de León Gieco “la cultura es la sonrisa”, sin embargo, “ese” se ha hecho casi una aventura, que sin duda no se abandona en un intento de disfrutar de la propia y las de los demás.
Es un desafío que, pese a todas las ganas, no se huele en el aire, al contrario…
En las primeras líneas se contó del anterior encuentro cuando, como cierre anual de esta columna en diciembre pasado, se pudo escuchar “Verano Porteño”, ahora, como siempre a un clic de distancia, el mismo protagonista, grabado en vivo en la provincia canadiense de Quebec, bajo el marco “Le Spectrum”, como parte de Montreal Jazz Festival, el lunes 2 de julio de 1984, Astor Piazzolla al bandoneón integrando su Quinteto Tango Nuevo: Oscar López Ruiz (guitarra), Fernando Suárez Paz (violín), Pablo Ziegler (piano) y Héctor Console (contrabajo). La obra del Maestro: “Otoño Porteño”. Publicado en distintos sitios de YouTube.
Cuídense mucho, muchísimo más, como no lo han hecho antes y si lo hicieron aún más, sin pensar el nunca, que es ahora.
Norberto Tallón