Crucigrama: Bertold Brecht

LA VIGENCIA DE UN CREADOR. Por Norberto Tallón, especial para DiariodeCultura.com.ar.

“No aceptes lo habitual como cosa natural, porque en tiempo de desorden, de confusión organizada, de humanidad deshumanizada, nada debe parecer imposible de cambiar.” (Bertold Brecht).

Quizás no esta frase, que lo trascendió, pero sí sus poemas resonarán en los oídos de muchos, como los míos, en la voz de la inolvidable Cipe Lincovsky. Este domingo, 14 de agosto, se cumplieron sesenta años de la muerte, en el Berlín Oriental de la República Democrática de Alemania, a los 58 años de edad, del dramaturgo, poeta, actor y director de teatro Bertold Brecht (Eugen Berthold – luego Bertold- Friedrich Brecht) a quien se señala como el creador del Teatro Épico, también denominado Dialéctico. Uno de los creadores más influyentes del siglo XX.

Nacido en Augsburgo en Baviera (Alemania), su padre católico y su madre protestante. Una familia de un buen pasar económico. Ya adolescente se destacó por su precocidad intelectual. Una crítica a la guerra le valió la “casi” expulsión colegial. Luego inicio la carrera de Medicina en Múnich interrumpida por el servicio militar durante la Primera Guerra Mundial.

A los 20 años escribió su primera obra teatral, “Baal”. Intimó con Paula Banholzer, quien dio a luz a un hijo suyo que moriría en el frente soviético durante la Segunda Guerra. Más tarde, reflejó en sus trabajos la revolución alemana de los espartaquistas y comenzó a viajar con frecuencia a Berlín donde se relaciona con la gente del teatro y la literatura. Se casó con la actriz y cantante de ópera Marianne Zoff. Trabajó de actor, tuvo una hija y conoció a quien sería su segunda esposa, Helene Weigel.

Se trasladó, luego, a Múnich y al tiempo a Berlín donde funda una productora. Tuvo frecuentes contactos con artistas socialistas que influirían en su pensamiento y estudió “El Capital” de Marx, transformándose en un comunista convencido que nunca ingresó al partido.

A los 29 años publicó su primera colección de poemas y un año más tarde alcanzó el mayor éxito teatral de la República de Weimar, con “La ópera de cuatro cuartos/La ópera de los tres centavos”, con música de Kurt Weill, disparatada crítica al orden burgués representado como una sociedad de delincuentes, prostitutas, vividores y mendigos.

Siempre buscó concientizar al espectador y hacerlo pensar, usó los incipientes medios de comunicación de masas, como la radio, sumándola al teatro y el cine. Hasta 1933 fue autor y director en la capital alemana pero una representación fue interrumpida por la policía y acusados los organizadores de alta traición. Con su familia y amigos huyeron a través de Praga, Viena, hasta Dinamarca, donde vivió cinco años y luego lo hizo en Suecia, dondeí escribió “Madre Coraje y sus hijos” y, más tarde, en Finlandia. Esa época y los años que siguieron fueron los de sus obras más trascendentes, como “El círculo de tiza caucasiano” y “La vida de Galileo”, sumadas a las ya mencionadas.

En 1941, viajó hacia el este de la Unión Soviética y en barco a California para radicarse en Santa Mónica, cerca de Hollywood. Intentó escribir para la industria, pero sus guiones no fueron admitidos por las grandes productoras. En Estados Unidos organizó algunas representaciones teatrales, volvió a ser perseguido por sus ideas e interrogado por el Comité impulsado por Joseph McCarthy, por lo que tuvo que escaparse al día siguiente a Suiza, único país al que podía hacerlo ya que tenía prohibida la entrada en Alemania Federal. Finalmente, tras 15 años de exilio, retornó a Berlín, en el sector oriental, donde fundó el Berliner Ensemble.

Ahora, sesenta años después de su muerte, de la que archivos desclasificados hace una década señalan como causante a la policía secreta de Alemania del este, sus obras siguen escenificándose en las más diversas lenguas y lugares del mundo, tanto en su idioma original, como en francés, español, inglés e, incluso, en vasco. Han llegado más de una vez al cine y sus poemas se convirtieron, los que ya no lo eran, en canciones clásicas.

Un creador perseguido por su pensamiento… un pensamiento que siempre estuvo creando.

Norberto Tallón
@betotallon