Crucigrama: Caminante

El andar de Antonio Machado – Por Norberto Tallón, especial para DiariodeCultura.com.ar.

“Por mucho que un hombre valga, nunca tendrá valor más alto que el de ser hombre”.

(Juan de Mairena -Antonio Machado)

Las canciones, distinta música según el compositor y distintos intérpretes, quizá con preeminencia de Joan Manuel Serrat y Alberto Cortez, se han escuchado cientos de veces. No es exageración. Pueden ser más o menos las oportunidades, de acuerdo con la franja de edad de los oyentes. Pero, una pregunta surge inmediata: ¿Cuánto se sabe, con poco más de detalle, sobre el autor de ellas? La referencia principal de esta columna: Antonio Machado.

El poeta, escritor, dramaturgo, profesor e intelectual Antonio Machado Ruiz, nacido en Sevilla (España) Antonio Cipriano José María Machado Ruiz, murió, en el exilio a la edad de 63 años, durante la guerra civil española, en Colliure, comuna francesa de los Pirineos orientales, a las tres de la tarde del 22 de febrero de 1939. Hijo de Antonio Machado Álvarez, dueño de una confitería en el barrio de Triana, a la vez que abogado, periodista e investigador folklórico y Ana Ruiz Hernández.

El más joven representante de la Generación del 98. Sus primeros trabajos, al igual que su hermano Manuel, transitaron cierto modernismo que avanzó hasta un intimismo simbolista, al decir de los expertos, con rasgos románticos y creció en una poesía, por un lado, de compromiso humano, y por otro, contemplativo de la existencia. Su voz sintetiza y expresa la sabiduría popular más reclamante. El poeta Gerardo Diego dijo que “hablaba en verso y vivía en poesía”.

Alumno distinguido de la Institución Libre de Enseñanza, con cuyos ideales estuvo siempre comprometido, en 1853 a los 8 años llegó en tren con su familia a Atocha, Madrid, vivió en la capital 32 años. Asistió a la Universidad Central (Hoy Universidad de Madrid). En el tiempo, la mayoría de sus poemas y relatos, tienen señales, a veces fotográficas, de sus lugares de tránsito vital.

Manuel y Antonio, inseparables en esa época, “caminaron” la atractiva bohemia madrileña de fines del Siglo XIX: cafés de artistas, “tablaos”, tertulias literarias, el frontón y los toros, todo era interesante. Deslumbrados por Valle-Inclán, y Sawa o actores como Antonio Vico y Ricardo Calvo Agostí, en lo literario amistad con Zayas y, en general por las costumbres de los intelectuales contemporáneos. Apasionado del teatro, entró como meritorio en la compañía teatral de María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza. Era inevitable que los jóvenes sintiesen la atracción de París.

En la capital gala trabajaron para Editorial Garnier, se relacionaron con Enrique Gómez Carrillo y Pío Baroja, descubrieron a Paul Verlaine y conocieron a Oscar Wilde. Antonio regresó a Madrid y aumentó su relación con los “popes” del  modernismo, Francisco Villaespesa, Rubén Darío y otro joven: Juan Ramón Jiménez. Antonio, vuelto a su país entregó a la imprenta de A. Álvarez “Soledades” (1899-1902), su primer libro. Pronto colaboró en diversas revistas literarias: “Helios” (editada por Jiménez), “Blanco y Negro”, “Alma Española”, “Renacimiento Latino” o “La República de las Letras”. Firmó el manifiesto de protesta por la concesión del premio Nobel de Literatura a José Echegaray. En 1907 publicó, con el librero y editor Gregorio Pueyo, su segundo libro de poemas, “Soledades. Galerías. Otros poemas”. Más tarde tomó un cargo docente en el instituto de la capital soriana. La elección por Soria, capital de provincia más pequeña, quizá le pareció más cercano a Madrid. Además de lanzar “Campos de Castilla”, en lo íntimo descubrió a Leonor (Izquierdo), el gran amor de su vida.

En diciembre de 1910, la pareja viajó a París, con una beca de la Junta de Ampliación de Estudios para perfeccionar sus conocimientos del idioma. Los primeros 6 meses, viajaron, visitaron museos y entablaron amistad con Rubén Darío y  su compañera Francisca Sánchez. Aprovechó, también, para participar en un curso Henri Bergson, en el Colegio de Francia. En 1911 antes del viaje de vacaciones su mujer enfermó, internada, y finalmente, tras una engañosa mejoría murió en Soria. Desesperado solicitó su traslado, la única vacante era en Baeza, los próximos 7 años, con mucha pena, subsistió como profesor de Gramática Francesa en el instituto de Bachillerato, instalado en la antigua Universidad baezana.

Sin ganas de contemporizar, se radicalizó y solo “escapaba” de su indignación y aburrimiento con caminatas solitarias, por los cerros que separan de Úbeda, o con pocos amigos visitantes, por las sierras de Cazorla y de Segura, fuentes del Guadalquivir. El momento lo llevó a “otra” atención a las voces y ritmos del tesoro popular (en su herencia la pasión paterna por el folclore. De esa mirada aparece “Nuevas canciones”.

Para evadirse hacia otro rumbo estudió, como libre (1915/18, la carrera de Filosofía y Letras. Con el nuevo título en escaso currículum, pidió traslado, concedido, al Instituto de Segovia. En el ’16 conoció, con quien mantuvo amistad, a Federico García Lorca. Ya en destino se instaló en una pensión modesta pensión, a tiempo para participar en la fundación de la Universidad Popular Segoviana, institución que se había propuesto la instrucción gratuita de la población local. Ocupó la Cátedra de Francés del Instituto General y Técnico hasta 1932 y ejerció como vicedirector varios años, fue habitué de la tertulia de San Gregorio, tenía reuniones y participaba de actividades con artistas, catedráticos, etc. Colaboró en la recién nacida revista literaria “Manantial” y frecuentó el Café Castilla, en la plaza mayor. La proximidad madrileña, viajaba los fines de semana, lo retrotrajo a “aquel” perfil bohemio y recuperó  la actividad teatral con su hermano Manuel. En 1927 lo eligieron miembro de la Real Academia Española, si bien nunca “tomó” su sillón. En una carta a Miguel de Unamuno comenta la noticia con ironía: “Es un honor al cual no aspiré nunca; casi me atreveré a decir que aspiré a no tenerlo nunca. Pero Dios da pañuelo a quien no tiene narices…”

Por junio de 1928 aparece en su historia Pilar de Valderrama, dama madrileña de la alta burguesía, casada y madre de 3 hijos, autora de varios libros de poesía y obras de teatro y cofundadora del Lyceum Club Femenino. ​Había viajado sola buscando serenidad tras una grave crisis conyugal, ya que tenía allí amistades y llevaba además una carta de presentación de la hermana del actor Ricardo Calvo para su amigo Antonio Machado a quien ella admiraba. En la sala de recepción del incómodo Hotel Comercio, el mejor de la ciudad, la visitó Machado iniciando lo que en él enseguida se convierte en un enamoramiento tan intenso que, cuando ella le indica que al estar casada sólo puede ofrecer una inocente amistad, él acepta la limitación: “Con tal de verte, lo que sea», aunque en sus cartas se lamenta una y otra vez la situación impuesta. Fue su musa, casi una década, a la vez que “oscuro objeto del deseo”, inmortalizó aquello con del nombre “Guiomar​”.

El 14 de abril de 1931, se proclama la Segunda República española. Recibió la noticia en Segovia, requerido para ser uno de los encargados de izar la bandera tricolor en el balcón del Ayuntamiento. En octubre la República le concedió, por fin, una cátedra de francés en Madrid, donde a partir de 1932 pudo vivir de nuevo en compañía de su gente: madre, su hermano José, mujer e hijas. Prosiguió viendo en secreto a la inspiradora de “Guiomar” y estrenando las comedias escritas con Manuel. En 1932, a petición del secretario del Patronato de las Misiones Pedagógicas, se lo autorizó a residir en la capital “para la organización del Teatro popular”. En ese siguiente período escribió menos poesía, aumentó su producción en prosa, con publicaciones frecuentes en el “Diario de Madrid” y “El Sol” y perfilando, de manera definitiva,  a sus dos apócrifos: los pensadores (y cómo Machado, poetas y maestros) “Juan de Mairena y Abel Martín”). ​

Casi desde los primeros días de guerra, Madrid, se transformó en un campo abonado para las privaciones y la muerte. La Alianza de Intelectuales decidió, entre otras muchas medidas de emergencia, evacuar a zonas más seguras a una serie de escritores y artistas, Machado entre ellos (por su edad avanzada y significación). La oferta, un día de noviembre de 1936, la presentan otros dos ilustres colegas: Rafael Alberti y León Felipe. El poeta, “concentrado y triste”, según evocaría Alberti, se resistía a marchar. Fue necesaria otra visita con más insistencia y la condición de la compañía de sus hermanos Joaquín y José, con sus familias, junto a su madre. Albergados provisoriamente en la Casa de la Cultura de Valencia, luego en Villa Amparo, un chalet en la localidad de Rocafort, hasta que debieron evacuar a Barcelona (Hotel Majestic y finca Torre Castañer).​ Durante su estancia valenciana, a pesar del deterioro de su salud, escribió sin descanso comentarios, artículos, análisis, poemas y discursos (como el que pronunció para las Juventudes Socialistas Unificadas, en una plaza pública de Valencia ante una audiencia multitudinaria), y asistió al II Congreso Internacional de Escritores en Defensa de la Cultura organizado por la Alianza de Intelectuales Antifascistas y celebrado en la capital valenciana, donde leyó su reflexión titulada “El poeta y el pueblo”.​ En 1937 publicó “La guerra”, con ilustraciones de su hermano menor. Entre sus últimos escritos, obra de compromiso histórico y testimonial, vale destacar textos de hondura estremecedora, como la elegía dedicada a Federico García Lorca: “El crimen fue en Granada”.

El 22 de enero de 1939, ante la inminente ocupación de la ciudad catalana, salió con los suyos en un vehículo de la Dirección de Sanidad con una interminable caravana de cientos de miles de españoles anónimos huyendo de su patria. Tras una última noche en suelo español, en Viladasens, cubrió el último tramo hacia el exilio. A la mañana siguiente el traslado en tren hasta Colliure, hallaron albergue en el Hotel Bougnol-Quintana. Allí esperaron una ayuda que no llegaría a tiempo. Post mortem fue “depurado” como docente, fue necesario esperar a 1981 para su rehabilitación como profesor del Instituto Cervantes de Madrid, por orden ministerial de un gobierno democrático.

Las ediciones de “Poesías completas” de 1928 y 1933 incluyeron algunos de los textos adjudicados a sus dos apócrifos, “Juan de Mairena” y “Abel Martín” y en la edición de 1933 las primeras “Canciones a Guiomar”. En vísperas de la guerra publicó: “Juan de Mairena. Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo”. Sus heterónimos (nombre falso adoptado por un autor para atribuirle parte de su producción) desplazaron al poeta modernista y simbolista, cambiado por un pensador original, hondo y precursor de un género mixto que luego sería imitado por muchos otros. Durante la década del 20 y comienzo de los ‘30, escribió y estrenó teatro en colaboración con Manuel.  

La Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones publicó en su Portal que “Antonio Machado fue iniciado masón en la Logia Mantua de Madrid perteneciente a la Gran Logia Española (1930). Así lo consignó el historiador Emilio González López, profesor en la City University de Nueva York, en su trabajo ‘El sol de la fraternidad’”.  En archivos la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes cuatro obras tratan el asunto, existe la afirmación previa y señala varios de sus poemas (“A Don Francisco Giner de los Ríos”, “Al joven meditador José Ortega y Gasset”, “Al Maestro que se va”) lo corroboran. Reproduce estos versos: “Y hacia otra luz más purapartió el hermano de la luz del alba/del sol de los talleresel viejo alegre de la vida santa”.  Wikipedia en su biografía,  sección “Símbolos machadianos” resalta la reiterada presencia de algunas palabras que podrían estar relacionadas: camino, fuente, sueño, ciprés, agua, noche, mar, jardín, alma, tarde, primavera, muerte, soledades.

A un clic de distancia: breve video, fragmento del concierto, en el Teatro Karl Marx de La Habana -Cuba-, el 26 de enero de 1996, de Joan Manuel Serrat. Éste repasa algunas de las canciones más famosas. En este caso la letra de “Cantares” con tres estrofas de Machado (“Proverbios y Cantares”) otras tres del catalán incorporando versos de Machado en “Cantares”. Publicado en YouTube en el sitio “CANCION DE AUTOR Y OTRAS HIERBAS. CONTRACORRIENTE”.

Cuídense, en todo y por todo. Más que nunca…


Norberto Tallón